Un error en el hospital les hizo creer durante 40 minutos que su madre había fallecido

Fueron 40 minutos de horror y de dolor entre la llamada en la que a Lara Martina le comunicaron que su madre, ingresada en un hospital de Rivoli (Italia) por problemas respiratorios, había fallecido y la que vino después para informarle de que había habido un error, que la fallecida era su compañera de habitación. Ahora, como informa La Repubblica, la familia ha presentando una queja formal para que un error como este no se vuelva a producir.

En el hospital confundieron a su madre con su compañera de habitación y le comunicaron su fallecimiento por teléfono. (Foto: Getty Images)
En el hospital confundieron a su madre con su compañera de habitación y le comunicaron su fallecimiento por teléfono. (Foto: Getty Images)

Los hechos se produjeron el pasado 10 de septiembre, aunque ha sido ahora cuando han salido a la luz. Lucia Martina, de 78 años, había estado ingresada por una dificultad respiratoria y dada del alta el 7 de septiembre. El año pasado ya había sufrido una pulmonía y acudieron al hospital. Al día siguiente del ingreso, ha relatado su hija, “le dieron el alta porque pensaban que era una crisis ocasional”.

Sin embargo, la anciana no estaba realmente bien al ir a recogerla, así que Lara pidió hablar con su médico. Su nivel de oxigenación era bajo y la dejaron de nuevo ingresada. Durante todo el día siguiente no supieron nada. No hubo contacto de ningún tipo. El 10, sin embargo, la hija de Lara recibió una llamada del hospital para comunicarle su madre había entrado en parada cardíaca y que, pese a haber hecho todo lo posible por salvarla, no lo habían conseguido.

La hija de la supuesta fallecida, casi sin tiempo para procesar la noticia, comunicó al resto de familiares la muerte de su madre. 40 minutos después de aquella terrible llamada, recibía una nueva llamada desde el hospital. “Su madre está bien. Nos hemos equivocado, la paciente fallecida era su compañera de habitación”, le decían.

Al parecer, según las explicaciones dadas a la familia, el error se debió a la falta de la pulsera de identificación que los pacientes llevan en la muñeca con sus datos personales. Tras el incidente, Lara se felicita de que su madre haya sido dada de alta, pero explica que ha sido una situación difícil. “Primero, la noticia de la tragedia, después la rabia y en este momento cuestionarnos todo lo que se ha hecho”, resume.

La decisión de la familia ha sido la de denunciar lo ocurrido, pero no porque quieran que se busque a un culpable y pague por su error, sino para que nadie tenga que volver a pasar por un trance así. Desde el hospital han confirmado a La Repubblica el relato de los hechos y asumido el error pidiendo de nuevo perdón a la familia.

“De la reconstrucción de los hechos se desprende que se trató de un error material, por lo que el médico de turno asumió de inmediato la responsabilidad: en cuanto se percató del error, transcurridos unos 30 minutos, el profesional se puso inmediatamente en contacto con los familiares para tranquilizarlos sobre la condición de la paciente, expresando el más sincero pesar por lo sucedido”, recoge el comunicado.

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