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Un equipo femenil en ascenso ve más allá de la pandemia

Miembros del futbol femenil del Girondins de Burdeos durante un entrenamiento en Burdeos, Francia, el 9 de julio de 2020. (James Hill/The New York Times)
Miembros del futbol femenil del Girondins de Burdeos durante un entrenamiento en Burdeos, Francia, el 9 de julio de 2020. (James Hill/The New York Times)

PARÍS — Khadija Shaw vio una oportunidad.

Shaw, una delantera jamaiquina con un potencial aparentemente ilimitado, tuvo su selección de los clubes europeos más importantes en la víspera del Mundial Femenil del año pasado. El Manchester City llamó a su agente. También lo hicieron el Paris Saint-Germain de Francia y la Juventus de Italia. Sin embargo, Shaw, quien es conocida como Bunny (conejita), vio potencial en el Burdeos, un club en ascenso en la liga femenil de Francia.

El Burdeos es un nuevo converso al juego de las mujeres. Su equipo femenil se formó apenas en 2015 y ganó el ascenso a la primera división de Francia un año después. Financiado con los ingresos del equipo varonil de alto nivel del Burdeos, comenzó inmediatamente un ascenso metódico en la clasificación de la liga: ocupó el décimo lugar en su primera temporada, luego el séptimo y después el cuarto.

“Tenía muchas ofertas de diversas partes del mundo, pero el proyecto del Burdeos me sedujo”, comentó Shaw, quien aprendió a jugar en partidas callejeras con niños en Spanish Town, Jamaica, y se convirtió en una estrella en las universidades de Estados Unidos.

La temporada pasada, con la incorporación de Shaw y varias otras jugadoras importantes, el Girondins de Burdeos Femenil estaba “viviendo el sueño”, según el entrenador español del equipo, Pedro Martínez Losa. Con un récord para el equipo de 37 puntos, el Burdeos se ubicaba en el tercer lugar de la clasificación detrás del eterno campeón femenil de Francia, el Olympique Lyonnais, y su bien financiado perseguidor, el Paris Saint-Germain, cuando el coronavirus frenó la temporada.

Las posiciones en la tabla fueron congeladas, el Lyon fue declarado campeón y las esperanzas del Burdeos de conseguir un lugar en la Liga de Campeones se acabaron. Ahora, a medida que los clubes femeniles más importantes de Europa compiten en la final de la Liga de Campeones que se celebrará el domingo en España, y mientras el Burdeos se prepara para la nueva temporada, los seguidores del ascenso del futbol femenil europeo están preocupados ante la posibilidad de que la crisis financiera en el juego varonil haga que los equipos femeniles paguen el precio.

No obstante, por el momento, la pandemia no ha logrado alterar los planes del Burdeos. En tan solo cinco años, las mujeres del club han ascendido rápidamente en la jerarquía —lo que es evidencia, dijo Martínez Losa, de que cuando se les da la oportunidad y son liberadas de ser comparadas con el juego varonil, el futbol femenil puede prosperar—. El club no aceptó comentar sobre las finanzas del equipo femenil en específico, pero es muy probable que sus inversiones en jugadoras y entrenadores internacionales sean apuestas en ingresos futuros en lugar de un reflejo de los actuales.

Martínez Losa tiene un historial de transformar las dinámicas de los clubes. Con experiencia en España y en la National Women’s Soccer League de Estados Unidos, se mudó al Arsenal en 2014 y ayudó al club —durante años el equipo femenil más importante de Inglaterra— a navegar a través de una transformación, a medida que el dinero fluía hacia la división más importante del país. Para 2019, Martínez Losa partió a Burdeos, y el Arsenal estaba de nuevo en la cima.

Miembros del equipo femenil de futbol del Girondins de Burdeos se estiran durante un entrenamiento en Burdeos, Francia, el 9 de julio de 2020. (James Hill/The New York Times)
Miembros del equipo femenil de futbol del Girondins de Burdeos se estiran durante un entrenamiento en Burdeos, Francia, el 9 de julio de 2020. (James Hill/The New York Times)

En Francia, está adoptando un enfoque de dos vertientes. La primera es desarrollar jugadoras. La segunda es atraer talento de élite.

“El secreto no son las ideas”, dijo Martínez Losa en una entrevista telefónica realizada este verano. “Son las personas que ejecutan las ideas”.

Uno de los movimientos más recientes hacia esa visión es la más nueva incorporación al Burdeos, Ève Périsset. A los 25 años, ella ya representó a Francia en el Mundial y estuvo en el Lyon y el PSG.

Périsset dice que los cambios en el Burdeos le recordaron la integración del Lyon de sus equipos varonil y femenil en todas las instalaciones del club. Es una de las muchas maneras en las que el Burdeos se ha modernizado y profesionalizado en los últimos años.

Hace tres años, solo la mitad de las futbolistas del Burdeos jugaban a tiempo completo, dijo la lateral izquierda Delphine Chatelin, quien se unió al club en 2017. Muchas lavaban sus propios uniformes y equipo de entrenamiento y no eran consideradas profesionales. Sin embargo, conforme el equipo destinó más dinero e interés hacia el equipo femenil rumbo al Mundial de 2019, en el cual Francia fungió como país anfitrión, jugar futbol se convirtió en la ocupación principal de cada miembro de la escuadra.

Aunque las inversiones en salarios e instalaciones han ayudado a transformar a los equipos femeniles en varios de los principales clubes europeos, una amplia brecha permanece entre las potencias establecidas como Lyon, Chelsea y Barcelona y sus rivales nacionales. Por ejemplo, a pesar de su reciente estrategia con el equipo femenil, el Burdeos aún opera con un presupuesto que se estima que es tres veces menor al del Lyon y el PSG. Muchos otros equipos franceses, incluidos algunos en la primera división, aún alinean en sus equipos a jugadoras no profesionales o semiprofesionales.

GRENOBLE, FRANCE - JUNE 18: Khadija Shaw of Jamaica during the 2019 FIFA Women's World Cup France group C match between Jamaica and Australia at Stade des Alpes on June 18, 2019 in Grenoble, France. (Photo by Craig Mercer/MB Media/Getty Images)
Khadija Shaw. (Photo by Craig Mercer/MB Media/Getty Images)

El sindicato de jugadores profesionales de Francia dijo que las negociaciones iniciadas después del Mundial Femenil eran un esfuerzo para alentar la paridad competitiva en Francia y “para evitar ampliar la creciente estructura de otros países europeos”.

Para Shaw, jugar en Europa ha sido un sueño hecho realidad.

No hay muchas oportunidades en el Caribe como las que existen en Estados Unidos y Francia”, dijo Shaw, quien jugó futbol universitario en Florida y Tennessee. Afirma que unirse al Burdeos fue una oportunidad de aprender un estilo más europeo de posesión del balón con Martínez Losa y continuar motivando a jugadoras jóvenes en su país natal.

“Trato de decirles a las mujeres más jóvenes en mi país: ‘Oye, mira, no vamos a ser tan privilegiadas, pero eso no define lo que podemos hacer’”, dijo Shaw. “Para mí, no se trata del lugar de dónde provienes. Se trata de hacia adónde te diriges”.

De muchas maneras, la perspectiva de Shaw refleja la esencia de su club. Al haber incrementado recientemente su presupuesto para fichar a Shaw, Périsset, a la portera inglesa Anna Moorhouse y a la delantera neerlandesa Katja Snoeijs, el ascenso extendido del Burdeos ahora depende de que alcance a alguna de las potencias tradicionales de Francia. El compromiso financiero ha sido significativo hasta el momento, pero no es algo que Frédéric Longuépée, el director de operaciones del club, lamente haber hecho.

Al final, dijo, “lo que hace la diferencia en el futbol es el presupuesto”.

Eso es lo que ha hecho que este año sea tan difícil. El Burdeos recibió un significativo impacto financiero debido a la crisis del coronavirus y la cancelación de las temporadas de las ligas varonil y femenil, dijo Longuépée, y ese boquete en el presupuesto tendrá consecuencias en todos los programas del club.

Con el regreso a los entrenamientos del equipo femenil desde julio, el futuro, por ahora, sigue siendo brillante. A pesar de los meses en confinamiento, el equipo solo perdió de manera apretada su semifinal de la Copa Francesa en agosto contra el PSG, 2 a 1. La próxima temporada trae nuevos desafíos, dijo Martínez Losa, pero insistió en que él y su equipo estaban preparados para enfrentarlos.

“El Burdeos solo tiene 5 años y ha progresado muy rápidamente”, dijo. Ahora es el turno de la sociedad, agregó, que tiene que “confiar en el juego de las mujeres”.

This article originally appeared in The New York Times.

© 2020 The New York Times Company