Un engranaje cada día más fiable

Sevilla, 12 abr (EFE).- El chileno Manuel Pellegrini ha logrado dotar al Betis de la fiabilidad y solidez marcas de la casa con un engranaje que cuesta mucho desarmar en contraste con lo que era familiar en las últimas temporadas y en algunos pasajes de ésta del equipo verdiblanco, que se derrumbaba con estrépito al primer contratiempo.

Pájaras como las vividas ante Getafe (3-0), Real Sociedad (0-3) o Athlétic de Bilbao (4-0), entre otros, cuesta ya verlas en un equipo que, en otras manos y circunstancias, se hubiera venido abajo a las primeras de cambio en partidos como el que disputó anoche en el Benito Villamarín ante el líder, el Atlético de Madrid (1-1).

Un gol como el logrado por el belga Yannick Carrasco en los primeros cinco minutos del choque del Benito Villamarín hubiera supuesto en otros momentos la antesala de una derrota segura, aunque el gen competitivo que ha insuflado Pellegrini ha hecho que los partidos se jueguen hasta el final como en la remontada de un 0-2 ante el Alavés.

El trabajo concienzudo del chileno ha hecho que lo que no hace mucho hubiera sido una bajada colectiva de brazos, ahora no se acuse y se traduzca en que siempre se sigue jugando y que, como resultado de ello, en lugar de un segundo gol en contra, pueda empatarse a los quince minutos, como hizo anche Cristian Tello.

El chileno ha trabajado la solidez y la mentalidad de los suyos desde que llegó al Betis el pasado verano para un proyecto de tres temporadas y, aunque con altibajos, ha sido en la segunda vuelta en la que los verdiblancos han ofrecido esa imagen de fiabilidad perseguida por el 'Ingeniero' con tenacidad germánica.

"No nos desarmamos nunca, ni con el gol de ellos", ilustró Pellegrini de la personalidad de su equipo y de su imagen y actitud "ante el puntero del campeonato", frente al que el chileno no se quejó, como es su sello, de dos bajas importantes que en otros tiempos sí se hubiesen acusado, la del mexicano Andrés Guardado y la del goleador Borja Iglesias.

Variaciones tácticas, como la de jugar sin un '9' puro para privar de referencias a los centrales colchoneros; implicación de toda la plantilla con la inclusión de jugadores como Cristian Tello, a la postre decisivo, o el mexicano Diego Lainez, quien bien pudo serlo, son algunas de las virtudes del Betis del chileno, quien hace de la necesidad virtud, habla lo sucinto y compone su mecano con lo que tiene.

Nunca ha pedido nada consciente de la situación económica, aunque sí ha exigido de forma creciente a su grupo y ha conformado un equipo que a estas alturas de la temporada se encuentra clasificado en sexta posición con 47 puntos, los mismos que la Real Sociedad, que es quinta, y con aspiraciones de clasificarse para jugar en Europa la próxima temporada.

"Somos un equipo muy competitivo que podemos jugar contra cualquiera de tú a tú. Si no se puede ganar, lo importante es no perderlo. Comenzamos perdiendo y supimos reaccionar. Esa circunstancia en otro momento nos costaba, ahora tenemos personalidad", destacó Pellegrini sobre lo reconocible de su equipo ante el líder.

Un Betis que ya no juega con el marcador en la cabeza, como lo definió en su día el entrenador santiaguino, y que en las dos próximas jornadas recibirá en el Benito Villamarín al Valencia y al Athletic de Bilbao antes de afrontar un doble desplazamiento ante el Real Madrid y el Valladolid.

Los siguientes peldaños del Betis en su lucha por el objetivo europeo serán el Granada y el Huesca en el Benito Villamarín, el Éibar en Ipurúa y el epílogo liguero frente al Celta en Balaídos.

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