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El llanto de Éver Banega al despedirse de Sevilla: "Gracias por dejarme ser parte de esta historia"

"Hasta siempre, mi Sevilla". Entre lágrimas, casi sin poder terminar la frase de la emoción contenida y ante el aplauso de los presentes, Éver Banega se despidió de Sevilla después de cinco temporadas. El volante argentino de 32 años continuará su carrera en el club Al Shabab de Arabia Saudita y deja el club andaluz con una gran imagen futbolística: fue una de las grandes figuras de la reciente conquista de la UEFA Europea League, la tercera que ganó en la institución.

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Tras una presentación repleta de elogios para el "Mago", tal como lo llamaron los directivos del Sevilla, el presidente del club, José Castro, destacó las cualidades del futbolista y "su don de gentes que ha demostrado en todos estos años". A lo largo de sus cinco temporadas, Banega jugó 238 partidos y marcó 29 goles desde su llegada en agosto de 2014 para completar un brillante ciclo que solo tuvo un pequeño corte en la temporada 2016/2017 cuando jugó para Inter de Milán.

Emocionado frente al difícil adiós a un club que lo acobijó y en el que se pudo afianzar como un gran referente y figura de la Liga de España, Banega se despidió de los directivos, los empleados y los hinchas con la lectura de una carta, con lágrimas en los ojos y la voz quebrada, en un reducido acto realizado en la sede del Sevilla que fue transmitido por su canal de YouTube.

Les deseo el mayor de los éxitos, los voy a extrañar mucho y les aseguro que, vaya donde vaya, tienen un sevillista más. Hasta siempre, mi SevillaÉver Banega

"Me quedo con el cariño de los hinchas y los valores de este club. Acá me dieron la confianza para poder trabajar con una sonrisa, para ayudar a mi equipo a conseguir cosas importantes, para crecer como futbolista y sobre todo como persona. Jamás olvidaré todos los momentos vividos, como las UEFA que hemos logrado juntos", dijo el mediocampista rosarino.

"Acá me enseñaron que rendirse está prohibido y que luchar por este escudo con humildad y sacrificio valdría la pena. Y sí. Valió la pena. Porque vestí 238 partidos esta hermosa camiseta", señaló Banega. "Aprendí a jugar de otra forma, alcancé la madurez y disfruté mucho de jugar en el Sevilla. Ahora llegó la hora de partir, son decisiones que tomamos los jugadores y así es el fútbol. Pero mi cariño quedará por siempre en este lugar".

Tras agradecer al presidente José Castro Carmona y la directiva, al manager Monchi, a sus entrenadores desde Unai Emery hasta Julen Lopetegui, a las personas que trabajan en el club, a sus compañeros y los hinchas, Banega se quebró al hablar de su familia: "Por último, le agradezco a mi mujer y a mis hijos por acompañarme en esta aventura tan linda que vivimos en Sevilla. Sin ellos tampoco sería posible todo lo que he logrado. Ahora sí me despido. Gracias por dejarme ser parte de esta historia. Les deseo el mayor de los éxitos, los voy a extrañar mucho y les aseguro que, vaya donde vaya, tienen un sevillista más. Hasta siempre, mi Sevilla".

La despedida incluyó la proyección de un video con el saludo de los jugadores del plantel sevillano, quienes sumaron elogios y bromas que fueron festejadas por el futbolista, quien finalmente agradeció a sus excompañeros por el gesto.