La niña de 13 años que apunta a ocupar un volante de Ferrari en la Formula 1

Ella Stevens en lo alto del podio.
Ella Stevens en lo alto del podio.

Los mejores pilotos de la Formula 1 moderna dieron sus primeros acelerones en el mundo del karting. Michael Schumacher, Fernando Alonso, Lewis Hamilton… Todos ellos tuvieron sus inicios al volante de esos coches pequeños de ruedas diminutas pero velocidad endiablada. Los mismos que hoy conduce Ella Stevens, la última sensación del motor. Una niña británica de 13 años que despunta entre chavales y que además está bajo la atenta mirada de la escudería Ferrari. Algunos ya hablan de ella como la mejor promesa del mundo, mientras que los más lanzados la consideran la candidata perfecta para acabar convirtiéndose en la próxima mujer piloto de Formula 1. Algo que no sucede desde 1992 y que sólo se ha dado con cinco féminas (siete más han sido probadoras).

Este otoño, Ella Stevens estará ante la oportunidad de su vida. La adolescente forma parte del programa de la Federación Internacional de Automovilismo llamado Girls On Track Rising Stars, enfocado a chicas con pretensiones de llegar al profesionalismo. Sin embargo su techo está mucho más allá y actualmente trabaja para entrar en la escuela para pilotos jóvenes de Ferrari. Para ello tendrá que dejar claro que está lista para ello en el prestigioso circuito francés de Paul Ricard. Si vence tendrá un lugar asegurado en la Ferrari Driver Academy. Algo que, de todos modos, ella ve con la inocencia de alguien de su edad. “Si lo consiguiese… estaría bien”, declaró la chica a CNN. “Es una buena oportunidad para mí”. ¿Sólo una buena oportunidad, Ella? Sería histórico, pues nunca antes ha habido una piloto en la academia. Allí compartiría enseñanzas con el hijo de Michael Schumacher, Mick, y con el nieto de Emerson Fittipaldi, Enzo. Dicho de otro modo, estará rodeada de genes legendarios, aunque antes tendrá que demostrar que es mejor que las otras 24 chicas entre 12 y 16 años que competirán por el puesto.

Conducir como una chica

Ella Stevens es el estandarte de toda una generación femenina que planta cara a los chicos en el mundo del karting de formación. “Últimamente he visto a muchas niñas interesarse por el karting. Cuando compito veo a niñas en la parrilla junto a mí”, admite la joven. Empezó a pilotar karts con 6 años, empujada por la curiosidad que le despertaba desde bien pequeña ver a su hermano mayor en el asfalto. En 2017, con sólo 10 años, ganó el BirelArt UK Cadet Series, una competición en la que Hamilton también se coronó a esa edad y en la que todos los pilotos utilizan el mismo vehículo y el mismo motor, es decir, ruedan en igualdad de condiciones mecánicas y realmente se premia el talento y la conducción. Algo que tiene de sobra una Ella que no se esconde a la hora de reconocer que “mi parte favorita de conducir es la velocidad. Es lo que busco cuando entro en la pista”. Los 96 km/h que puede alcanzar un kart son suficientes… por el momento. “Me encantaría ser profesional de las carreras y alcanzar la Formula 1”, confiesa la chica. “Mi hermano y mi padre siempre han estado ligados al motor y a mí me gusta la velocidad, así que sería algo importante”.

El paso reto de Ferrari

Rob Smedley es ingeniero en Ferrari y uno de los mayores valedores de Ella Stevens. Actualmente hace las veces de su mentor en la Electroheads Talent Academy y ve en ella el talento para seguir dando pasos en el mundo del motor. Sin embargo, también es plenamente consciente de lo que significaría que una escudería como la del cavallino rampante se la jugase con una mujer como piloto. “Sería un paso enorme para Ferrari y hay que aplaudir lo que están haciendo”, explica. “Es increíble que una compañía con una historia tan rica se esté tomando tan en serio aumentar la diversidad de género en este deporte”. Al mismo tiempo, desde la compañía en sí misma lo ven como una evolución natural. “Sentimos que tenemos que hacer un esfuerzo para expandirnos y contar con mujeres jóvenes que quieren llegar al mundo del motor”, declara Mattia Binott, director de Ferrari. “Aun así, aunque no hay una barrera como tal, creemos que es más complicado para una mujer progresar en este terreno”. ¿Podrá Ella Stevens demostrar que no es así? De momento, va por el buen camino.

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