La única mujer en la nueva junta de Laporta es una líder independentista

Elena Fort atendiendo a la prensa. Foto: Facebook @JxCatalunya
Elena Fort atendiendo a la prensa. Foto: Facebook @JxCatalunya

El gran drama de un periodista es tener que contar cosas y rellenar las páginas que el público reclama en alguna de esas jornadas en que la actualidad está particularmente aburrida y no hay mucho que aportar. En esas ocasiones, valga el tópico, sudamos tinta para sacar el trabajo adelante. Hay otras veces, sin embargo, que vienen tan cargadas que el problema es el contrario: elegir. Este ocho de marzo de 2021 es un ejemplo perfecto: a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer (el apellido "Trabajadora", por algún motivo, solo se incorpora a veces) se une entre otras cosas, en el ámbito deportivo, la resaca de las elecciones en el Barcelona celebradas ayer. Y como ruido de fondo desde hace casi un mes, las elecciones no resueltas en Cataluña y el conflicto separatista en esta todavía comunidad autónoma de España.

Parece imposible, pero hay manera de combinar todo esto a través de un nombre: el de Maria Elena Fort i Cisneros. Se trata de la única mujer que formaba parte de la candidatura de Joan Laporta que se ha impuesto en los comicios culés y que, por tanto, se convertirá en directiva del club en cuanto tome posesión. Y además, fue diputada en el Parlament como integrante del grupo Junts per Catalunya, la candidatura independentista que lideró el antiguo president Carles Puigdemont.

Fort, socia número 8.711, es una de las figuras que vuelven tras la anterior etapa laportiana; entre 2008 y 2010 ya figuró como responsable del área Institucional y de Patrimonio. En aquel momento, el mandatario la nombró porque necesitaba gente de su confianza absoluta tras la moción de censura perdida ese verano; Laporta se negó a dejar su cargo, amparándose en que no se alcanzó la participación suficiente en la votación, pero sí vio cómo muchos directivos dimitían en bloque. Se quedó con un grupo de fieles (alguno de los cuales repiten más de una década después) e incorporó caras nuevas para cumplir con los estatutos, que exigen una cantidad mínima de miembros en la junta para no disolverla automáticamente.

Joan Laporta con los brazos en alto celebra su victoria en las elecciones con otros miembros de su candidatura
Fort (izquierda) celebrando la victoria con Joan Laporta (centro) y otros miembros de la candidatura. Foto: David Ramos/Getty Images.

Ahora, según cuenta Mundo Deportivo, Elena se hará cargo del Espai Barça, un proyecto de transformación del entorno del Camp Nou, en el barrio barcelonés de Les Corts, y de la ciudad deportiva en el municipio vecino de Sant Joan Despí. Parece la figura idónea para hacerlo, puesto que de formación es abogada con especialidad en derecho urbanístico. Hablamos de una de las socias de BRF Advocats, entidad que responde a las siglas "Bufete Ripol Fort" y que se ocupa de todo tipo de asuntos legales de tipo inmobiliario.

Este Espai Barça del que se encargará Fort es un proyecto particularmente importante para el futuro de la entidad, y más ahora que está sumida en unas circunstancias monetarias particularmente delicadas. Entre los objetivos del plan está la obtención de "ingresos para el club gracias a más espacios de hospitalidad, restauración, salas y palcos VIP y nuevas oportunidades de patrocinio". También pretende "revalorizar el patrimonio" de los culés mediante una "reordenación de los espacios para abrir las instalaciones" y la construcción de "edificios complementarios para el desarrollo social y económico".

Una primera fase, ya ejecutada, consistió en la construcción en Sant Joan Despí del estadio Johan Cruyff para acoger los partidos de los equipos filiales, lo que permitió que el antiguo Miniestadi, anexo al Camp Nou, ya no fuera necesario y se pudiera derrumbar para reutilizar unos terrenos muy bien situados. La iniciativa es heredada de la administración de Sandro Rosell, que la usó como una de sus principales bazas para ganar las elecciones de 2010; no obstante, la aprobación en referéndum ocurrió en 2014, cuando el sillón presidencial ya lo ocupaba Josep Maria Bartomeu, aunque aún de forma interina. Más del 70 % de los socios respaldaron un plan que, según las previsiones, costaría más de 600 millones de euros.

Ante tal panorama, el papel de Fort será clave para la supervivencia no solo de la nueva junta, sino del propio FC Barcelona. Le convendrá tener, por tanto, buenas relaciones con el poder. Y según se arreglen o se dejen de arreglar los pactos entre partidos para investir a alguien al frente de la Generalitat, el perfil de Elena, uno de los más claramente posicionados desde el punto de vista político, puede ser una gran ayuda... o un impedimento.

Porque Fort es independentista. Sin medias tintas. Basta ver algunas publicaciones de su Twitter para confirmarlo, en cuya biografía de perfil hay un lazo amarillo y hace referencia a que desea vivir en una Catalunya lliure:

"El Barça NO tendría que jugar la final de la Copa del Borbón. Por dignidad. Por valores. Por nuestra pruepa historia. Un título no está por delante de la dignidad de nuestros representantes. Basta de arrodillarse". Esto escribió antes de la disputa del último partido del torneo de la temporada 2017-18, que los azulgranas ganaron por un contundente 0-5 sobre el Sevilla.

"Plenamente identificada con el país. Independentista de toda la vida, solo quiero sumar para formar la República". Así se definió, en declaraciones que recogió en su momento Crónica Global. Habrá quien esté de acuerdo con ella, habrá quien no; lo que no se puede negar es que su actividad pública es coherente con su pensamiento.

Porque eso es lo que explica que aceptara integrarse en las listas de Junts per Catalunya, la coalición que agrupó a las distintas fuerzas de ideología independentista y tendencia más bien conservadora en torno a la figura de Carles Puigdemont de cara a las elecciones autonómicas de diciembre de 2017. Las ganó Ciudadanos, con Inés Arrimadas al frente, pero el pacto entre Junts y Esquerra Republicana, segunda y tercera fuerzas respectivamente, permitió investir a Quim Torra, segundo de a bordo, ya que Puigdemont se había marchado a Bélgica en episodios de sobra conocidos y que escapan a las competencias de la sección de Deportes.

Lo que nos interesa ahora es que Fort, que había dicho "yo no soy política, no sé hacerla", aceptó figurar en el puesto 23º de las papeletas de Junts en la circunscripción de Barcelona. Inicialmente no logró plaza, puesto que su partido solo consiguió 17 escaños en esta provincia. Pero a lo largo de 2019 se produjeron varias renuncias que hicieron que fueran corriendo nombres, con lo que el 25 de mayo de ese año se le entregó su acta. La mantuvo hasta el pasado 21 de diciembre, fecha en que se anunció el inicio del nuevo proceso electoral. Esta vez también se ha presentado, pero en el número 26, así que de nuevo se ha quedado fuera (al menos por ahora). Como tampoco entró en el ayuntamiento de Barcelona en las elecciones municipales de 2019: iba en el 36º lugar, pero la candidatura de Joaquim Forn se quedó en apenas cinco concejales.

Su postura, sin duda, también va en línea con la propia de Joan Laporta, quien en los últimos años no ha ocultado su ideología independentista. Ya en su momento fue motivo de tensiones, aliviadas (en parte) por los éxitos deportivos conseguidos durante aquellos años. Desde entonces no cabe duda de que el clima se ha enrarecido muchísimo, con posiciones cada vez más radicalizadas por ambos bandos. Una solución a corto plazo es muy poco probable; mientras tanto, al menos, los periodistas tendremos mucho material para escribir.

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