El Super Bowl LIII se va para New England; Tom Brady, el mejor de la historia

(AP Photo/Jeff Roberson)
(AP Photo/Jeff Roberson)

Para los clásicos amantes del futbol americano, dirán que fue un juego espectacularmente definido a la defensiva. Para aquellos quienes llevan amando este deporte por los últimos 20 años o menos, comentarán que fue un encuentro aburrido.

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Los puntos de vista no se dejarán esperar, y seguramente desatarán a las redes sociales. Lo que sí dejó sorprendidos a todos, clásicos y no, es que las defensivas salieron a dominar el emparrillado. Cuando se esperaban más de 50 puntos combinados, hasta el cuarto final, el duelo estaba empatado a 3 puntos por bando.

Solo los Super Bowls IX Steelers vs Vikings (2), LII Patriots vs Rams (3), XXIII Bengals vs 49ers (6) y III Jets vs Colts habían dejado la menor cantidad de puntos al finalizar el primer medio. Con los tres puntos conseguidos por los New England Patriots en este Super Bowl LIII, se les une a esta no muy agraciada lista en el juego por el campeonato de la NFL.

Adentrándonos ya en el juego, Tom Brady y Jared Goff no entraban en ritmo al paso de los minutos y de las series ofensivas. Erráticos, poco efectivos y sin hilar series poderosas, no consiguieron llegar a la zona roja. Brady quedaba corto con los pases, se le veía fuera de ritmo. En comparación con Goff, a quien el pánico escénico le pudo más, y nunca se lo pudo quitar de la cabeza.

Cuando parecía que nunca se rompería la defensiva de los Rams, ya que pasaron mucho tiempo en el emparrillado, sus frontales: Aaron Donald, Ndamukong Suh y Dante Fawler Jr empezaron a aflojar el paso, hasta que llegó la gran jugada para los Patriots. Con 7:’05 por jugar, cayó el primero y gol, y el primer touchdown del juego por la vía terrestre.

El juego tomó ritmo después de que se diera el primer touchdown del juego. Los Rams tomaron ritmo, y a pesar de que empezó a sentir más presión por parte de la defensiva de los Patriots, la ofensiva caminó efectivamente, un error de novato por parte de Jared Goff que lo llevó a lanzar el ovoide de forma anticipada, que finalizó en intercepción por medio de Stephon Gilmore, esquinero de los Patriots. La actitud de derrota del QB de los Rams, prácticamente selló el duelo, que encumbraría mucho más la figura de Tom Brady, y la franquicia de los Patriots seguiría creando historia en el deporte de las tacleadas.

El estudio que realizó Bill Belichik de la ofensiva de los Rams, dirigidos por Sean McVay, fue perfecto. Las jugadas de finta y pase (play action), no lo pudieron utilizar, cuando era su mejor herramienta, y sin, que le pregunten a los New Orleans Saints. Los hicieron pedazos con esa jugada. Contra Nueva Inglaterra, no pudieron.

Mucho tiene por aprender McVay. Un joven con talento único y especial para entender el futbol americano, pero que claramente fue superado por un viejo lobo de mar, como Belichick. Le venció a nivel ofensivo y defensivo, además de contar con el mejor jugador de la historia, Tom Brady.

Dichosos todos nosotros quienes hemos tenido la oportunidad de ver al número 12 de los Patriots. Muchos todavía creíamos que Montana, Bradshaw, Stauback eran los mejores de la NFL, Brady nos ha callado la boca a todos, con éxitos. Seis títulos de la NFL en nueve Super Bowls jugados. Un fenómeno que, como el flautista de Hamelin, encanta a propios y extraños. El resultado final fue NE Patriots 13-3 LA Rams.

Aunque la espectacularidad llegó al final del juego, el Super Bowl LIII colocará en la historia a los New England Patriots como la mejor franquicia de la NFL. ¿Podrá alguna otra ser tan hegemónica como los Patriots? Pago por ver.