El Real Madrid 2019-20 serán Benzema y diez más

REUTERS/Susana Vera
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Ganó el Real Madrid al Athletic de Bilbao 3-0 y Karim Benzema firmó un hat-trick. Está redondeando el francés una temporada espectacular, en la que ya suma 30 goles, siendo el segundo máximo goleador de la Liga y el máximo (con 11) goleador de cabeza de las grandes ligas europeas. Está a dos tantos de alcanzar su mejor marca como madridista (en el temporada 2011-12) y ha marcado los últimos 8 tantos madridistas –superando a en ese apartado a históricos Puskas, Santillana (consiguieron marcar 7 consecutivos) y Cristiano Ronaldo (6).

Por todos esos fríos números, pero sobre todo por la clase de decencia deportiva y pundonor que ha dado esta temporada Karim, el año que viene el equipo madridista debe empezar a formarse en base a él.

Sólo el 9 madridista ha demostrado este año estar a la altura de lo que requiere el Real Madrid. Y no pienso ahora subirme al tren de los que dicen (incluidos Zinedine Zidane) que Benzema es de los mejores delanteros de Europa. No. Benzema es muchas cosas, pero no un delantero típico. El hecho de que haya roto 30 redes este año (Ronaldo lleva 26 en la Juventus) es la excepción que confirma la regla, porque Karim no debería estar en esos registros. Al menos, no debería estarlo sin contar con un compañero que hubiera anotado 50, porque lo del francés es mucho más de dar que de rematar.

Su mejor temporada goleadora en el Real Madrid fue la 2011-12, en la que se consagró como el acompañante de lujo de Ronaldo, a quien además ayudó con 32 goles. Cifras para nada despreciables, pero que no escondían la realidad: el foco del ataque era el portugués, y Benzema era una maravillosa pieza perfectamente afinada en la orquesta de aquel ataque merengue.

Pero lo que ha conseguido este año Benzema, dando un paso adelante en el apartado goleador, tirando del equipo en los momentos más difíciles y demostrando tener una madera de líder que pocos adivinaban en él, no ha hecho más que constatar que estamos ante un jugador en plenitud. El año que viene, en el que el Real Madrid sufrirá infinidad de cambios, debe por lo tanto rendir tributo a este delantero que ha estado al pie del cañón cuando más lo ha necesitado el equipo.

Por supuesto que habrá quien critique que marcarle tres al Athletic de Bilbao sin nada en juego está bien, pero que dónde estaba el francés en los enfrentamientos ante el FC Barcelona y ante el Ajax, que acabaron por descarrilar al equipo de la Liga y de la Champions. Y tendrán razón. Porque Karim no es un hombre de área, un tipo capaz de batirse cuerpo a cuerpo con los mejores centrales del continente y cazar todo lo que caiga por el área. Para eso, el Real Madrid necesita hacer un gran fichaje, el de un goleador consumado (o con potencial de serlo, dependiendo como piense armar el equipo Zizou), para que en esos grandes partidos Benz se dedique a lo que mejor sabe hacer: hilar fino el juego entre líneas, mover al equipo en ataque, y entrar por sorpresa en el área.

Si a eso es además capaz de sumar una cifra entre 20 y 30 goles como ha hecho este año, bienvenido sea, pues a Benzema no se le pueden negar las ganas, el ímpetu, y el coraje que le ha echado a un año en el que todas han venido mal dadas y pocos han dicho “presente” con él.

Mucho podrían aprender los Gareth Bale, Marco Asensio, Isco Alarcón o Toni Kroos de la temporada del Benzema. Siempre dispuesto a ayudar, ni un mal gesto, jugando prácticamente todos los minutos, y desde febrero además con el dedo meñique de la mano derecha roto. El ex del Lyon se ha revelado como un verdadero titán, un líder incuestionable dentro del vestuario y un fantasista de dibujos animados en el césped.

A todo eso, por si fuera poco, le ha sumado un instinto de killer espectacular y desconocido hasta ahora. El año que viene, Zidane deberá hacer sus planes empezando con él, y luego buscar otros diez jugadores para montar el equipo. Karim se lo ha ganado.

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