El noble gesto del Bayern Munich con un equipo que usaba camisetas 'pirata'

Entre el 16 y el 22 de febrero de 2000, muchos colombianos supieron que existía el corregimiento de El Salado, una pequeña población de escasos 500 habitantes cercana a la famosa Cartagena de Indias -las distancian 114 kilómetros-. Durante aquellos días, una masacre paramilitar segó la vida de 66 civiles y desplazó a otras 300, en una de las arremetidas más violentas de principios de siglo en Colombia.

La zona, que hace parte del municipio de El Carmen de Bolívar, fue una de las más afectadas por las confrontaciones entre distintas facciones armadas, incluyendo el Estado, y sus habitantes tuvieron que convivir con este entorno por mucho tiempo. Quizá por ello han celebrado como pocos los acuerdos de paz firmados en años recientes entre el Gobierno y las agrupaciones violentas que allí tenían sus reductos.

El posconflicto, además de traerles paz y tranquilidad, les ha permitido a estas comunidades integrarse a través del fútbol, con torneos regionales en los cuales participan equipos de las distintas poblaciones. Lo anterior a pesar de que durante años han sido olvidadas por los gobiernos locales, no en vano El Carmen de Bolívar ha sido entre los diez municipios más pobres del país.

Por eso, el pasado 9 de marzo la sorpresa fue tal cuando a un partido que disputaban los equipos de El Salado y Espiritano, un poblado rural, llegaron unos regalos con empaque original provenientes desde Munich, Alemania.

Desde allí, sin saber cómo, alguien, o mejor algunos los estaba observando y siguiendo. Se trataba de algunos directivos del Bayern Munich, el cinco veces campeón europeo, que se encargaron de enviarles un detalle y apoyar su integración. ¿Por qué?

Las camisetas tuvieron la culpa

Las réplicas de camisetas de los clubes de fútbol más populares del mundo son muy populares en Colombia, y en el mundo por supuesto. El alto costo de las prendas oficiales incita a que en el mercado negro se ofrezcan copias de las indumentarias a precios más accesibles para la población con menos recursos.

Esta, por las razones económicas ya expuestas antes sobre El Carmen de Bolívar, fue la alternativa a la que acudió el equipo de Espiritano, para lucir camisetas “piratas” o “chiviadas” (en el argot colombiano) del Bayern Munich en el torneo regional.

La fundación Tiempo de Juego registró los torneos anteriores, y publicó un libro llamado La pelota de trapo, en la que contó la historia de las camisetas no oficiales del Bayern Munich, sin imaginar que las imágenes le llegarían al presidente de las Américas de FC Bayern Munich, Rudolf Vidal.

“Cuando vimos esta historia nos sentimos inspirados por el efecto positivo que tuvo el fútbol en esta región y quisimos fomentar aún más el crecimiento de comunidades como las de El Salado y Espiritano, que es algo que coincide con los valores de nuestro club”, dijo Vidal a la web oficial del club alemán.

Entonces decidió unirse al fomento de la paz a través del fútbol, y quiso que Espiritano luciera las prendas oficiales del club cuando juega de local, pero para dejar a todos contentos, también les envió la indumentaria de visitante a sus rivales de El Salado.

Los uniformes llegaron a la cancha principal de El Carmen de Bolívar, antes de que comenzara el partido entre ambos conjuntos, cuyos jugadores se llevaron una sorpresa al saber que uno de los equipos más famosos del mundo los había tenido en cuenta, incluso con sus nombres marcados en las espaldas.

El Bayern Munich demostró así que su relación con Colombia va más allá de tener en sus filas a uno de los mejores jugadores de la historia de este país, James Rodríguez, y también lo hizo como una manera de consentir a una afición que desde que el 10 arribó al equipo (2017) le ha mostrado su cariño al cinco veces campeón europeo.

Un gesto que la afición y las comunidades afectadas por la violencia valoraron del club alemán.