El Giro de 2020 podría comenzar con una etapa virtual

CROCE D'AUNE - MONTE AVENA, ITALY - JUNE 01: Vincenzo Nibali of Italy and Team Bahrain - Merida / Richard Carapaz of Ecuador and Movistar Team Pink Leader Jersey / Mikel Landa Meana of Spain and Movistar Team / during the 102nd Giro d'Italia 2019, Stage 20 a 194km stage from Feltre to Croce D'Aune - Monte Avena 1225m / Tour of Italy / #Giro / @giroditalia / on June 01, 2019 in Croce D'Aune - Monte Avena, Italy. (Photo by Luca Bettini-Pool/Getty Images)
Richard Carapaz, 'maglia rosa' del Giro de Italia 2019. Foto: Luca Bettini-Pool/Getty Images.

La edición de este año del Giro de Italia ha sido especialmente relevante de cara al público. Uno de los factores de su éxito ha sido el triunfo del ecuatoriano Richard Carapaz, escalador de 26 años del equipo español Movistar. Ya el año pasado había apuntado maneras, al quedar cuarto, pero aun así su victoria ha sido totalmente inesperada y un soplo de aire fresco muy de agradecer en el mundo del ciclismo.

Los organizadores del Giro quieren ahora conservar a toda costa el interés de la audiencia. Y para lograrlo se les ha ocurrido una idea de lo más ingeniosa, que puede abrir la puerta a toda una revolución en el futuro de las grandes carreras. Se trata ni más ni menos que de organizar una etapa virtual.

Tal cual suena: los ciclistas competirán por una ruta que no existe en el mundo real, sino que solo aparece reflejada en la pantalla de un simulador, mientras pedalean en una bicicleta ensamblada a un rodillo. El software necesario lo desarrolla la compañía Zwift y ya es bastante popular entre usuarios domésticos. Se estima en más de medio millón de personas en todo el mundo los que han probado esta tecnología.

El procedimiento es sencillo: los ciclistas ejecutan el programa en sus ordenadores y van completando recorridos que ven en sus pantallas mientras una aplicación recoge, transmite y procesa los datos de fuerza y potencia que recibe el rodillo con el pedaleo para determinar la velocidad a la que se mueve el personaje en el mundo virtual. A la vez, Zwift también va enviando datos al rodillo sobre el tipo de terreno que se está recorriendo y la inclinación, para que se ajuste en consecuencia la tensión y la resistencia que ejerce la máquina. Así, se pueden emular los grandes puertos y las carreteras más célebres del planeta en el salón de cualquier casa.

Los organizadores del Giro están planteándose utilizar este sistema para la etapa prólogo, que tradicionalmente suele ser una contrarreloj muy corta, de menos de diez kilómetros, en un recorrido urbano. La carrera del año que viene aún no tiene el recorrido definido, aunque se sabe que las primeras etapas se disputarán en Hungría. Por lo tanto, no es descartable que esta prueba se dispute en un recinto interior en Budapest.

Mauro Vegni, director de organización del Giro, ha confirmado en el portal especializado VeloNews que están “considerando” la opción de incluir este sistema, aunque no hay nada cerrado. A Vegni le atrae la idea de que los aficionados puedan “competir de forma virtual contra los campeones que recorren la ruta todos los días”. Sería la primera vez que en el ciclismo profesional se emplea esta novedad; la propia Zwift ya ha hecho una prueba este mismo año en el Giro, replicando el recorrido real del prólogo disputado en Bolonia, pero no implicando a los participantes de la carrera, sino poniendo el recorrido a disposición de los usuarios el mismo día y permitiendo que lo hicieran también algunos ciclistas profesionales que no estaban inscritos en la ronda italiana.

Con respecto a la edición de 2020, lo que se plantea en esta etapa virtual, si finalmente sale adelante, es que los tiempos obtenidos no contaran para la clasificación general. Solamente servirían para determinar quién empieza luciendo la maglia rosa, el maillot de este color que designa al líder de la carrera.

Aunque a los críticos más puristas les pueda parecer extraño que se compita no en el asfalto sino en un recinto cerrado, otros seguidores del ciclismo creen que la idea puede ser muy buena. Entre sus ventajas destacan la posibilidad de crear una auténtica fiesta del ciclismo en un espacio, como un pabellón polideportivo, en el que las gradas permitan crear un ambiente festivo comparable al de otros deportes. Además, de esta manera se evitan posibles decepciones porque lo que se concibe como una fiesta de inauguración quedara deslucido en caso de mal tiempo, y se evitan caídas y lesiones que, como ha ocurrido alguna vez, acabaran con alguno de los favoritos a las primeras de cambio.

También es interesante el hecho de que el software permita replicar la ruta a cualquier ciclista del mundo en su propio domicilio y compararse con los profesionales, lo que, se cree, puede ayudar a incrementar la audiencia y la afición por la bicicleta especialmente en el público más joven. Eusebio Unzué, director de Movistar, se ha manifestado en este sentido: “Soy un defensor de la idea de modernizar este deporte. A veces estamos un tanto anclados en el pasado y hacemos lo mismo que hace 40 años”, dijo a VeloNews.

En el pelotón, sin embargo, hay quien no está del todo de acuerdo. VeloNews recoge la opinión de corredores como el estadounidense Joe Dombrowski, del equipo EF Education First. “No me gusta. No me malinterpretéis, creo que Zwift es un gran invento. Pero la carrera es una cosa distinta. No solo va de watios y de la ratio de potencia por peso. También hay mucha habilidad, táctica y un componente de suerte”.

¿Tú qué opinas? ¿Es buena idea incluir una etapa virtual o estaría desluciendo la carrera real? ¿Te animarías a competir contra los ciclistas del Giro usando este programa? ¡Di lo que piensas en los comentarios!

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