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El futbolista colombiano que sobrevivió a la peor masacre del país y fue clave en el ascenso de su club

Eliécer Espinosa, futbolista colombiano (Foto Facebook Leones FC Sitio Oficial))
Eliécer Espinosa, futbolista colombiano (Foto Facebook Leones FC Sitio Oficial))

Por Sebastián Aguirre Eastman – Medellín, Colombia

Eliécer Espinosa tenía seis años cuando ocurrió la masacre. En los últimos días de abril de 2002, los constantes combates entre la guerrilla de la Farc y grupos paramilitares generaban temor entre los habitantes de Bojayá y Vigía del Fuerte, municipios de la región de Urabá que comparten los departamentos de Chocó y Antioquia, en la selva del Pacífico colombiano.

Incontables pares de sandalias y zapatos abandonó Eliécer en la cancha de fútbol o en las orillas del río Bojayá por salir corriendo a casa para huir de los disparos entre ambos bandos.

El 1 de mayo de 2002, el enfrentamiento se recrudeció en Bellavista, cabecera municipal de Bojayá, que sirvió como escenario principal de la toma. Al día siguiente, en horas de la mañana, cerca de un centenar de personas, de las mil que habitaban ese caserío, buscaron refugio en la iglesia.

Vista aérea de la iglesia que fue atacada por guerrilleros de las FARC (AP Photo/Ricardo Mazalan)
Vista aérea de la iglesia que fue atacada por guerrilleros de las FARC (AP Photo/Ricardo Mazalan)

Los guerrilleros, pensando que allí resguardaban a los paramilitares, lanzaron un cilindro de gas para provocar una explosión en el templo. El Centro Nacional de Memoria Histórica calcula que fueron 80 muertos, de ellos 48 menores, y una cantidad similar de heridos, además de un desplazamiento masivo a poblaciones cercanas luego del ataque.

Eliécer y su familia no estaban en el templo pero sí muy cerca de allí. Hoy, con 21 años (nació en marzo de 1996), el joven recuerda la fuerte explosión y los momentos de angustia, pero su mente poco más retuvo de ese instante.

Así quedó la iglesia de Bellavista, en Bojayá, después de la masacre. (AP Photo/Ricardo Mazalan, archivo)
Así quedó la iglesia de Bellavista, en Bojayá, después de la masacre. (AP Photo/Ricardo Mazalan, archivo)

“A mí me daba muy duro, sentía mucho miedo”. Eliécer y su familia tuvieron que desplazarse del pueblo. Él cogió con su mamá para Quibdó, capital del Chocó.

El retorno y sus sueños

Luego de un tiempo regresarían al pueblo, como lo hicieron cerca de 900 personas, cuando las condiciones de seguridad, al menos en palabras de las autoridades, se los permitieron.

Eliécer vivió allí hasta los doce años. Junto a su hermano Otoniel y un cuñado viajaron a Turbo, uno de los municipios más grande del Urabá, donde ingresó a una escuela de fútbol.

Talento tenía, ganas también. En 2010 fue visto por dirigentes del fútbol en Medellín, que lo llevaron a esa ciudad para vincularlo al Arco Zaragoza, club juvenil conectado con las divisiones menores del Envigado, de la primera división de fútbol colombiano.

Hizo parte de la Selección Colombia sub15. Acudió con el equipo nacional a un Mundialito que organizó en Bolivia la Academia Tahuichi Aguilera en Santa Cruz de la Sierra.

El Envigado le daría la oportunidad de debutar en 2015 en el fútbol profesional colombiano. Alcanzó a jugar tres partidos en la Liga, y otros cinco en la Copa Colombia.

En julio de 2017 fue traspasado al club Leones de Itagüí, de la segunda división. Una lesión en los meniscos apenas llegó al equipo no le permitió jugar sino hasta el pasado 16 de noviembre, en la visita al Cúcuta Deportivo por el partido de ida de la semifinal del campeonato de ascenso.

Al minuto 93, Leones perdía 1-2 y se ponía en desventaja. Eliécer tomó un rebote en el área rival y empató el partido. En su primer partido le dio al equipo un resultado clave, que a la siguiente semana lo ratificaría con una victoria 2-1 como local y el paso a la final.

Eliécer y el trofeo que los acreditó como campeones del torneo 2017-II del fútbol de ascenso en Colombia (Foto Facebook de Eliécer Espinosa).
Eliécer y el trofeo que los acreditó como campeones del torneo 2017-II del fútbol de ascenso en Colombia (Foto Facebook de Eliécer Espinosa).

El domingo 26 de noviembre, Eliécer integró la nómina del Leones que hizo historia al ascender a la primera división del fútbol colombiano, un hecho inédito para este club de la ciudad de Itagüí, vecina de Medellín.

Las vacaciones de fin de año, como siempre lo hace, Eliécer irá a su pueblo natal para recordar viejos tiempos, buenos y malos, disfrutar con su familia, con su novia e hijo, y volver a bañarse en el río del que muchas veces tuvo que huir por culpa de una violencia que, espera, no vuelva a aparecerse por allí.

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