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El fútbol siempre da revancha, Lucchetti

Sí, no cabe duda. El fútbol siempre da revancha. Es una de las tantas frases que se identifican con el más popular de los deportes y apuntan a aquellos que sufren los altibajos propios de la actividad.

Cristian Lucchetti bien lo sabe. El veterano arquero de Atlético Tucumán vuelve a saborear las mieles del éxito luego de alternar buenas y malas.

Debutó en Banfield en 1996. Siete años más tarde probó suerte en México, más precisamente en Santos Laguna donde estuvo una temporada. Volvió a la Argentina donde jugó primero en Racing y luego regresó a Banfield, alcanzando su máximo logro al consagrarse campeón en aquel recordado equipo que dirigía Julio César Falcioni en el año 2010.

Fue figura y Boca Juniors se lo llevó, pero sólo duró una temporada. Su tercera experiencia en Banfield no fue del todo satisfactoria. En 2012 el taladro descendió y al poco tiempo rescindió su contrato.

La vuelta al fútbol grande la tuvo con Atlético Tucumán y hoy no sólo es figura sino también ídolo de la hinchada del “Decano”.

Este jueves fue clave para conseguir el pase histórico a la fase de grupo de la Copa Libertadores de América. Lucchetti protagonizó una atajada magistral sobre el final del partido ante Junior que aseguró el resultado. Esa tapada salvó un gol que hubiese significado la clasificación del equipo colombiano.

En el final, en medio de la alegría y los festejos, el “Laucha” no ocultó su emoción y en medio de las lágrimas que recorrían sus mejillas agradeció al público tucumano.

Un final de etapa y un principio de otra con todas las pilas cargas. Se lo merece. Porque es así, el fútbol, tarde o temprano, siempre da revancha…

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