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El éxito de Kobe Bryant y sus recuerdos son un arma de doble filo

La sombra de Kobe Bryant es tan alargada que los artículos de los recuerdos de su juventud son de lo más codiciados. Los saben, o creían que lo sabían, los ladrones que el domingo robaron algunos de esos artículos expuestos en Lower Merion High School. También son conscientes del problemas con sus padres, que hace cuatro años se vieron inmersos en un juicio para devolver mercadería de su hijo tras intentar venderla a un precio de 500,000 dólares.

El orden de los factores es distinto y habrá que empezar por el episodio más reciente, sin embargo el sentido es el mismo: sacar provecho de la sombra que ha dejado el ganador de cinco anillos de la NBA antes, durante y después de sus 20 años en la élite del baloncesto.

El domingo por la noche, mientras millones de personas no daban crédito a la épica remontada de New England Patriots sobre los Atlanta Falcons en la Super Bowl, los vigilantes del instituto se dieron cuenta de que uno o varios cacos de Philadelphia habían entrado en el antiguo colegio en el que estudió Kobe y usurparon su santuario. Su botín consistió en una camiseta enmarcada (réplica de la que verdaderamente utilizó en su época de estudiante), varios pares de calzado deportivo firmados por él y el trofeo y la red del campeonato estatal que lograron en 1996.

Según representantes del colegio, los artículos no tienen un valor económico desorbitado, ni mucho menos, pero sí uno sentimental lógico que intentarán reparar si las autoridades no son capaces de localizar al responsable o responsables del hurto.

No es la primera vez que los artículos de los recuerdos del MVP en 2008 salen a escena envueltos en la polémica. La relación entre Kobe y sus padres es inexistente desde 2013, cuando intentaron sacar a subasta sin su consentimiento seis memorias de la época en la que su hijo iba al Lower Merion High School por un valor de 500,000 dólares. El propio exjugador reconoció que su relación estaba deteriorada, e incluso no invitó a sus progenitores al su partido de despedida de la NBA en el que anotó 60 puntos.

“Nuestra relación es una mier*&. Les digo que les compraré una buena casa y la respuesta es que eso no es suficiente. ¿Y por eso venden mi mier*&?”

El arrepentimiento de sus padres no fue suficiente para restaurar la relación en incluso Kobe reconoció que ya no ayuda económicamente a sus hermanas porque tienen carrera universitaria y posibilidades de valerse por ellas mismas. El exrepresentante de Los Angeles Lakers reconoció incluso que se inspiró en los fracasos de jugador que vivió su padre para revertirlo en su triunfo personal.

No cabe duda de que la sombra de Kobe es alargada y eso puede ser un arma de doble filo.

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