El espeluznante crujido de Andrew Bogut

Sólo hicieron falta 58 segundos para que el nuevo rumbo de Andrew Bogut en Cleveland Cavaliers quedara mermado. El día de su debut, el pívot de origen australiano se fracturó la tibia de la pierna derecha y LeBron James escuchó el crujido. Ambos se dieron cuenta desde el principio de que la cosa no pintaba bien.

Unos días antes, el cuatro veces MVP le dio una bienvenida peculiar a Bogut. El recién llegado a los Cavs siempre usa el dorsal número seis a la espalda y durante su primera práctica, le dieron el 6.5. Su nuevo compañero y líder del equipo utiliza el seis en los entrenamientos y de ninguna manera permitiría que un jugador nuevo se lo arrebatara.

“Me vengaré”, afirmó en el momento Bogut.

Pero la venganza tendrá que esperar, porque en el momento en que ambos escucharon el crujido se acabó la temporada para el pívot. De un plumazo, sin avisar y sin tiempo para que la afición se acostumbrara a verle con la camiseta del equipo. Es como si alguno de aquellos tweets que recibió Bogut en los que los aficionados de Golden State Warriors le deseaban lo peor se hubieran hecho realidad. Pocos entienden que en este negocio de la NBA los jugadores fluctúan más que el mercado de valores de la bolsa y de la noche a la mañana se gana un anillo con un equipo y se es candidato a hacer lo propio con otro. El ejemplo está en Anderson Varejao, pero a la inversa. Marchó de Cavaliers a Warriors.

En caso de que los Cavaliers logren el campeonato, Bogut se tendrá que conformar con recibir el anillo sin haber participado porque, de manera inesperada, se vio abandonando la cancha sin poder apoyar la pierna izquierda y ayudado por Tristan Thompson y James Jones. Y a partir de ahí, pruebas, cirugía, rehabilitación, acondicionamiento y a preparar su regreso para lo antes posible.

Bogut fue pieza fundamental del proyecto de los Warriors cuando lograron el campeonato de 2015 ante los Cavaliers y también formó parte del grupo que perdió también ante James y compañía en 2016. Durante el verano, tanto él como Harrison Barnes recalaron en Dallas Mavericks para que los californianos liberaran espacio salarial para la contratación de Kevin Durant. Las leyes del mercado NBA sacrificaron al australiano, quien tras contar con varias ofertas sobre la mesa, la semana pasada se decantó por los Cavs.

El jugador no es el único que se quedó cojo, el conjunto dirigido por Tyronn Lue pierde a una referencia interior que se antojaba fundamental para sus aspiraciones a llegar a lo más alto de la Conferencia Este. Bogut estaba llamado a ser el recambio desde el banquillo de Tristan Thompson y con su baja, el entrenador se verá obligado a hacer malabarismos, al tiempo en que la gerencia estudia opciones. Los ala-pívots, Derrick Williams y Channing Frye, deberán apagar un fuego que por causas ajenas a la lesión ya estaba vivo después de que el equipo haya sumado cuatro derrotas en los últimos seis encuentros.

Con el espeluznante crujido de la pierna de Bogut, la llama se aviva todavía más.

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