El entrenador universitario que ha puesto en su sitio a los padres protestones

Frank Martin, entrenador de baloncesto de la Universidad de Carolina del Sur, ocupa titulares en los diarios digitales de todo el mundo gracias a un discurso que se ha hecho viral sobre un tema que toca a cualquier persona con hijos deportistas.

Martin explica en rueda de prensa su actitud cuando va a ver los partidos de sus hijos, completamente opuesta a la de los padres que malgastan su tiempo en criticar a los entrenadores y árbitros de sus niños.

“Ya sé cómo va esto. Puede que sea el entrenador más expresivo que hayáis visto cuando mi equipo juega, pero cuando voy a ver a mis hijos, no abucheo. No hago aspavientos con los brazos, no intento entrenarles. Con todo el respeto para los padres, probablemente sé más sobre baloncesto que la gran mayoría de ellos, pero me quedo sentado en la grada y no digo ni una palabra”, apostilla Martin en un vídeo traducido al español por el entrenador Mark Castillo.

“Pongamos que hay dos personas pitando un partido de chavales de 8 o 9 años un domingo por la mañana. ¿Cuánto pueden estar ganando? ¿20 dólares por partido? Yo solía hacerlo también. Cobraba unos 12 dólares por los partidos de chavales menores de 12, 15 con chavales de menos de 15 años, 17 con chavales de instituto. Un domingo por la mañana esas dos personas en vez de estar en la iglesia están ahí intentando ganar unos pocos dólares para pagar facturas y alimentar a su familia, ¿De verdad creéis que les importa qué equipo gana? ¿De verdad creéis que están en el sofá de su casa diciendo: “estoy deseando oficiar ese partido mañana, no puedo esperar a humillar a ese chaval de 10 años delante de todo el mundo’? ¿En serio?”

Martin reconoce que no aconseja a sus hijos como deben jugar. “Les digo ‘¿Por qué me preguntáis a mí? Yo no os entreno. Hablad con vuestro entrenador. Y no le critiques delante de mí porque entonces ya no vas a jugar al baloncesto. ¿No entiendes por qué no habéis jugado mejor? Habla con él. No soy tu entrenador, soy tu padre.”, comenta.

“¿Creéis que ganan algo pitando a los chavales? Hay alguien que está dedicando su tiempo libre en un domingo casi gratis para ayudar a los hijos de otras personas y vamos a tener a los adultos en las gradas gritando obscenidades a los árbitros, criticando cada decisión del entrenador, gritando a los chavales… ¡Que tienen 10 años! Como si fueran LeBron James o Dwyane Wade jugando las Finales de la NBA”

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