El entrenador colombiano Luis Fernando Montoya vuelve a dirigir tras 13 años del atentado que lo dejó cuadripléjico

El entrenador Luis Fernando Montoya (centro) junto al argentino Martín Palermo (derecha) y el chileno Iván Zamorano durante un partido de exhibición disputado en Medellín en enero de 2012. (Raúl Arboleda/AFP/Getty Images).
El entrenador Luis Fernando Montoya (centro) junto al argentino Martín Palermo (derecha) y el chileno Iván Zamorano durante un partido de exhibición disputado en Medellín en enero de 2012. (Raúl Arboleda/AFP/Getty Images).

Por Sebastián Aguirre Eastman, Medellín-Colombia

Lo hará este jueves 19 de enero, en un partido de exhibición entre jugadores menores de 13 años de Colombia y Ecuador que participan en el torneo Festival de Festivales, un certamen anual infantil que se celebra en Medellín a comienzos de año.

Montoya dirigirá a los seleccionados de su país, y estará en funciones por segunda vez desde que fuera víctima de un ataque armado en 2004. En 2012 también fue invitado a un compromiso benéfico en el que tuvo en su equipo a estrellas del fútbol colombiano, reforzados con los goleadores Martín Palermo e Iván Zamorano.

Su historia

El 12 de diciembre de 2004, Once Caldas, un club colombiano modesto que en la Copa Libertadores de ese año sorprendió al derrotar en la final al poderoso Boca Juniors, estuvo a tan solo un penal de convertirse en el primer equipo de ese país en ser campeón mundial, pero el remate del argentino Jonathan Fabbro pegó en el palo y le dio la chance al Porto de Portugal de remontar en la serie de penales y obtener el título de la Copa Intercontinental de ese año.

Un duro golpe para el equipo que dirigía Montoya, pero que diez días después sería insignificante en comparación con lo que le ocurriría al entrenador.

En una calle del municipio de Caldas, a 22 kilómetros de Medellín, Montoya quiso defender a su esposa de un atraco armado, pero dos disparos de los delincuentes impactaron su espalda y le afectaron de gravedad la médula espinal, provocándole una cuadriplejia irreversible que puso en peligro su vida.

Trece años después, gracias a la asistencia médica y a su propia valentía, el entrenador persiste en compañía de su esposa e hijo, pero no pudo volver a dirigir en el campo profesional. En cambio, se dedica a compartir sus conocimientos, experiencias y testimonio de vida.

Montoya (60 años), de todas maneras, no se resiste a abandonar del todo los banquillos, así sea de forma recreativa. Este jueves, el entrenador regresará a los banquillos. Lo hará con ayuda de dos formadores, Jorge Betancur y Diego Mazo.

Este último hace parte de las divisiones inferiores del Atlético Nacional desde hace 15 años, y recibió clases de parte de Montoya en el curso de formación de entrenamiento futbolístico en el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena. “Siempre nos inculcó que primero era el ser humano antes que el futbolista. Por eso es una emoción dirigir junto a él, un ícono de nuestro fútbol”, dijo a Yahoo Deportes.

Recibió la réplica de la Libertadores

El 26 de septiembre de 2017, Luis Fernando Montoya recibió en su casa de Caldas, departamento de Antioquia, Colombia, la réplica de la Copa Libertadores que ganó con el Once Caldas en 2004. Un homenaje que le realizó la Conmebol por su esfuerzo para mantener la vitalidad.

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