El ejemplo de Talleres: proeza y deportividad

Talleres no se detiene. El popular equipo de la provincia de Córdoba ha sabido superar duros escollos en el pasado cercano. Hoy, producto de una administración coherente y sabia, ha vuelto a ocupar el lugar que supo tener allá por la década del setenta.

De la mano de su técnico Juan Pablo Vojvoda dejó en el camino de la Copa Libertadores al histórico Sao Paulo, clasificando a la tercera y última fase previa a la de grupos, donde deberá enfrentar al Palestino de Chile.

“La T” vive un presente satisfactorio en todos los órdenes. Buena dirigencia y buen equipo, producto de una línea de conducta que se ve traducida en resultados positivos en todos los aspectos, porque no sólo con triunfos en el campo de juego se disfrutan las buenas acciones sino también en el comportamiento colectivo, en las obras de bien.

Este miércoles Talleres volvió a dar una muestra de eso. Una vez finalizado el partido en el estadio Morumbí, el plantel se retiró dejando los vestuarios impecables y con una nota de agradecimiento al club local.

Tal fue la repercusión, que la compararon con la misma situación protagonizada por la selección japonesa durante el Mundial. Inmediatamente, vía redes sociales, los hinchas de Talleres comentaron que “no es la primera vez que eso sucede, lo hacen siempre desde que la actual dirigencia, presidida por Andrés Fassi, se hizo cargo de la institución”. Para aplaudir. Para difundir.

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