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El dilema de los universitarios: ¿retrasar o no su ingreso en la NBA?

Ivan Rabb antes de ingresar en la Universidad de California. Foto: TonyTheTiger
Ivan Rabb antes de ingresar en la Universidad de California. Foto: TonyTheTiger

Cuando Ivan Rabb tomó la decisión de permanecer en la liga universitaria un año más, nunca imaginó que su valor como prospecto se vería tan afectado. El elegido en la trigésimo quinta posición del Draft 2017 por Memphis Grizzlies tomó una decisión conservadora que nada tiene que ver aventuras como las de Kobe Bryant o LeBron James entre otros. Ellos sabían que brillarían en la NBA y ni siquiera pasaron por la Universidad. No todos tienen las cosas tan claras y Rabb sorprendió a todos cuando decidió no formar parte del Draft de 2016.

No se sentía preparado para entrar en la mejor liga de básquetbol del mundo tras un año en la Universidad de California, Berkeley. Pensó que con otra temporada más mejoraría aspectos de su juego que le servirían en el futuro. Quiso evitar ser el prototipo de joven talento que típicamente acaba jugando toda la temporada en la D-League y extendió su periplo universitario. Aquello le costó perder más de 20 posiciones de Draft.

En lugar de potenciar su juego, Rabb no fue capaz de aprovechar como hubiera deseado sus minutos de juego. Cuánto más participaba peor eran sus números y los ojeadores se acabaron llevando las manos a la cabeza.

El alero dijo el jueves que no se arrepiente de haber tomado la decisión de continuar en los Golden Bears, y eso que su cuenta corriente podría haberse llenado de ceros de manera instantánea durante el último año. Ni millones de más ni una primera ronda en el Draft. Rabb no fue como otros jugadores como Kris Dunn o Buddy Hield, quienes extendieron a cuatro años su periplo universitario y acabaron elegidos la quinta y sexta posición del Draft 2016 por Minnesota Timberwolves y New Orleans Pelicans respectivamente. El caso de Rabb fue más cercano al de Perry Jones, elegido en el puesto 28 del Draft de 2012. Desde entonces no ha salido del pozo de la D-League.

Perry Jones durante uno de sus partidos con Oklahoma City Thunder. Foto: Keith Allison
Perry Jones durante uno de sus partidos con Oklahoma City Thunder. Foto: Keith Allison

La pregunta es: ¿Acabará Rabb viviendo la misma historia? Esa que quiso evitar en su primer año.

La jugada en cuanto a posicionamiento y términos económicos no le ha salido bien al alero, sin embargo, si es capaz de encajar en el sistema de David Fizdale la vida le podría sonreír en Memphis.

Una de las razones por las que no brilló en su último año en Cal es porque el sistema no se adecuó a su juego. Se siente más cómodo con un básquetbol más abierto y si Fizdale decide contar con él, eso le ayudará mucho. Por otro lado, las opciones de participar en un equipo tan definido y con tanta competencia son reducidas. Otro gallo hubiera cantado de haber sido seleccionado en primera ronda por algún equipo que hubiera formado parte de la lotería.

Es difícil acertar con la fórmula. Ese siempre será el eterno dilema de los universitarios: ¿Cuándo ingresar en el Draft? Cada caso es un mundo y las variables son muchísimas. Es difícil controlar las ansias en algunos casos y los miedos en otros. Salarios millonarios, oportunidades publicitarias, crecimiento profesional, formación, identificar los momentos…

La de Rabb no es más que una historia inacabada.

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