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El Coruxo abre su estadio a los afectados por los incendios de Galicia

Un hombre porta dos cubos de agua para ayudar a sofocar uno de los focos declarados en el centro de la ciudad de Vigo. EFE/ Brais Lorenzo
Un hombre porta dos cubos de agua para ayudar a sofocar uno de los focos declarados en el centro de la ciudad de Vigo. EFE/ Brais Lorenzo

Galicia arde. Mejor dicho, a Galicia la queman. Toda la región del noroeste de España se está viendo afectada por violentísimos incendios forestales que, según todos los indicios, no tienen causas naturales, sino que han sido provocados. Los terroristas pirómanos han prendido numerosos focos simultáneos en la tarde del domingo 15 de octubre que, con el agravante de los fuertes vientos que trae el huracán Ophelia, no solo están teniendo un tremendo coste medioambiental y económico, sino que por ahora se han llevado por delante la vida de cuatro personas.

Y pudo ser mucho peor, puesto que las llamas llegaron a Vigo, la ciudad más poblada de la zona, con casi 300.000 habitantes. Aunque a lo largo de la madrugada y la mañana de hoy lunes la situación ya ha quedado prácticamente controlada, el fuego llegó a verse en el centro de la urbe. Algunos barrios periféricos resultaron muy afectados, como Coruxo, al suroeste del municipio.

En esa parroquia tiene su sede el equipo de fútbol del mismo nombre que juega en Segunda División B. Y el club demostró su lado más solidario con una medida digna de aplauso: abrió las puertas de su estadio, el pequeño O Vao (1.500 espectadores), para que los vecinos de la zona que se vieron obligados a abandonar sus casas tuvieran un sitio donde quedarse durante una noche tan dura.

Gran cantidad de desplazados abarrotó el césped. La zona sufrió muchísimo; la propia entidad deportiva resultó damnificada, ya que sus campos de entrenamiento de Fragoselo quedaron arrasados. La cuenta de Twitter de la entidad dejaba clara la desesperación que se vivió con frases como “los montes y las casas ardiendo, algo parecido al fin del mundo”, “calles que ya no tienen luz, el fuego desborda a todos” o “con lágrimas en los ojos, en todo Vigo se cortará el agua y la corriente eléctrica”.

La ceniza llenó el aire de toda la localidad, llegando hasta Balaídos, el estadio del Celta, el club más importante de Vigo. Las instalaciones de los celestes no se llegaron a ver afectadas directamente por las llamas. Aun así, el equipo emitió un comunicado de solidaridad:

Las imágenes que llegan de Galicia son terribles. Como muestra, la foto que compartió el futbolista turco Emre Mor:

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