La plaga del machismo en el fútbol

Autor: Pedro Galván

Es asqueroso, prehistórico… pero no animal, porque los animales no son machistas.

Los gritos en Terrassa, España, contra mujeres son nauseabundos, nocivos y tendrían que estar penados con cárcel porque es, junto con los insultos de raza y homofobia, la más vil de las bajezas humanas.

Mientras en Bilbao, qué grande son los bilbaínos que como bien sabéis nacen donde les da la gana, llenaban con 40.000 personas un partido de la Liga Femenina. Mientras que en Terrassa, una banda de trogloditas se dedicaba a insultar mujeres porque sí.

¿Hasta cuándo tendremos que escuchar estos ataques terroristas del vocabulario?

¿Hasta cuándo no habrá mano dura y ejemplar que castigue esta lacra que nos ensucia y nos aflige?

El fútbol, la FIFA, la UEFA… todos deberían enseñar a esas ratas machistas que no hay ningún tipo de tolerancia ante esas conductas vomitivas.

¿Alguien puede imaginar que en Estados Unidos se permitiese insultos racistas o machistas en cualquier recinto deportivo?. No. Porque los buenos están concienciados que todos hemos de luchar contra los malos y los malos son los que denigran a las mujeres o cualquier minoría.

Vamos a por los malos, que los buenos somos mayoría.

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