El asesinato -y el comunicado- que desató la xenofobia contra los venezolanos en Ecuador: cinco claves para entender lo que pasa

El asesinato de una mujer embarazada en Ibarra, Ecuador, a manos de su expareja venezolana en plena vía pública ha desatado un escándalo sin precedentes en ese país sobre la injusticia ante los feminicidios, y ha hecho visible las peores imágenes de xenofobia jamás vistas en América Latina.

El homicidio de la joven Diana Carolina Ramirez Reyes de 22 años –que también era madre de dos niños- ha puesto sobre la mesa no solo la agresión machista de la que son víctimas miles de mujeres, sino el problema regional de la emigración de venezolanos a países vecinos a causa de la gran crisis que vive el país gobernado por Nicolás Maduro. El triste caso también ha dejado en evidencia la ineficacia policial de Ecuador y la -para muchos críticos- torpeza en la respuesta del Ejecutivo ante este problema.

A continuación 5 claves para entender qué es lo que está pasando con los venezolanos en Ecuador:

El asesinato

Después de 90 minutos de amenazas en plena calle, Yordy Rafael L. G , de nacionalidad venezolana, propinó el sábado en la noche en la ciudad de Ibarra, Ecuador, dos puñaladas a Diana Carolina Ramirez Reyes. La joven -que estaba embarazada- moriría poco tiempo después a causa de las heridas recibidas en el torax. Inmediatamente fue detenido el homicida y puesto bajo disposición judicial. Según los medios locales Diana Carolina mantenía una relación con el victimario aunque estaban distanciados, indicaron familiares que acudieron al hospital tras el femicidio.

La inacción policial

El suceso dejó sorprendidos a los transeúntes de Ibarra, no solo por la agresión en sí, que fue recogida en las redes sociales, sino por la inacción policial, pues según los reportes la amenaza sobre la joven duró más de una hora. ¿Por qué no actuaron los agentes policiales? es la pregunta que todos aun se hacen. La joven fue asesinada ante la presencia de varios funcionarios que no usaron la fuerza para evitar el crimen, lo que ha generado críticas de la opinión pública que ha quedado atónita por la manera en que ocurrió la agresión mortal. Sobre esto, la ministra del Interior, María Paula Romo, calificó lo ocurrido de “horror inaceptable” y afirmó que “la muerte de Diana debió ser evitada con el uso de la fuerza por parte de la Policía Nacional”.

El polémico comunicado del Presidente

El presidente de Ecuador, Lenin Moreno, emitió un comunicado en Twitter que a decir de muchos lo que hizo fue añadir más leña al fuego, pues en lugar de criminalizar al autor del homicidio pareciera que se está criminalizando la nacionalidad -venezolana- del agresor. En el texto el mandatario señala que ha dispuesto de “brigadas” en las calles para controlar la situación legal de los innmigrantes venezolanos. “Les hemos abierto las puertas, pero no sacrificaremos la seguridad de nadie”.

El presidente de Human Rights Watch para las Américas, José Miguel Vivancos, cuestionó el comunicado a través de su cuenta Twitter: “Pdte. @Lenin, cualquiera que haya cometido un crimen tan grave, sea nacional o extranjero, debe ser castigado. Pero este pronunciamiento—y las brigadas que propone—solo aumentan la xenofobia. El gobierno no puede propagar la histeria colectiva”.

La persecución y la xenofobia

La rabia e impotencia tras el feminicidio público encontró pronto un target vinculado con la nacionalidad del agresor de Diana: los venezolanos. Todos los venezolanos eran inexplicablemente también culpables del crimen ante los ojos de muchos ecuatorianos, especialmente en Ibarra. El caso de asesinato -con el añadido de los términos del comunicado del Presidente- inmediatamente dio un giro que ha desatado el temor de muchos venezolanos: Decenas de manifestantes indignados por el crimen salieron a ‘cazar’ inmigrantes, y en muchos casos hasta los desalojaron de sus casas, sin importar si había mujeres y niños.

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“La gente nos grita obscenidades. Ya no nos quieren ver, nos lanzaron piedras. Por uno pagamos todos”, expresó el venezolano Juan Pablo Rúa en declaraciones al diario ecuatoriano El Universo.Según el diario, “pobladores desalojaron a los extranjeros de parques donde dormían, quemaron pertenencias de algunos de ellos y los persiguieron hasta el norte de la ciudad para exigirles que la abandonen”. Diversas asociaciones de venezolanos en Ecuador han denunciado este lunes lo que consideran una “Noche de los Cristales Rotos latina”

Los nuevos requisitos

Ahora Ecuador ha endurecido los trámites para los migrantes venezolanos y ha dado a conocer nuevos requisitos para residir en el país. Este lunes el vicepresidente Otto Sonnenholzner dijo en una transmisión de TV que desde ahora se pedirá un nuevo trámite a los inmigrantes venezolanos que hasta ahora solo tenían que presentar su cédula de identidad para residir en el país: se trata de una especie de ‘carta de buena conducta’ apostillada que de fe de su situación ante la justicia. Según Sonnenholzner, Venezuela se niega a entregar bases de datos que permitan verificar información de quienes llegan a Ecuador. “Hemos agotado todos los esfuerzos”, explicó. Mientras tanto, las asociaciones de migrantes venezolanos en Ecuador aseguran que es “casi imposible” tramitar en Venezuela un certificado apostillado de antecedentes penales, y que tendrían que esperar “no menos de seis meses” en su país para obtener ese documento.

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Entre 2014 y 2018 ingresaron a Ecuador más de 1,2 millones de venezolanos, de acuerdo con la cancillería, que ha otorgado unas 97.000 visas a peticionarios de esa nacionalidad. Se calcula que de esa cantidad se han quedado en ese país unos 300 mil. El resto ha seguido de paso hacia el sur o a Colombia.