El árbitro que perjudicó a un equipo para saldar una deuda histórica
Siempre se escuchan reclamos si un árbitro de determinado país dirige un partido donde actúa otro al cual, por procedencia, podría perjudicar. Por ejemplo, jueces argentinos en juegos decisivos de Brasil, o viceversa. También se sospecha de colegiados que podrían haber recibido sobornos, tratándoselos de “vendidos”.
Lo que sucedió con Joao Etzel en Chile 1962 no tiene que ver con países enfrentados por fútbol o dinero de por medio. Fue una forma de venganza. Una manera de devolver, desde el campo, el sufrimiento de un pueblo. Una cuestión con más tintes bélicos que aroma a césped.
En Chile, donde Brasil volvió a coronarse campeón, la pierna fuerte aún no era tan penada como pasó a serlo tiempo después. Nada extraño para aquellos tiempos.
Colombia 4 – URSS 4
Pero sí tuvo cierto aroma a “robo” lo que sucedió en el partido entre Colombia, que disputaba su primera Copa del Mundo, y la Unión Soviética, candidata al título que tenía a Lev “La Araña Negra” Yashin como bandera, uno de los mejores arqueros de la historia.
Foto: archivo El Tiempo
En Arica, los soviéticos comenzaron a imponerse con solvencia ante un equipo inexperto, que venía de caer 1-2 con Uruguay. A los 11 minutos, la URSS estaba 3-0 arriba, gracias a los goles de Valentín Ivanov (2) e Igor Chislenko. Ese resultado no sorprendía a nadie. De hecho, todos los presentes esperaban una goleada. Todos, menos el árbitro de ese partido, el brasileño Joao Etzel Filho. Y tal vez los colombianos más optimistas…
A los 10 minutos del segundo tiempo, con el partido 4-1, el ambiente comenzó a enrarecerse. En eso, Colombia, dirigida por el gran Adolfo Pedernera (argentino, integrante de “La Máquina” de River, que venía de entrenar al América de Cali), consiguió un empate 4-4 histórico merced a los goles de Marco Coll (único tanto olímpico en mundiales), Angulo Rada y Marino Klinger Salazar, en los últimos instantes del match.
Foto: CBF
La confesión de Etzel
Colombia cerró su participación con una derrota de 5-0 frente a otra poderosa escuadra, Yugoslavia. Más allá de algún reclamo soviético, poco se habló del arbitraje de Etzel, hasta que el propio referí decidió hablar…
“Yo empaté aquel partido. Soy descendiente de húngaros y odio a los soviéticos desde que ellos invadieron Hungría en 1956”, dijo Joao Etzel tiempo después, en una entrevista, despejando todo tipo de dudas sobre su actuación y llevando a muchos especialistas a revisar las acciones de aquel día.
Mirá las acciones de Colombia 4 – URSS 4 (relato radio colombiana)
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