El arbitraje mexicano que escandaliza a las nuevas generaciones

El árbitro mexicano Francisco Chacón. / Foto: Getty Images
El árbitro mexicano Francisco Chacón. / Foto: Getty Images

Dicen los expertos del ‘juego del hombre’ que un buen árbitro es el que ejerce su trabajo sin afectar el resultado del encuentro. Y es que en teoría así debe ser su desempeño, idealmente perfecto, sin protagonismos y de tal forma que al finalizar el partido, nadie recuerde su nombre, sino la exacta aplicación de las reglas.

Pero para que exista todo eso, un árbitro debe tener algo llamado carácter, ineludible requisito para controlar el juego de 22 atletas y presenciado por miles de espectadores.

Hoy por hoy existe una delgada línea que se ha vuelto más delicada desde hace algunos años y de la que pende la suceptibilidad de los medios, del público y de los equipos que puedan sentirse agredidos, aludidos y ofendidos por el actuar de un nazareno, como sucedió en el pasado encuentro de Copa MX entre el América y las Chivas.

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Francisco Chacón es muy conocido en el medio del fútbol mexicano por su estilo ‘Pierluigui Collina’, que se caracteriza por imponer orden, no permitir subordinaciones de jugadores y técnicos, no dejarse amedrentar por reclamos, no permitir empellones, no afectarse por groserías e improperios, porque todos lo sabemos, los protagonistas de un partido no son unos angelitos que se acercan a hablar con el árbitro con un “por favor” de por medio.

Prueba añeja de esto sucedió en un encuentro entre Pumas y Veracruz en 1997. En aquella ocasión, al comentarista de Televisión Azteca, David Faitelson se le había ocurrido la novedosa idea de tener un audio más allá del sonido ambiente y le pidió al árbitro central, Eduardo Brizio, que portara un micrófono para que el televidente pudiera conocer la forma en que jugadores y jueces se dirigen entre sí durante un partido de Primera División.

La prueba dejó ver la enorme cantidad de groserías, gritos, insultos y manifestaciones impropias para un programa de televisión que se transmite a mediodía un domingo, pero evidenció la realidad, la forma en que se vive un partido de fútbol, lleno de pasión, adrenalina y en cierta forma, profesionalismo. Brizio fue suspendido seis meses de toda actividad ligada al fútbol, simplemente a los directivos de la FMF no les pareció bueno el experimento.

Árbitros como Chacón hay pocos, de esos con recia personalidad, autoridad y que aún recordamos por su carácter y en cierta forma, protagonismo, como Bonifacio Núñez Vega, Arturo Brizio Cárter, Marco Antonio Rodríguez, Armando Archundia, Felipe Ramos Rizo y Arturo Yamazaki, entre otros.

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Lo que sucedió con Francisco Chacón en ese encuentro de Cuartos de Final de Copa MX en el Estadio Azteca sólo fue un momento de mala suerte porque fue captado por las cámaras. Las frases “ustedes me valen madre” y “todos me la pelan”, seguramente no es la primera vez que un jugador profesional las escucha en una cancha de fútbol. Fuimos testigos de un granito de arena de la playa de improperios y groserías que tiene el fútbol profesional.

Chacón no es un árbitro joven, con 42 años de edad, debutó en 2003 y en 2009 recibió gafete de FIFA. En 2011 dirigió en su única Copa América y en ese mismo año en su primera Copa Oro de la Concacaf. Su actitud y modos no son nuevos, ni exclusivos de esa noche en el Estadio Azteca.

Además, sumemos las redes sociales, que todo lo hacen viral, para que todo esto, tan común en el deporte, no sólo fúbol, se extienda por todos los medios.

Comentaristas y gente del fútbol también dieron su opinión, simple y sencillamente, “no se rasguen las vestiduras”, este deporte, si bien no es uno de contacto, tampoco carece de rispidez y cierto grado de violencia. Árbitros con carácter se necesitan en todo el mundo, porque humanos somos todos, incluidos los vestidos de negro… y amarillo, y rosado, y verde…

Al final, el partido aquél terminó 2 a 0 favorable al América. ¿Intervino el desempeño del árbitro en el marcador? No, las Chivas jugaron de manera infame. El arbitraje fue muy bueno indudablemente.