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La foto que avergüenza al país más rico del mundo: dos niñas usando el Wi-Fi de un Taco Bell en la calle para hacer sus tareas

El acceso a Internet en tiempos de pandemia parecería ser, en Estados Unidos, un beneficio del que se cuenta casi en automático, pero la realidad es otra y una foto de dos niñas que se ha hecho enormemente viral lo muestra con claridad.

En la imagen se ve a dos pequeñas sentadas en el suelo mientras trabajan en su tarea escolar. Cada una tiene sobre las rodillas una computadora portátil, una imagen que se consideraría común dado que en gran parte de Estados Unidos, y en general del mundo, el año escolar ha comenzado con clases en línea ante el riesgo de realizarlas de modo presencial durante la presente pandemia de covid-19.

Dos niñas se sentaron en la calle para conectarse al internet Wi-Fi de un restaurante Taco Bell contiguo en Salinas, California. Ellas no tenían internet en casa y para realizar sus actividades escolares en línea. (Instagram/flowerinspanish)
Dos niñas se sentaron en la calle para conectarse al internet Wi-Fi de un restaurante Taco Bell contiguo en Salinas, California. Ellas no tenían internet en casa y para realizar sus actividades escolares en línea. (Instagram/flowerinspanish)

Pero las menores no están en el patio de su casa, ni en una biblioteca o centro cultural. Están en la calle y, según se afirma en redes sociales, se sentaron allí para conectarse al Wi-Fi de un Taco Bell contiguo.

Ellas carecen de conexión a Internet en casa, una muestra de que la brecha digital aún existe en EEUU y que se ha ensanchado durante la presente pandemia. Incluso en el país más rico del mundo hay familias de bajos recursos que no cuentan con acceso a Internet y tecnologías digitales. Eso reduce significativamente sus oportunidades y posibilidades de información, comunicación, trabajo y educación. Y para menores como las dos niñas de la foto pone en riesgo su formación y su futuro.

Las dos niñas, se ha informado, serían estudiantes del Distrito Escolar de la Ciudad de Salinas, en California, y aunque enfrentan la desventaja de no tener acceso a Internet en casa no se dieron por vencidas. La foto viral ha mostrado el drama en que se encuentran pero también su tesón por salir adelante.

En el presente regreso a clases, la educación en línea es el método principal para millones de estudiantes, y es claro que muchos no tienen los elementos –equipo de cómputo y conexión a Internet– indispensables para sumarse a esa modalidad de estudio en tiempos del covid-19.

Kevin de León, exsenador estatal de California, dijo al respecto en Twitter que en ese estado, sede de Sillicon Valley, 40% de los latinos no tienen acceso a Internet.

La cifra luce un tanto desmesurada en líneas generales pero de acuerdo a BroadbandNow, 1.3 millones de californianos no tienen acceso a una conexión a Internet en casa de al menos 25 Mbps de velocidad y en los lugares donde residen 889,000 personas simplemente no existen proveedores que ofrezcan ese servicio.

Así, a algunas personas el factor económico les impide contar con esa conectividad, pero en algunas comunidades el servicio de banda ancha ni siquiera está disponible.

Ante ello, el Distrito Escolar de Salinas indicó que ofreció un dispositivo de conexión (hotspot) a la familia de las niñas y que ha ordenado más para dotar de ellos a otros estudiantes en necesidad.

En una declaración a la televisora KION, la presidenta de la junta del Distrito Escolar de Salinas, Amy Ish, dijo que “la brecha digital es muy real y retrasos en la recepción de tecnología necesaria es una preocupación en todo el estado, estamos agradecidos con el gobierno estatal por hacer de la tecnología una prioridad y esperamos recibir esos hotspots en nuestro distrito”.

Más allá de la foto, la historia de las dos niñas se ha ido conociendo un poco más.

De acuerdo a una campaña de recaudación de fondos en GoFundMe creada en apoyo de las menores y que recaudó ya la considerable suma de 117,237 dólares, Juana, la madre de las menores (que en realidad son tres hermanas), es una trabajadora esencial que labora en el campo cosechando fresas o vendiendo helados y dulces en las calles.

Vivían en una pequeña habitación de la que iban a ser desalojadas este 1 de septiembre. Ahora, gracias al apoyo de dos personas, lograron alojarse en un hotel donde, se indica, están seguras y cuentan con conectividad a Internet.

Y también se les ha brindado apoyo diverso –ropa, alimentos, útiles escolares– y se ha buscado darles asistencia para que puedan manejar la considerable suma que la generosidad de los usuarios les ha regalado. El Internet del que carecían se ha convertido en su gran aliado.

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