La dieta del gol: el curioso régimen de Robert Lewandowski para convertirse en un supergoleador

El enorme triunfo de Bayern Munich sobre Lyon 3-0 por la semifinal de la Champions League significó el pase a la final del equipo alemán, que el domingo buscará su sexta conquista en la máxima competición europea a nivel clubes. Todas los focos están puestos en el estilo de juego que impone el equipo de Hans-Dieter Flick, pero una de las grandes figuras que sobresale en el último campeón de la liga alemana y de la Copa de ese país es su delantero: Robert Lewandoswki. Un goleador que pide Balón de Oro y que, además, mantiene una dieta estricta que hizo mejorar su rendimiento con el paso de los años.

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Después de las primeras 11 jornadas de la última Bundesliga, Robert Lewandowski (Varsovia, 31 años) sumaba 16 goles. Cifras astronómicas que fue redondeando con el paso de los partidos hasta que el director general del club, Karl-Heinz Rummenigge, expresó en público lo que nadie se atrevía a decir. "Yo pensaba que el récord de Gerd Müller [40 goles en la liga alemana 1971-72] era para la eternidad. Pero Robert es el primero que puede batirlo". Le faltó poco, condicionado por una lesión de tobillo que le privó disputar dos encuentros, también de una sanción por acumulación de tarjetas.

Así, firmó 34 goles en 31 duelos (1,1 de promedio), y terminó segundo en la carrera por la Bota de Oro, a dos de Immobile (Lazio). Lewandowski tiene la receta del gol: horas extra en el gimnasio que tiene en su casa, sesiones de yoga, y sobre todo la dieta que le prepara su mujer Anna Stachurska, nutricionista y karateka profesional -dos medallas de bronce (2008 y 2014) y una de plata (2012) en los Mundiales-, que decidió que sus comidas empezaran por el postre.

El gol de Lewandowski frente a Lyon

No siempre fue todo tan rodado para el delantero, que en sus inicios era enclenque, con piernas muy delgadas. "Cuando conducía el balón parecía que se iba a partir por la mitad. Le dije que comiera tocino", explica Krzystof Sikorski, su entrenador del Legia Varsovia, donde se formó antes de firmar por Lech Poznan, en 2008. Dos años más tarde, fichado por el Dortmund, se repitió la historia. "Me esperaba más juego, más goles y que aguantara mejor el contacto. No está en su nivel", resolvió Jürgen Klopp, su técnico. El arco se le hacía pequeño y lo bautizaron como "Chancentod" [mata-ocasiones]. Persistente como es y concienzudo, Lewandowski se resistió a su suerte. Y aunque el primer año fue de adaptación, en el segundo explotó. Meses después, en la ciudad deportiva del Dortmund ya lo apodaban "El Cuerpo", por sus incontables horas en el gimnasio.

Y los goles empezaron a caer, hasta convertirse en cinco veces máximo anotador de la Bundesliga con 236 tantos en 321 encuentros. "¡¡Bufff!! Es muy completo, le sobra calidad y siempre está en el sitio adecuado. Un verdadero goleador", explica Ignacio Camacho, mediocampista del Wolfsburgo. Así lo ve Achraf Hakimi, lateral de Inter tras jugar esta temporada en el Dortmund: "Es realmente un jugador top. Está a un nivel espectacular y, desde luego, tiene un olfato de gol súper desarrollado". Son 53 goles de Lewandowski este curso entre todas las competiciones (Messi suma 31).

En esta Champions, por ejemplo, contabiliza 15 tantos, a cuatro del récord histórico de Cristiano. Resulta que además de puntería, tiene resistencia -solo se ha perdido 13 encuentros por lesión en Alemania-; velocidad punta (solo Coman ha superado los 33,7 km/h que registró Lewy, como le conocen en el vestuario); sangre fría desde los 11 metros porque solo ha fallado cuatro penaltis de 31 que ha lanzado en su carrera; y una dieta estricta. "Come, duerme y se entrena pensando siempre en su profesión", expuso Pep Guardiola.

Se alimenta del gol y de lo que le dice su mujer. "Siempre hay atún para el desayuno, algunas cosas locas y muy específicas", indica Thiago Cionek, jugador del Spal italiano y compañero de Lewandowski en la selección polaca: "Es una forma diferente de prepararse y alimentarse, que fue fundamental para él como deportista. Incluso otros jugadores de la selección siguen su dieta. Al menos cinco".

Se trata de una dieta llamativa, porque pasa por empezar cada comida por el postre. Además, evita todo tipo de gluten y lactosa, y toma carbohidratos y glucosa en los días previos al partido. Y luego, en la etapa de recuperación, vegetales y paltas. También una pequeña porción de chocolate, una de sus pasiones. "Pero chocolate negro", descifra el jugador. Y amplía: "Muchas veces no sé lo que me pone en el plato, pero me hace comer cosas que me hacen bien".

El Balón de Oro

Tan bien que rompe las redes hasta casi por equivocación. Tan bien que en Alemania disparan la alegría, a tal punto que Rummenigge habló hace unos días con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, para reclamarle que sí se celebrara el Balón de Oro, dado que entiende que es para su delantero. No solo lo piensa él. "Es la hora de que Lewandowski demuestre que es mejor que Messi", dijo su compañero Thomas Müller tras superar a Chelsea en la ronda previa, donde el polaco firmó dos goles y dos asistencias.

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"Messi se enfrenta a su sucesor como mejor jugador del mundo. Es el mejor jugador, no solo el mejor delantero", aseveró el exjugador Lothar Matthäus. "Es un gran delantero", agregan desde el Barcelona; "de los mejores de Europa y, como los buenos vinos, mejora con los años". Aunque Arturo Vidal, que jugó tres años con Lewandowski en el Bayern, fue bastante claro: "Robert es extraordinario, un goleador incansable, muy peligroso. Lo vi cómo se prepara y será difícil. Pero compararlo... Lewy es el mejor delantero del mundo junto a Suárez, pero Messi es de otro planeta". En ese mismo sentido se expresó el ex entrenador azulgrana, Quique Setién: "Lewandowski es un gran delantero, pero no está a la altura de Leo. Eso está claro". Es la ocasión del polaco, sin una Champions en su haber. La receta del gol la tiene.