Diego Maradona en Gimnasia: un Diez, diez meses y diez momentos

Diego Maradona es director técnico. Diego Maradona fue, es y será N° 10. Se lo ganó. Su nombre y su número van juntos y ya no se soltarán más. Sus gambetas, repetidas hasta el infinito, refuerzan la tesis: la unión del apellido y del diez es eterna. No hay con qué darle. Se volvieron fragmentos de un mismo símbolo: el del fútbol argentino.

Hoy, justo hoy, Diego llegó a esa cantidad de meses en Gimnasia. Parece que fue ayer cuando lo presentaron, pero en realidad -desde aquel 5 de septiembre hasta este 5 de julio- pasó de todo. Desde una pandemia hasta la salvación menos pensada para el Lobo.

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Los hechos se sucedieron y se fueron tapando unos a otros. Por eso vale el repaso. Un diez, diez meses, diez momentos.

Llegada. Todo comenzó con una noticia falsa. Cuando Darío Ortiz todavía era el DT de Gimnasia, un chico inventó que Maradona estaba en la órbita del Lobo; muchos medios replicaron la información y a los pocos días llegó el contacto formal de los dirigentes triperos. El arreglo se concretó el 5 de septiembre y tres días más tarde se realizó la presentación en un entrenamiento abierto con más de 20 mil personas. Tras la práctica, Diego no titubeó: "Viví muchas cosas hermosas, pero cuando salí a la cancha creí que el corazón se me iba a reventar". El debut se produjo una semana después: derrota como local, 2-1 contra Racing. En aquella oportunidad, el técnico tampoco dudó: "Me duele el alma".

Desahogo. El ansiado triunfo llegó luego de tres caídas en fila: 1-2 ante la Academia, 1-2 con Talleres y 0-2 frente a los suplentes de River. La primera victoria fue bien lejos de la capital bonaerense y a Gimnasia le sirvió para despegar del fondo de las posiciones: el Lobo superó 4-2 a Godoy Cruz en Mendoza y con esos tres puntos salió del último puesto (pozo al que había caído antes de la llegada de Maradona). Diego, para celebrar, bailó en el vestuario y un rato más tarde expresó en conferencia de prensa: "Nos merecíamos esto y estoy contento por los muchachos. La mitad más uno de La Plata está feliz".Desilusión y recuperación. Gimnasia desembarcó al clásico platense lleno de optimismo. Una semana antes del encuentro contra Estudiantes había derrotado 4-0 a Newell's, en Rosario. "Se los digo en la cara: les quiero ganar", reconoció Maradona en la previa y el día del partido, cuando llegó al Bosque, fue por más: "Hoy es el día del Lobo". Pero el Pincha ganó 1-0. Parecía un golpe letal para el Tripero. No, nada de eso. El conjunto de Diego se repuso y en la fecha siguiente se quedó con un cruce trascendental para los promedios: venció 3-0 a Aldosivi, en Mar del Plata. Otra vez estaba de pie y dispuesto a luchar hasta el final.Renuncia y regreso. El 19 de noviembre de 2019, nueve días después de afirmar "De Estancia Chica no me sacan ni con gendarmería", Maradona hizo público su alejamiento de Gimnasia. ¿El motivo? La decisión del presidente Gabriel Pellegrino de no presentarse en las elecciones. Los hinchas largaron el hashtag #DiegoVaAVolver (fue tendencia en la Argentina) y varios se movilizaron a la sede para pedir que no se fuera. Los dos candidatos que habían presentado sus listas bajaron las postulaciones, el entrenador anunció su vuelta a los dos días de haber renunciado y el club fijó una nueva fecha para la votación. Finalmente Pellegrino se presentó. Los socios, condicionados por Diego ("Solo sigo si gana el presi"), lo volvieron a elegir.

Pretemporada. En la última fecha de 2019 obtuvo su primer triunfo como local en la Superliga (2-1 a Central Córdoba de Santiago del Estero) y en diciembre se confirmó la continuidad de Maradona. Tras un período de convulsión, Gimnasia llegó al receso en paz. La preparación, sin embargo, fue atípica. Sebastián Méndez, ayudante de campo, puso el cuerpo y se hizo cargo del trabajo de campo ante las repetidas ausencias del técnico. El DT, a pesar de sus faltazos (en plena pretemporada viajó a Venezuela por cuestiones políticas), se las rebuscó para ser importante. Cuatro de los siete refuerzos del Lobo se destrabaron por llamados del propio entrenador: Jorge Broun, Paolo Goltz, Matías Pérez García y Lucas Barrios. "Cuando te habla Diego es imposible decirle que no", confesó Barrios.Derrota ante Patronato.No se trata de un error: el 1-1 contra el equipo de Paraná fue una derrota. Otra herida difícil de curar. Gimnasia tenía la oportunidad de vencer a un rival directo y salir del último lugar de los promedios. Jugaba de local. Ganaba 1-0 y, sobre la hora, contaba con un penal a favor. Los planetas parecían alineados. ¡Solo parecían! La ejecución de Lucas Barrios terminó en el palo y a los segundos (sí, segundos) llegó el empate de Patronato. Para el plantel tripero era una final y el éxito se le escapó de una manera insólita. Maradona se mostró golpeado, pero sin perder la fe. Cuando muchos lo daban por descendido, Diego conservó su discurso optimista: "Lo último que voy a perder es la esperanza".Resurrección. Si el empate frente a Patronato resultó una derrota, el triunfo ante Independiente fue más que un triunfo. Mucho más. Por el contexto y por la forma. ¿El contexto? Gimnasia venía de perder con Rosario Central, Maradona había dejado mal parado a Gabriel Pellegrino ("Que no se le ocurra al presidente echarme porque antes lo echo yo a él") y el proceso se cuestionaba como nunca antes. ¿La forma? Al Rojo lo derrotó 1-0, en Avellaneda y en la última jugada del partido. Así explicó Diego la victoria: "Ganamos porque dimos una cátedra de cómo se defiende y los equipos se arman de atrás para adelante".

Diego Maradona: un diez, diez meses, diez momentos

Alivio. La cancelación de los descensos fue, sin dudas, una buena noticia para Gimnasia. Si bien es cierto que el Lobo se mantenía en la lucha por la permanencia (tenía posibilidades matemáticas y armas desde lo futbolístico), la historia era complicada: estaba último en los promedios y el margen era cada vez más estrecho. El rumor de que todos seguirían en la máxima categoría estaba instalado y la confirmación se dio a fines de abril, un par de días después de que Maradona lo pidiera en sus redes sociales: "Sanear la economía de los clubes tiene que ser la prioridad. Tenemos que sacar los descensos de esta temporada y de la siguiente".Renovación. Para anunciar la continuidad armaron una novela brillante. El 1 de junio, el abogado Matías Morla mandó un mensaje por Twitter e instaló la incógnita: "Diego se jugó todo por Gimnasia. No faltó a un solo partido e incluso desafiando las recomendaciones de sus médicos. Hoy aquellos que lo fueron a buscar cuando todo se prendía fuego, no le quieren renovar. Maradona quiere seguir". A los dos días, justo en el aniversario de la institución platense, el técnico comunicó la extensión del contrato. "Hoy cumple años el Lobo. ¡Muchas felicidades a Gimnasia y un abrazo a su MARAVILLOSA hinchada! Mi corazón es azul y blanco. ¡Vamos por más!", escribió el DT en su cuenta de Instagram. El nuevo vínculo finaliza en diciembre de 2021.Presente que quiere ser futuro. Maradona cada día extraña más los entrenamientos. ¿Qué hace en su tiempo libre? Planifica el nuevo Gimnasia. Es un hecho que cuando retornen a las prácticas su plantel será otro. Más allá de que tres nombres pesados ya extendieron sus vínculos (Lucas Licht, Paolo Goltz y Lucas Barrios), otros que eran tenidos en cuenta por Diego no seguirán en el Lobo: Jorge Broun, Manuel Guanini, Maximiliano Caire, Franco Mussis, Maximiliano Cuadra y Jonathan Agudelo. Ante este panorama y con un par de casos todavía no resueltos, el entrenador pretende sumar algunos refuerzos que aporten jerarquía. La dirigencia, por su parte, intentará complacer al 10 sin generar nuevos baches en la economía del club.

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