Día histórico para el fútbol colombiano

Cuando el profesor Luis Alfonso Marroquín, por allá en 1.984, tuvo la visión de que el futbolista colombiano se convirtiera en un atleta de élite mundial, quizás aspiraba a que algún día uno de los suyos llegara a pisar una de las catedrales del fútbol, vestido con los colores de uno de los clubes insignia de la historia.

Un poco más de treinta años después, esa visión ha superado cualquier apuesta que el más optimista de los aficionados, periodistas o dirigentes se hubiese arriesgado a predecir.

Uniendo los puntos

La llegada de Yerry Mina al FC Barcelona cierra un ciclo de tres décadas en las cuales Colombia ha pasado de ser un desconocido en el primer mundo del fútbol, a convertirse en una fuerza emergente que se abre paso entre la élite.

Las gestas épicas de Faustino Asprilla en Italia e Inglaterra, los récords goleadores de Falcao en Francia, Portugal, La Liga, la Champions y la Europa League, además de haber portado las camisetas del Chelsea y el Manchester United; la leyenda de Iván Córdova con el Inter, el camino glorioso de Juan Cuadrado en la Juventus, la carrera de Mario Yepes en el PSG y el AC Milan, la idolatría de los fanáticos del Aston Villa por Juan Pablo Ángel, la fulgurante explosión de Davinson Sánchez con el Ajax y el Tottenham, la capitanía y el recorrido de Fredy Guarín por el Porto y el Inter; la brillantez del ‘Tren’ Valencia, Elkin Soto y Farid Mondragón en la Bundesliga, el amor de los ogros turcos por Farid, además idolatrado por la fanaticada de Independiente de Avellaneda.

El diez de Fredy Rincón en el Napoli, la misma que portó el gran Diego Maradona, el camino de rosas de los tres jinetes colombianos en Boca Juniors, Córdoba, ‘Patrón’ Bermúdez y ‘Chicho’ Serna son leyendas vivas del club más grande de América – ganaron todo – Yepes, Ángel y Falcao en River Plate, también dioses. Usuriaga en Independiente, Bedoya en Racing, Fredy Rincón en Corinthians, capitán e ídolo eterno del ‘Timao’ campeón mundial de clubes; Aristizabal, goleador amado por los torcedores de Sao Paulo y Cruzeiro. El ‘Escorpión’ de Higuita en el templo sagrado de Wembley, un mito del fútbol, seleccionado como la mejor jugada del fútbol mundial en el siglo pasado. Tantas figuras en tantos países; en tan poco tiempo.

Crecer, crecer y crecer

Es que treinta años en el fútbol es muy poco tiempo, tengamos en cuenta que España tardó cien años en salir campeón del mundo, teniendo a los dos mejores clubes de la historia.

Colombia hoy es el segundo país que más jugadores exporta a la liga más poderosa del continente americano, la mexicana. Tiene ídolos consolidados y campeones múltiples en la Liga MX. Miguel Calero llevó de su mano, literalmente, al Pachuca a ganar la única copa Sudamericana que tienen los clubes mexicanos, los ‘manitos’ terminaron dedicándole una escultura póstuma y nombraron su sede Miguel Calero. Un honor.

El fútbol colombiano se convirtió en el tercero más exportador de América, surte el Brasileirao, la Súper Liga Argentina, el fútbol europeo.

Era imposible que Marroquín y sus discípulos adelantados, el profesor Francisco Maturana, Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez, y los que vendrían después de ellos, como Reinaldo Rueda, Luis Fernando Suárez, Jorge Luis Pinto, Alexis Mendoza, Juan Carlos Osorio, entre otros, pudieran imaginarse que el fútbol colombiano llevaría de la mano a Ecuador y Panamá a su primer mundial; a Costa Rica a cuartos de final de la Copa del Mundo, a Honduras, a México a jugar mundiales. Era imposible pensar llegar a tanto en tan poco tiempo.

El mundial, Real Madrid y Barcelona

Pero, por si esto fuera poco, además de ganar tres Copas Libertadores y una Copa América, faltaba la cereza en el pastel para empezar a pensar que el fútbol colombiano tiene capacidad de crecimiento y espacio para subir un peldaño más. El mundial 2014 es un antes y un después en la historia del fútbol de Colombia; la Bota de Oro de James Rodríguez, el mejor gol del mundial, el pase a octavos y cuartos con récord perfecto, pusieron a James en el Bernabéu con etiqueta de ‘Galáctico’. Fredy Rincón ya se había vestido con la ’10’ del Real Madrid, pero lo de James fue de un nivel muy alto.

Después de James, el mundial y el Real Madrid, solo faltaba el gran Barcelona para completar la ecuación, y hoy es el día. Yerry Mina es el último nombre con el que se cierra y a la vez se iniciará un nuevo camino para el fútbol colombiano, el de la búsqueda de títulos de polenta y el del crecimiento sostenible de la máquina de futbolistas de élite para los mejores clubes del mundo.

Hoy es un día grande para Colombia!