Di Stéfano, el arquitecto de la leyenda del Real Madrid

Por Iain Rogers MADRID (Reuters) - Alfredo di Stéfano es frecuentemente catalogado como uno de los futbolistas más grandiosos de la historia junto a Diego Maradona, Johan Cruyff y Pelé, y muchos lo consideran el más completo de todos los tiempos. El argentino de 88 años, que falleció el lunes en Madrid tras sufrir dos días antes una parada respiratoria, fue un brillante defensa, hábil en el mediocampo, conductor de juego y prolífico delantero, todo en uno. Aquellos que tuvieron el privilegio de verlo jugar dicen que podía cubrir puestos en la defensa, atacar por el centro, habilitar a delanteros y marcar goles, todo en el mismo partido. El estatus del Real Madrid como uno de los principales clubes del mundo del fútbol se debe exclusivamente al hombre conocido como "La Saeta Rubia". Transformó al club de la liga española de un equipo insignificante que no desarrollaba su potencial al rey del continente cuando lo guió a cinco Copas de Europa consecutivas entre 1956 y 1960, anotando en cada una de las finales. Fue visto como el padre del "fútbol total" y adelantado en años a su tiempo en términos del enfoque de su carrera profesional. En el lenguaje moderno, fue el primer "galáctico" del Madrid. Preparado para jugar por el mejor postor, fue acusado por algunos de ser un mercenario. Se mezcló con ricos y famosos, fue protagonista de una película sobre sí mismo y víctima de un dramático secuestro en Venezuela. Áspero, egocéntrico, impaciente y con un irónico sentido del humor, Di Stéfano no soportaba tonterías. Se creía que estuvo detrás de la salida de su rival Didi del Real Madrid porque temía que el brasileño le robara el centro de atención y no tenía miedo de enfrentarse al presidente Santiago Bernabéu cuando no estaba de acuerdo con las políticas del club. Pero por encima de todo esto, Di Stéfano era un brillante futbolista y un feroz competidor que ha dejado una huella imborrable en la historia del deporte. Dos veces elegido Mejor Futbolista Europeo del Año en 1957 y 1959, anotó 418 goles en 510 partidos oficiales para el Real Madrid, ganando ocho títulos de la liga doméstica y terminando como máximo goleador de la Liga cinco veces en la década de 1950. ORÍGENES ITALIANOS Su total estimado de 893 goles durante su carrera lo convirtieron en uno de los mayores artilleros en la historia del fútbol. El mayor de tres hermanos, era hijo de padres italianos y fue criado en los suburbios de Buenos Aires, donde acarreó con la principal carga de trabajo en la granja de la familia. Fichó por el equipo juvenil del River Plate a los 15 años, debutando en el primer equipo dos años después. Ganó dos títulos de la liga mientras estuvo en River y llevó a Argentina a la victoria en la Copa América a los 20 años, anotando seis goles en seis partidos. Di Stéfano se unió al éxodo de talentosos argentinos atraídos por los altos salarios en la liga colombiana cuando se unió a Millonarios de Bogotá en 1949. Llamó la atención en España cuando jugó en un partido de exhibición como parte de las celebraciones del 50 aniversario del Madrid en 1952 y fue objeto de uno de los traspasos más controvertidos en la historia del fútbol español. El Madrid y el Barcelona protagonizaron una pugna por ficharlo. El argentino llegó a disputar tres amistosos con el Barcelona en plena disputa. El general Moscardó, mano derecha del dictador Francisco Franco, originalmente medió un acuerdo en que ambos clubes compartirían al jugador y Di Stéfano alternaría temporadas en cada uno comenzando con el Madrid, pero el Barça eventualmente se retiró del trato. FUERZA DOMINANTE Di Stéfano ayudó a transformar al Madrid de un club con apenas dos títulos de liga en los 50 años previos, el último obtenido en 1936, en la fuerza dominante en el fútbol español y europeo. El Madrid ganó cinco Copas de Europa consecutivas, ocho títulos de liga y la primera Copa del Mundo de Clubes en 1960 con Di Stéfano liderando el camino junto a otros grandes como Ferenc Puskas, Raymond Kopa, Paco Gento y Héctor Rial. Dejó el Bernabéu después de 11 temporadas tras discutir con el presidente Santiago Bernabéu y volvió a Barcelona para jugar con el Espanyol, retirándose dos temporadas después a los 40 años, 22 después de debutar con River Plate. Su carrera internacional fue menos impresionante, pero aún así logró anotar 23 goles en 31 partidos para España. Aunque fue principalmente conocido por sus notables logros como jugador, Di Stéfano también tuvo una distinguida carrera como entrenador. Dirigió los dos mayores equipos argentinos, Boca Juniors y River Plate, guiando a cada uno a un título en la liga y también llevó al Valencia a ganar su cuarto campeonato español en 1971 y a la victoria en la Recopa de Europa en 1980. Volvió al Real Madrid para hacerse cargo del equipo entre 1982 y 1984, y el equipo terminó subcampeón en la carrera por el título en temporadas consecutivas. La decisión de Florentino Pérez de convertirlo en presidente honorífico del Real Madrid en 2000 fue un justo reconocimiento a un jugador que puso al club en el mapa del fútbol europeo en la década de 1950. En los últimos años de su vida volvió a ocupar titulares, aunque por motivos lejanos a su carrera deportiva. En 2013 sus cinco hijos reclamaron judicialmente su incapacitación tras anunciar su intención de contraer matrimonio con su secretaria, 50 años menor que él.