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Desastres naturales: cómo prepararse de forma práctica y legal

Por Ricardo Jose Rodriguez Vacas, Esq. – Abogado de Miami, Florida, Estados Unidos

Los desastres naturales son una realidad de la vida y pocos lugares del mundo están librados de sufrirlos. Cada año hay temblores de tierra, fuegos, inundaciones, deslizamientos de tierra, tornados, huracanes, entre otros. Cuando ocurren, muchas vidas son afectadas. Algunos sobreviven sin un daño, mientras que otros pierden mucho y algunos, hasta la vida. Estos desastres dejan su huella tanto en el mundo físico como en la psiquis humana. Los recientes huracanes que golpearon a Estados Unidos -Harvey, Irma y María- nos recuerdan la seriedad de estos eventos y la importancia en estar preparados en todo sentido para los que vendrán.

Unos hombres cubrían la entrada de un local con tablas de madera, en San Juan, Puerto Rico, antes de que pasara por la isla del huracán María. EFE/Thais Llorca
Unos hombres cubrían la entrada de un local con tablas de madera, en San Juan, Puerto Rico, antes de que pasara por la isla del huracán María. EFE/Thais Llorca

A veces la tecnología en la era contemporánea nos da tiempo para preparar y a veces no. El escenario llamado “después de la tormenta” demanda tener un plan de acción para restablecer la normalidad. Hay que estar listos antes, durante, y después del suceso natural. La preparación y recuperación van de la mano.

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En Estados Unidos, las funciones del gobierno están divididas en el sistema federal y el estatal. El estatal también se divide hasta en las municipalidades. Cada uno tiene sus propios recursos, fondos, y personal para lidiar con la preparación, interacción, y recuperación ante una catástrofe natural. Sin embargo, los diferentes niveles de gobierno trabajan juntos para enfrentar cada situación. El sector privado (los individuos, voluntarios, organizaciones, iglesias, compañías, prensa, etc.), también son igual o más importantes en la preparación y recuperación.

Una ventaja de la realidad de un huracán, respecto a otro tipo de desastres naturales, es que da la posibilidad de preparación. Saber qué zona va recibir el impacto permite a las autoridades avisar cómo prepararse en gran detalle. Uno tiene la opción de decidir si se va quedar o irse de la zona, preparar su casa, establecer comunicaciones, los abastecimientos, protección de sus mascotas, obtener gasolina o fuentes de energía, con varios días antes del evento. Para aquellos que no puedan conseguir hospedaje o abastecimientos, el gobierno juega un papel crucial. Casi siempre existen centros de albergue (shelters) donde uno se puede refugiar. Toda esta preparación es estándar. Lo importante es no dejar las cosas para el último minuto.

-Documentos legales y pólizas de seguro –

Para muchos, proteger recuerdos como fotos de familia, cosas sentimentales y prendas es importantísimo, pero algo realmente fundamental es proteger los pasaportes, documentos legales como los testamentos, poderes, permisos, autorizaciones, ordenes judiciales, y la póliza de seguros. Estas cosas se deben mantener en un lugar seguro, y en sobres o cajas plásticas con cierre hermético, para evitar que se mojen. Perderlas le causaría grandes problemas en su vida después del desastre.

Habitantes caminan por una calle inundada tras el paso del huracán María en Arenoso (República Dominicana). El desbordamiento de ríos sigue causando daños en República Dominicana, cuatro días después de que el ciclón María se acercara a la costa este y noreste del país, donde miles de personas siguen fuera de sus hogares y casi 1 millón no tiene agua, mientras que decenas de comunidades están incomunicadas. EFE/Orlando Barría

Entre todos los papeles, el más relevante después de una tormenta, si hay daños en su vivienda o pertenencias, es la póliza de seguro, la cual se debe hacer antes de cualquier evento natural. Las aseguradoras son parte del sistema civil de la reconstrucción y saber que la propiedad está cubierta y cómo hacer un reclamo es crucial para proteger sus derechos y re-establecer la normalidad. Uno debe estar preparado después de la tormenta para presentar todo tipo de pruebas y documentos necesarios a las aseguradoras.

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Para eso, debe documentar bien todo lo que tiene y las condiciones de sus propiedades antes del evento natural. Una buena manera de hacer esto es tomar fotos, hacer listas, etc. Toda evidencia de lo que tiene y de cómo quedó después del episodio lo ayudará en su reclamo. Es opcional, pero otra buena idea es utilizar un tasador o un abogado para ayudarlo en su reclamo ya que tienen experiencia en lidiar con las aseguradoras. El propósito es recompensar lo justo de acuerdo a su póliza y evitar complicaciones.

– Ayuda federal –

Existe un programa federal (público) que se otorga bajo La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) que ayuda al pueblo y los individuos afectados por desastres naturales que no están cubiertos por seguro. Para aquellos que no tengan una póliza de seguro y que hayan sufrido daños, es posible que puedan calificar para una ayuda financiera y otros servicios.

Algunos de los tipos de asistencia federales son: vivienda temporal, reparación, reemplazo, construcción de vivienda permanente/semi-permanente, y otras necesidades como servicios médicos y transporte. Para más información, debe visitar a www.fema.gov/spanish o llamar a 1-800-621-FEMA (3362). Debe tener listo su número de seguro social, la descripción de sus pérdidas, información de seguro si tiene, dirección de su propiedad, y un número de contacto.

En conclusión, es importante educarse bien en relación a las diferentes autoridades y partes que interactúan en tiempos de crisis ya que serán las que lo ayudarán a poder eficientemente volver a la normalidad. Obtenga con tiempo los números de contacto e información que le pudiera ayudar después del evento. Recuerde que después de un hecho crítico generalmente no hay transporte, electricidad y otras comodidades, y hasta podría peder su casa. Saber antes a quién y dónde uno puede pedir ayuda es crucial. Y junto con eso, no olvide revisar o proteger los documentos legales y su póliza de seguro. El que mejor se prepara para estos eventos es el que mejor lo pasará después.

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