Civvl, el app que ofrece sus servicios para desalojar a inquilinos que no pagan el alquiler en plena pandemia

La crisis económica desatada por la pandemia de covid-19 ha sido devastadora, con millones de empleos perdidos, caída en la actividad económica y cierre de negocios. Una consecuencia directa de ello es que millones de personas sufren para pagar el alquiler cada mes y muchos simplemente no logran hacerlo.

El desalojo es la dramática consecuencia directa.

Miles de personas han sido desalojadas o estpan en riesgo de serlo por no poder pagar la renta o la hipoteca a causa de la crisis económica desatada por el covid-19. (Getty Creative)
Miles de personas han sido desalojadas o estpan en riesgo de serlo por no poder pagar la renta o la hipoteca a causa de la crisis económica desatada por el covid-19. (Getty Creative)

Por su parte, los propietarios, sobre todo los que dependen de las rentas para pagar hipotecas o cubrir su sustento, también experimentan problemas y muchas veces optan por desalojar a sus inquilinos morosos para recuperar el inmueble. Y los bancos echan a su vez a los propietarios que no pueden pagar sus hipotecas por falta de ingresos.

Quedarse sin casa y perder el patrimonio son situaciones terribles, síntomas del desasosiego que se padece a enorme escala a causa de la pandemia.

Pero, para algunos, todo ello no es sino una oportunidad de negocio en Estados Unidos.

Ese sería el caso de una compañía llamada Civvl que, de acuerdo al portal Vice, podría ser considerada el ‘Uber del desalojo de inquilinos’. Civvl le ofrece a personas “ser contratadas como personal de desalojo” de inquilinos vía su sistema, a fin de que quien necesite, por ejemplo, entregar órdenes de desalojo o sacar pertenencias de un inquilino morosos, pueda contratar trabajadores para llevarlo a cabo.

“Hay mucho trabajo a causa de la deprimida economía… El desempleo ha alcanzado cifras récord y muchos no pueden pagar o no están pagando la renta y las hipotecas… Nosotros hemos sido contratados por dueños de propiedades frustrados y por bancos para recuperar propiedades residenciales embargadas”, reza un anuncio de Civvl, publicado en el sitio Craiglist, citado por Vice.

Así, señalan los críticos de esa aplicación, Civvl pretende contratar a personas que necesitan un trabajo (y que posiblemente perdieron el que tenían a causa de la pandemia) para echar de su vivienda a personas que se quedaron sin empleo e ingresos por la crisis del covid-19.

“Está jodido que haya personas de clase trabajadora que son arrojados a trabajos como cargadores de muebles o notificadores de órdenes para una compañía como Civvl, echando a otras personas de clase trabajadora de sus casas para que ellos puedan tener para la renta”, dijo la activista Helen Duncan a Vice.

Actualmente existe una prohibición federal para echar de su vivienda a personas que perdieron su trabajo a causa del covid-19 y varios estados cuentan con protecciones para inquilinos y apoyos para propietarios a fin de que no echen a los morosos, pero eso no ha impedido que en muchas partes del país se realicen desalojos.

Civvl no respondió a Vice cuando se le pidió una declaración al respecto.

Una captura de pantalla del sitio web de Civvl, donde se propone a trabajadores que se unan a su personal dedicado a los desalojos. (civvl.com)
Una captura de pantalla del sitio web de Civvl, donde se propone a trabajadores que se unan a su personal dedicado a los desalojos. (civvl.com)

“Sea su propio jefe” y trabaje en “horario flexible”, ofrece Civvl, invitando a personas a participar como contratistas en “trabajo que más rápido hace dinero a causa del covid-19… Literalmente, miles de notificadores de órdenes de desalojo se necesitarán en los próximos meses a causa de que las cortes necesiten apoyo para presentar sus órdenes judiciales…”.

Además de la cara dura de esas promesas, algunos usuarios se han quejado que el app de Civvl impone un cargo oculto de 35 dólares por inscribirse en su plataforma y, para colmo, no se les ofrecen los trabajos prometidos.

Por ello, se ha criticado que ese servicio no solamente pretende cebarse en la desesperación de inquilinos que no pueden pagar y en la urgencia de propietarios y bancos por recobrar propiedades, sino que también depreda a personas que buscan empleo y los usan para realizar trabajos de desalojo que además de crueles podrían ser ilegales si no se apegan a las regulaciones y moratorias al respecto.