Deporte vs. Salud, la paradoja que genera la cuarentena: el golf, el tenis y Ariel Suárez apuntan a Ginés González García

Como muchos otros escenarios deportivos, las canchas de golf llevan casi cinco meses vacías en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

Por la prohibición general, se puede interpretar que a ojos del gobierno nacional en el contexto de la pandemia hay una confrontación deportes vs. salud, que la práctica deportiva es un riesgo considerable para el contagio de coronavirus. Pero en estos últimos días, la confrontación pasa a ser más administrativa, o política, con una leve diferencia en el planteo: deportes vs. Salud. La mayúscula en esa última palabra refiere al Ministerio de Salud de la Nación, encabezado por Ginés González García, que sin nuevas autorizaciones y con declaraciones mediáticas ha causado molestia en el ámbito del deporte en el Área Metropolitana de Buenos Aires, donde la práctica sigue estando muy restringida al cabo de 148 días de distintas fases de la cuarentena, ninguna habilitante para la actividad, salvo excepciones forzadas por intensas gestiones sectoriales.

Los reclamos tienen tres disciplinas como las más visibles: el golf, el tenis y el remo, aunque en este último caso no de forma institucional, sino por la exposición que le dio Ariel Suárez con su desafío público, en palabras y en hechos, a las autoridades. Lo que González García manifestó el miércoles a la noche en el programa televisivo A dos voces, de TN, generó reacciones de la dirigencia deportiva. Principalmente dos frases: "El único pedido que hay en el Ministerio es del rugby. No hay otro pedido", y, aludiendo primero al remo, "el riesgo en ese deporte individual, de un tipo solo, es mínimo". "¿Por qué no se habilita a otros?", se le preguntó al funcionario. "Y no lo sé, porque no lo pidieron. Los deportes olímpicos están todos habilitados. Todos. Todos, ¿eh? No sé si habrán hecho [un pedido] a nivel de jurisdicción. Hasta ayer, o anteayer, que es la última vez que pregunté, no había llegado. Si llegan lo vamos a considerar", contestó.

Ginés González García, el ministro de Salud, hizo declaraciones en televisión y fue refutado desde el golf, el tenis y el remo.

A las doce horas reaccionó la Asociación Argentina de Golf (AAG), en Twitter. "Sr. Ministro @ginesggarcia, Atento a sus dichos en el programa @adosvoces_tn, la AAG presentó el 21 de Abril ante las autoridades nacionales una solicitud y protocolo para jugar al golf. El mismo con aprobación de su Ministerio es usado en todo el país", replicó la entidad. Esa presentación de abril fue cursada ante otro ministerio, el de Turismo y Deportes, cuyo titular es Matías Lammens. Ambos organismos, Salud y Deportes, estuvieron en contacto y trabajando en común en su momento, con varias idas y vueltas en trámites, para aprobar los protocolos para que pudieran entrenarse los atletas olímpicos, que volvieron a la práctica el 18 de junio.

"No fue fácil": Djokovic jugará Cincinnati y el US Open con Federer en su mente

Ayer, tras los comentarios televisivos de González García, la AAG envió una carta al funcionario. "Tuvimos la devolución de la «Dirección Nacional de Control de Enfermedades Transmisibles» del Ministerio de Salud que usted preside. Incluimos las recomendaciones y links sugeridos y ese protocolo ha servido para la vuelta a la actividad en la totalidad de las provincias. En relación a «deportes olímpicos» autorizados, entendemos que lo que autoriza el DNU es a un mínimo grupo nominado de atletas olímpicos la vuelta a los entrenamientos; muchos potenciales atletas olímpicos - incluyendo golfistas - no fueron incluidos y se ven impedidos de entrenar a la fecha", esgrimió la institución. El golf es, desde 2016, un deporte olímpico, pero todavía no tiene sus clasificados para Tokio 2020.

De todos modos, la entidad va más allá de eso: quiere la habilitación para todo su ámbito, incluido el aficionado, que abarca 304 clubes en 22 provincias, 50.000 jugadores federados y, según dice, 4000 empleos directos. Muchos de ellos están activos porque se fue flexibilizando la cuarentena en gran parte del país; el problema, hoy, es el AMBA. Y la AAG se lo dio a entender a González García. "Celebramos su opinión profesional dando cuenta del muy bajo riesgo que representa la práctica de deportes como golf, tenis y otros individuales al aire libre; y aprovechamos la ocasión para adjuntarle nuevamente, copia de lo presentado hace ya casi 4 meses y el informe técnico del Ministerio de Salud que Ud. preside, sobre cuyas recomendaciones quedó perfeccionado el protocolo definitivo que se publica en la web «www.aag.org.ar» y que se utiliza en casi toda la República Argentina donde la práctica del golf está autorizada", afirma en su carta de ayer, aludiendo a un documento que el organismo le envió hace dos meses y diez días, el 4 de junio.

En ese escrito, la Dirección Nacional de Control de Enfermedades Transmisibles respondió al informe técnico "Golf durante la pandemia Covid-19" con numerosas observaciones sobre distanciamiento social, higiene de manos, higiene respiratoria, desinfección de superficies y ventilación de ambientes, transporte desde y hacia el lugar de trabajo, acciones junto a los deportistas y detección y manejo de casos sospechosos.

Cuidados especiales: cómo Boca protege a Russo, su protagonista "de riesgo"

Y entre sus argumentos, sobresale uno que la AAG presenta como ayuda contra la pandemia: "Los Clubes, en la aplicación estricta de los protocolos vigentes, colaborarán con la sociedad toda en el control y detección de posibles contagios".

En tanto, el tenis reaccionó menos institucional pero más inmediatamente a las declaraciones de González García en TN. Entre sus dichos, el ministro afirmó que "el problema del tenis son los vestuarios", pero el protocolo propuesto por la Asociación Argentina de Tenis (AAT) implica no pasar por ese lugar ni por los bares de los clubes, manteniendo cerrados ambos espacios.

Menos de una hora después de que el ministro hablara en televisión, Agustín Calleri, el presidente de la AAT, escribió en Twitter: "Sr Ministro @ginesggarcia: con todo respeto le cuento que no sólo fuimos pioneros en la presentación de un Protocolo para la vuelta del deporte, sino que lo hicimos el 25 de abril, es decir hace casi 4 meses, y que el mismo fue aprobado por el Ministerio de Salud que usted dirige. Estas declaraciones dañan mucho a toda la familia del tenis argentino, y en particular a las que hacen de nuestro deporte su medio de vida, como por ejemplo los profesores de tenis, quienes no trabajan hace casi 5 meses".

Las canchas están; los tenistas, no; la AAT presentó un protocolo reformado el 25 de abril, logró que le aprobaran la práctica en 20 provincias y en tres meses no ha registrado casos de Covid-19.

El del tenis es uno de los reclamos más sonoros en el deporte argentino, desde hace semanas. Azuzó la controversia el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan, cuando catalogó esa disciplina como "una actividad riesgosa", y el último domingo numerosos profesores de tenis, entre otras personas que trabajan en el deporte amateur, protestaron frente a la Quinta de Olivos por la veda a su medio de vida. Calleri redobló la presión este jueves con otro tuit dirigido a González García: "En nombre de la @AATenis y de todos los que amamos el tenis, le pido respeto y decisión para habilitar la actividad en el AMBA, tal como hicieron 20 provincias del país, sin sufrir consecuencias negativas. A disposición para reunirnos y explicarle aquello que considere necesario".

Y a su vez, Leonardo Mayer, uno de los mejores tenistas de la Argentina y campeón de la Copa Davis en 2016, se integró a la protesta en la misma red social: "con todo respeto es un papelon! Juegan bien al tenis por que se pasan muy bien la pelota!", ironizó, sin dejar muy en claro los destinatarios de su alusión.

Como el golf, el tenis efectuó su gestión ante Lammens, que elogió el proyecto de protocolo y lo envió a Salud. Tras una mejora del texto, la versión definitiva fue avalada por el ministerio de González García y de allí surgió la aprobación no sólo para el regreso a comienzos de mayo en Corrientes, la primera provincia en permitir de nuevo la práctica, sino también para que se entrenaran los jugadores con posibilidades de clasificarse a los Juegos Olímpicos, entre ellos, Diego Schwartzman, Guido Pella y Juan Ignacio Londero.

En A dos voces, González García fue consultado específicamente por el remo, a raíz de la repercusión que tuvo Ariel Suárez al ir a navegar por el Delta el lunes último, cuando le fue labrada una infracción por parte de Prefectura, y en días siguientes. "El riesgo en ese deporte individual, de un tipo solo, es mínimo [...] Creo que hay cosas como el remo que no tienen demasiado inconveniente. Y mucho menos un single. Porque en el 8 son un montón de muchachos que están a una distancia más corta. Guarda que en deportes, como hay un ritmo acelerado respiratorio, hay que estar más lejos que los 3 metros. Hay que estar a entre 4 y 6 metros", sostuvo el funcionario. Por supuesto, Suárez, el deportista más enfático y retador de la cuarentena, no dejó pasar la ocasión. "Muchas gracias @ginesggarcia me hubieras avisado antes, 145 días sin tocar el agua, ahora me habilitas??? Así dejo de acumular actas #nosalgasdelagua", tuiteó a los 20 minutos.

Ariel Suárez tardó 20 minutos en responderle a González García: "Me hubieras avisado antes, 145 días sin tocar el agua, ahora me habilitas???", tuiteó el desafiante remero.

Por lo pronto, se supo que con fecha de anteayer la Asociación Argentina de Remeros Aficionados (AARA) solicitó al municipio de Tigre que habilitara a 13 clubes de remo del lugar. No trascendió si la institución había hecho tratativas ante organismos nacionales.

En todo caso, y mientras González García ve difícil la aprobación del rugby por la cercanía de los jugadores entre sí en los scrums, el golf y el tenis le achacan al funcionario no estar al tanto de protocolos revisados y aprobados por el propio organismo. Y lo exponen, mencionando "el Ministerio de Salud que usted preside" o "el Ministerio de Salud que usted dirige".

Deporte vs. Salud. Una dicotomía paradójica.