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Dembélé: Endgame

(L-R) Barcelona's French forward Antoine Griezmann, Barcelona's French defender Samuel Umtiti and Barcelona's French forward Ousmane Dembele arrive to the football club's first pre-season training session at the Joan Gamper training ground in Sant Joan Despi near Barcelona on July 15, 2019. (Photo by LLUIS GENE / AFP)        (Photo credit should read LLUIS GENE/AFP/Getty Images)
Antoine Griezmann y Dembélé de frente, con Umtiti de espaldas, en un entrenamiento del Barça (Crédito: LLUIS GENE/AFP/Getty Images)

Incluso los miembros fundadores del club de los #Dembelievers e impulsores del movimiento de defensa del francés, debemos afrontar la dura realidad que nos espera: se nos está acabando Ousmane en el Barça. Lamentablemente, este juicio apocalíptico no responde únicamente a la posible marcha del futbolista. No. Es que aunque se quede- de hecho, especialmente si se queda- puede que el sufrimiento de todo aquél que sueñe con verle triunfar de azulgrana se multiplique y se eleve a la máxima potencia.

Permítanme que ilustremos la situación en la que nos encontramos. Estos son los diferentes escenarios:

1-Dembélé se queda y el Barça no ficha a nadie más. Aparentemente el panorama idílico para los valedores del mosquito, ¿verdad? Think again. Con una plantilla peor que ésta - y con este entrenador- en la rotación Ousmane ha estado por detrás del peor Coutinho de la historia. Valverde no va a irse a ningún lado, al menos de momento. Así que, si Dembélé ha sido suplente de uno de los jugadores más apáticos de los últimos años en Barcelona, figúrense si lo va a ser de Griezmann, uno de los fichajes más caros, problemáticos y despampanantes del fútbol mundial. Proyecten ustedes. Complicado.

2-Dembélé se queda y el Barça ficha a Neymar. Cada escenario nuevo que abrimos va a requerir menos tinta que el anterior. En el hipotético y muy poco probable caso de que la llegada de Neymar no incluya la salida de Dembélé (ya sea en esa misma operación o en otra paralela) creo que no arriesgamos mucho si decimos que el rompecabezas de dimensiones titánicas que va a tener Valverde en ataque ya solo con los cuatro fantásticos (Messi, Suárez, Griezmann y Neymar) va a ser tal que ni se va a acordar de la existencia del francés. En el mejor de los casos, tendría un papel parecido al de Malcom esta temporada.

3-Dembélé se va. No hase falta desir nada más….

En este momento, la visión del futbolista es otra. Joven, ambicioso y con mucha confianza en sí mismo, Dembélé está convencido de que puede triunfar aquí y ve la llegada de Griezmann como algo positivo. La sonrisa de ambos y el buen rollo que desprenden cuando están juntos así lo confirman. El único inconveniente de esta situación es que estamos en julio. En julio nunca hay problemas. En julio nunca hay rotaciones, decisiones polémicas del entrenador ni emoticonos de futbolistas cabreados.

Con todo esto sobre la mesa, no hace falta tener la mente visionaria del profesor de La Casa de Papel para darse cuenta de lo siguiente: Dembélé puede tener la llave de la llegada de Neymar.

Brazilian soccer player Neymar smiles during an interview with Reuters in Praia Grande, Sao Paulo state, Brazil July 13, 2019. REUTERS/Nacho Doce
Neymar, sonriendo durante una entrevista (Crédito: REUTERS/Nacho Doce)

La maquinaria monta-escándalos del brasileño ya se ha puesto en marcha (si es que alguna vez ha estado parada). Por otro lado, el PSG ha dado señales claras de querer deshacerse del jugador. De hecho lo está proclamando a los cuatro vientos con la sutileza del que pone en marcha una motosierra o un martillo neumático. Lo único que queda es encontrar la oferta adecuada. Lamentablemente, aquí es donde entra Ousmane:

1- Potencial descomunal y juventud insultante.

2- Es francés. Este punto es casi más obvio que el anterior pero nada desdeñable si nos fijamos en lo que está intentando construir el PSG.

3- Nunca ha jugado mejor que con Tuchel. El actual entrenador del PSG le hizo florecer en Dortmund y conoce a la perfección sus virtudes, así como ha demostrado ser capaz de minimizar sus defectos.

4- Se lleva muy bien con Mbappé. Las escenas de sonrisas, cordialidad y partidas al Fortnite que puede vivir con Griezmann en Barcelona se pueden multiplicar con alguien de su misma edad y al que conoce igual o mejor.

Sabemos que va a haber trueque de jugadores pero hasta ahora no ha habido acuerdo entre clubes. Rakitic tiene una edad. Coutinho genera dudas. La rodilla de Umtiti es un elemento disuasorio. Ojalá nos equivoquemos pero la carta de Dembélé parece la que va a romper la baraja. Su nombre, en cuanto se ponga encima de la mesa, puede desequilibrar la balanza de la negociación.

La saga del regreso de Neymar ha sido menos entretenida que la de Los Vengadores pero igual de larga. Ousmane puede ser su Endgame.