La defenestración de Álvarez de Toledo es mala noticia para Podemos
Muchas eran las voces cercanas a Podemos que ayer celebraban la defenestración de Cayetana Álvarez de Toledo como una victoria frente a la crispación de la derecha más escorada del PP. Es normal, en el partido morado le tenían ganas a la portavoz popular que les ha puesto varias veces contra las cuerdas en sede parlamentaria. Sin embargo, ya en frío y pasadas unas horas, puede que la purga emprendida Por Pablo Casado no sea tan positiva para los intereses del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ya que cobra relevancia las tesis que apuntan a que, sin Álvarez de Toledo como contrapeso, el líder de la oposición encontrará menos resistencia para pactar con el PSOE un buen puñado de medidas que no entran en el programa de Podemos.
No hace falta incidir en la animadversión que sentía la marquesa de casa Fuerte hacia Pablo Iglesias. Basta recordar cómo el pasado mes de mayo la portavoz del PP llamó al líder de Podemos “hijo de terrorista” para ilustrarlo. Si Álvarez de Toledo llegó a ese punto, imagínense el resto. Veto máximo a Iglesias de cara a cualquier apoyo parlamentario al PSOE, incluidos los Presupuestos Generales, la principal tarea pendiente de Pedro Sánchez para cuando vuelva de vacaciones.
HAY QUE QUITARSE EL SOMBRERO ANTE ESTA SEÑORA ! ! ! /RRM/
España / Cayetana Álvarez de Toledo: "Pablo Iglesias busca consumar la obra ideológica de su padre: cargarse el orden democrático"
"Se acabó el pedir perdón a los totalitarios antidemócratas". pic.twitter.com/pnnHNvE89o— Ricardo Robaina (@_NOALCOMUNISMO) May 31, 2020
Pero ahora que al PP le ha quedado claro que la legislatura va a ser larga, le interesa rebajar el tono, abandonar el lenguaje político extremista que tanto le acerca a Vox y recuperar la moderación con la que populares y socialistas han aprendido a convivir durante décadas.
Convivencia en la que se enmarca el reparto de jueces en el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, cuyas renovaciones están pendientes del visto bueno del PP ahora que Álvarez de Toledo no puede torpedearlas con su argumento de que el actual Gobierno trata de "someter" a la Justicia, "el principal dique de contención del orden constitucional".
Si Casado accede, Iglesias tendrá poco que aportar a la negociación y el PP se distanciará de Vox vendiéndose como garante del Estado y de las reglas del juego de las instituciones. Y repetirá jugada para acabar con otras interinidades como la figura del defensor del pueblo, el Consejo de RTVE o la Agencia de Protección de Datos, entre otros. Y si la cosa va bien, Casado puede incluso pactar con el PSOE la gestión de los fondos europeos sin el concurso de Podemos.
Como ven, el peso de Pablo Iglesias y los suyos puede menguar ostensiblemente en el Consejo de Ministros sin que al PSOE le cuesta justificar argumentando que es consecuente con el retroceso experimentado por Unidos Podemos en las últimas elecciones en Galicia y Euskadi. La ausencia de Álvarez de Toledo deja a Pablo Iglesias sin némesis y el acercamiento de PSOE y PP sin espacio para justificar su presencia en Moncloa.