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Quién es Deandre Ayton, el joven de bajo perfil que se agiganta en los playoffs de la NBA

Deandre Ayton se cargó a Phoenix sobre sus hombros tras la baja de Chris Paul y es la gran sensación de los playoffs de la NBA
Matt York

Se dirigió a su antiguo dormitorio en Bahamas, miró cada detalle y nada había cambiado. Sus años de Universitario en Arizona no modificaron el paisaje: una cama individual para su hermana y una marinera para él y su otro hermano. En la de arriba solía acurrucarse Deandre Ayton, que hacía malabares para entrar, pero en esta oportunidad eligió la de abajo, ya no podía acomodar sus 2.11 metros en cualquier lado. Sin embargo, se lanzó sobre la cama de su hermano y cuentan que crujió de recibir semejante gigante. Nada de hoteles cinco estrellas, ni de casinos, ni piletas enormes y tampoco discotecas para el N° 1 del Draft de la NBA en 2018: “Una vez que estoy en el pueblo, estoy en el pueblo”.

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Cuando la pelota cayó en sus manos, apenas necesitó dos décimas para hacer volar por el aire el Phoenix Suns Arena. Directo, potente, determinado y sin dejar que nada se interponga con su objetivo. Ayton, el chico que dormía en la cama de arriba, es el dueño de la escena. Es el responsable que los Suns estén arriba por 2-0 sobre Los Angeles Clippers en la final de la Conferencia Oeste. Es el factor determinante que culminó la jugada diseñada a la perfección por el entrenador Monty Williams, es el que aprovechó el bloqueo de Devin Booker y el que enterró el “alley oop” de Jae Crowder cuando en el reloj apenas quedaban 9 décimas para que termine el partido.

De película: Deandre Ayton y una volcada en dos décimas de segundo para ganar un partido increíble en los playoffs de la NBA

La mejor noche de la carrera de Deandre Ayton

La visita a Bahamas de Deandre Ayton sucedió días después de su selección en el Draft de 2018 (fue elegido por Phoenix Suns), y fue acompañado por Marc Spears, un periodista de The Undefeated. Y no es un detalle menor en su historia esa selección, esa visita al reencuentro con sus orígenes, ya que Ayton, de 22 años, desembarcó el mundo de la NBA con la marca de una estrella, pero su luz quedó opacada por Luka Doncic, que ese año ocupó el número 2 de ese Draft (lo seleccionó Dallas Mavericks).

El rostro de sufrimiento de Ivica Zubac presagia la derrota de los Clippers; Deandre Ayton ganó un partido increíble para Phoenix, con una volcada impactante en la NBA
Matt York


El rostro de sufrimiento de Ivica Zubac presagia la derrota de los Clippers; Deandre Ayton ganó un partido increíble para Phoenix, con una volcada impactante en la NBA (Matt York/)

En silencio fue recuperando su espacio. Fue un proceso de construcción de equipo al que Ayton supo adaptarse. El desembarco de Chris Paul terminó por hacer que explote su potencial . Sus números en estos playoffs marcan su dominio, porque tiene 6 partidos de 12, con 20 o más puntos y 8 con 10 o más rebotes. En el segundo juego con Clippers cerró una planilla de 24 puntos y 14 rebotes.

Sus porcentajes de aciertos en tiros de campo son realmente impactantes, va camino a pulverizar todos los récords. En estos playoffs, los primeros de su carrera, tiene un 72.6 % de efectividad, con 90 aciertos sobre 124 lanzamientos. Para comprender mejor lo logrado por Ayton vale como referencia la estadística de ar.NBA que explica que el mejor porcentaje de acierto para alguien con un mínimo de 100 disparos le correspondía a Clint Capela, con un 66% (95-144) en el 2018 con Houston Rockets. El podio lo completan James Donaldson con un 65,4% (68-104) en 1988 y Alton Lister con un 64,1% (66-103) en 1986.

Su desarrollo en Bahamas dentro del básquet se dio gracias a un campamento que desarrolló Jeff Rogders , que fue impulsado por la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Ayton participaba de la actividad religiosa allí y asistió a un primer campamento que le costó mucho dinero a sus padres. En el segundo año, sabiendo que la situación económica familiar no era buena, trabajó como plomero junto a su padrastro Alvin para poder afrontar esos costos.

Desde que llegó a Phoenix se sintió cuidado y respectado por toda la franquicia. Su “familia” como los denominó en más de una oportunidad. Por eso hace algunas semanas sorprendió a todos los empleados que trabajan en el Phoenix Arena: le regaló a cada uno de ellos un par de zapatillas de Puma, la marca que lo patrocina a Ayton.

Es tranquilo, se lo advierte divertido, pero de perfil muy bajo. En la euforia de los Suns por la conquista del segundo juego de la final del Oeste todos estaban enloquecidos con la victoria en la agonía del partido, pero Deandre lucía tranquilo, nada de desbordes para él: “La celebración y la reacción fueron un poco flojas, lo sé. Es que no estaba seguro de lo que había hecho. No estaba seguro de si contaba”.

Tras la revisión de la jugada, Deandre Ayton se permite una sonrisa: lo acompañan Mikal Bridges y Torrey Craig; Phoenix dio un paso importante para conquistar la final del Oeste en la NBA
Christian Petersen


Tras la revisión de la jugada, Deandre Ayton se permite una sonrisa: lo acompañan Mikal Bridges y Torrey Craig; Phoenix dio un paso importante para conquistar la final del Oeste en la NBA (Christian Petersen/)

Ayton está bajo el radar de todos. Su luz empieza a desplazar la sombra que proyectó Doncic. Aunque desde hace tiempo que muchos estaban esperando la voracidad del pivote de 113 kilos de músculos. Incluso, Mychal Thompson, el emblema del básquetbol de Bahamas, el padre de Klay y dos veces campeón de la NBA con Los Angeles Lakers, considera que el pivote de los Suns es un producto perfectamente diseñado para jugar al básquetbol: “Deandre es un jugador muy completo. Es un gran talento. Será el rostro de los deportes de las Bahamas para los próximos 15 años”.

Fue un desembarco complejo el de Ayton a la NBA, porque quedó bajo la lupa cuando un informe de ESPN, que después fue refutado, señaló a la familia del jugador de haber recibido dinero para que fuera enviado a Hillcrest Prep, en Arizona. Ayton estaba en un programa de básquetbol en San Diego (Balboa City School), pero al poco tiempo se mudó a Phoenix y eso generó todo tipo de especulaciones. En su último año de preparatoria promedió 29,6 puntos y consiguió una beca para jugar un año en los Wildcats de la universidad de Arizona. Su juego consistente (20,1 puntos y 11,6 rebotes en su único año en la NCAA), lo convirtieron en el N° 1 del Draft.

“Mi papá es de Nigeria, mi mamá es jamaiquina y bahameña, así que estoy ayudando a todos esos países en uno. No soy solo un bahameño. Soy nigeriano y jamaiquino. Así que solo quiero que el mundo lo sepa”, dijo la noche que fue seleccionado en el Draft de 2018. Deandre Ayton ya se encargó de que todo el planeta tenga claro quién es y qué clase de talento se desarrolla dentro de estos 2,11 metros de altura.