Décima reaparición de Hazard con su Chelsea en el horizonte

Madrid, 24 abr (EFE).- El belga Eden Hazard no jugaba con el Real Madrid desde el pasado 13 de marzo contra el Elche. Disputó 15 minutos y salió con molestias. Dos días después se hacía oficial su décima lesión muscular desde que llegase a la capital de España procedente de un Chelsea que será su rival este martes en unas semifinales de ‘Champions’ para las que cogió ritmo este sábado contra el Betis.

Fue en el psoas derecho, conocido en las culturas orientales como ‘el músculo del alma’ por la vinculación que tiene con el diafragma (la respiración) y las emociones. El estrés, las tensiones o inseguridades pueden provocar que no actúe de forma correcta. Tiene un gran factor psicológico. Y sin duda que Hazard estaba en el peor momento de su carrera.

Las dudas acerca de su figura arreciaron más que nunca. Se planteó si las continuas lesiones, en un jugador históricamente poco propenso a ellas, se debían a una mala colocación de la placa colocada en el tobillo tras la lesión que fue el comienzo de su caída. Aquella entrada de Meunier el 26 de noviembre fue el inicio de todo.

Los médicos del Real Madrid le aconsejaron no pasar por el quirófano y optar por la solución conservadora. Tras pasar varios días en Bélgica consultado a médicos de su confianza, volvió a España para seguir el plan del club y trabajar junto a un fisioterapeuta de la Federación belga.

Se incorporó a la dinámica del grupo antes de lo previsto, el 2 de abril, pero su retorno a los terrenos de juego no se ha producido hasta 22 días después. “Calma” era la palabra repetida hasta la saciedad cuando se nombraba el regreso de Hazard. Después de tanta recaída, otra sería el comienzo del fin. El Real Madrid le lleva esperando casi dos años.

El belga se ha perdido más partidos (45) de los que ha disputado (36). Ha aportado cuatro goles y asistencias, números muy pobres para un futbolista que hasta aquel verano de 2019 estaba entre los mejores del mundo.

Gran nivel que demostró en un Chelsea que ahora es el último escollo del Real Madrid para estar en la final de la Liga de Campeones. El miércoles 5 de mayo, si no vuelve a caer, volverá a Stamford Bridge, el lugar en el que alcanzó su mejor nivel y que ahora intenta recuperar con motivación especial de cara a un final de temporada en el que su presencia puede ser trascendental.

Ocho partidos en 29 días, sin contar una posible final de la Champions, encara un Real Madrid en la lucha por su decimocuarta orejona y trigésimo quinta Liga, y Zidane ya avisó que estaban al límite físicamente. Por eso, toda ayuda es buena. Y más si Hazard se acerca al nivel que se le presupone.

Aunque para ello aún le hagan falta minutos, ya que el belga solo ha podido disputar 28 minutos desde el 30 de enero, contando los que jugó este sábado contra el Betis en los que dejó una acción de esa chispa que le caracterizaba en una conducción hacia adentro, pero prefirió pasar el balón a tirar y el peligro se perdió en las botas del brasileño Vinicius Junior.

Lo más importante para Hazard llegará en los próximos días. Lo primordial no es volver, es que esta décima reaparición sea la definitiva para, al fin, rendir al máximo en el Real Madrid.

Óscar Maya Belchí

(c) Agencia EFE