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¿Cuántos goles va a necesitar Sergio Ramos para tapar sus errores infantiles?

VITORIA-GASTEIZ, SPAIN - NOVEMBER 30: Sergio Ramos of Real Madrid CF scores their team's first goal during the Liga match between Deportivo Alaves and Real Madrid CF at Estadio de Mendizorroza on November 30, 2019 in Vitoria-Gasteiz, Spain. (Photo by Quality Sport Images/Getty Images)
Sergio Ramos remata de forma inapelable para hacer el 0-1 ante el Deportivo Alavés. (Foto Quality Sport Images/Getty Images)

En los pasillos y las gradas del Santiago Bernabéu se repite una pregunta entre susurros, ¿cuántos goles va a necesitar Sergio Ramos para tapar sus errores infantiles?. Nadie conoce la respuesta exacta, pero la tozuda realidad se empeña en demostrar que van a tener que ser muchos para compensar sus actuaciones. El capitán del Real Madrid representa el extraño caso de un defensa experimentado que a sus 33 años comete los mismos fallos que un novato recién estrenado en la máxima categoría de fútbol español.

No hay gol en contra del Real Madrid en el que Sergio Ramos no falle. Ya sea por posicionamiento incorrecto, falta de concentración, torpeza o cualquier otro motivo, el ‘4’ madridista suele aparecer en todas las fotos. Su nivel defensivo en el día a día es bajísimo. Para adornarlo, el singular defensa blanco busca aumentar su cuenta goleadora para compensar sus deficientes acciones defensivas.

Poco importa que su acompañante sea Raphaël Varane o Éder Militao, Sergio Ramos siempre se las acaba ingeniando para hacer saltar por los aires el sistema defensivo del Real Madrid. Pieza clave en la distribución del balón en largo y en corto y en la tarea de defender a campo abierto al dotar de muchos metros a su equipo, no se explica cómo realiza tantas perogrulladas hasta en las jugadas más sencillas y que a priori no deberían representar mayor dificultad para un defensa de su calibre.

Sergio Ramos representa la épica de las 4 Copas de Europa en 5 temporadas del mismo modo que representa las 2 Ligas en 11 temporadas. Un futbolista abonado al gol de leyenda en el último suspiro y a brillar en las grandes noches, pero que también se desinfla en la competitividad y regularidad del día a día. Una figura extraña al que la propia confianza en su mismo juego le acaba jugando malas pasadas. Confía tanto en sus virtudes y características que comete errores por puro descuido.

En este sentido, la mayoría de los fallos individuales de Sergio Ramos no vienen provocados por el sistema de juego o por la pericia de los delanteros rivales, sino por su propia responsabilidad. Su peor enemigo es él mismo. El defensa de Camas le está costando muy caro al Real Madrid en aquellos partidos rutinarios, como el que le enfrentó al Deportivo Alavés; tanto que quizás lo mejor sería que lo criogenizaran hasta que empezaran las eliminatorias de Copa de Europa, su ecosistema habitual.

Sergio Ramos es el Real Madrid. Con sus ventajas y desventajas. Por ello ningún futbolista de la actual plantilla representa mejor el rumbo que ha llevado a cabo el club de la capital de España que su propio capitán. Con sus inexplicables fallos, su ilógica épica, sus salidas de tono, su irregularidad y su genialidad. Puerta grande o enfermería. Sergio Ramos parece no conocer término medio.

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