Cuando un falso grito de ‘¡Fuego!’ causó una mortal tragedia en una fiesta navideña en 1913

En la mayoría de países de todo el planeta suele existir alguna ley o disposición que indica que está prohibido gritar falsamente ‘¡Fuego!’ dentro de un lugar (teatro, escuela, salón de convenciones… cualquier espacio que reúna a personas) siendo perseguido el infractor, pudiendo recibir un castigo que va desde una multa económica hasta varios años de cárcel.

(Imagen vía Michigan Tech)
(Imagen vía Michigan Tech)

Y es que múltiples han sido los casos a lo largo de la Historia en los que se han producido terribles tragedias (con numerosísimas victimas mortales y heridos) por culpa de que alguien había gritado advirtiendo que había un incendio en aquel lugar, siendo mentira.

En el post de ‘Cuaderno de Historias’ de hoy os traigo uno de esas tragedias, ocurrido el día de Navidad de 1913 y que se saldó con 73 personas muertas (la inmensa mayoría niños y niñas entre los 2 y los 14 años de edad).

Tuvo lugar en la población de Calumet (Estado de Michigan) donde alrededor de 400 personas se habían reunido en la segunda planta del ‘Italian Hall’, un salón de actos y festejos en el que, desde hacía cinco años (se abrió en 1908) se celebraba todo tipo de fiestas (tanto personales como de asociaciones y colectivos), así como de sede para reuniones de la ‘Società Mutua Beneficenza Italiana’, una importante asociación benéfica que daba asesoramiento y ayuda a inmigrantes en EEUU (no solo italianos).

Calumet por aquel entonces era una importante ciudad minera a la que habían acudido un gran número de familias de todos los lugares de Europa en busca de un futuro mejor, siendo ‘Calumet & Hecla Mining Company’ la empresa encargada de dar trabajo a la mayoría de los habitantes de la población en las minas de cobre más importantes de los Estados Unidos.

A mediados de 1913, desde la WFM (siglas del mayor sindicato minero del país) se reclamaron una serie de mejora para los trabajadores, algo a lo que la compañía minera se negó y convocándose una huelga indefinida que se inició el 23 de julio.

A finales de aquel mismo año (1913), los mineros seguían en huelga, llevando cinco meses sin percibir salario alguno y pasando por unas graves penurias económicas.

Al llegar diciembre, las conocidas como ‘Ladies Auxiliary’ (organización benéfica gestionada por las mujeres –esposas, madres, hermanas, hijas..- de la WFM) decidieron organizar en el salón principal del Italian Hall (cedido por la ‘Società Mutua Beneficenza Italiana’) una celebración navideña en la que reunir a los mineros y sus familias y en donde podrían pasar una jornada distendida, con alimentos típicos navideños, regalos para los hijos (la mayoría eran familias numerosas) y, en definitiva, pasar una velada distendida, dejando de lado las preocupaciones laborales y económicas por un rato.

La jornada estaba transcurriendo distendidamente con risas, cantos, bailes y ricos manjares (de las diferentes culturas y nacionalidades de las familias inmigrantes) con más de 700 personas allí reunidas (500 niños y 200 adultos, aproximadamente), hasta que un fatal grito de advertencia provocó el caos y una mortal tragedia.

No se sabe quién ni por qué, pero en un momento de la fiesta alguien gritó ‘¡fuego!’ y el caos se apoderó de todos los presentes, quienes trataron de huir despavoridamente de allí para ponerse a salvo.

El salón donde se estaba celebrando la fiesta estaba ubicado en la segunda planta del edificio y una marea humana trató salir y bajar de allí por la empinada y estrecha escalera principal. Lo curioso es que había un par de salidas más (una trasera y la escalera de incendios), pero la inmensa mayoría de los presentes se dirigieron hacia la misma salida, provocando caídas y numerosísimas personas que fueron aplastadas por otras. Una auténtica tragedia que terminó con 73 muertos y cientos de heridos.

59 de los fallecidos fueron niños y niñas entre los 2 y los 14 años de edad.

Ha pasado más de un siglo desde aquel trágico acontecimiento y todavía sigue sin resolverse el misterio de la identidad del hombre que entró en el salón al grito de ‘fuego’ y por qué lo hizo. Numerosas son las hipótesis que apuntan a que fue alguien perteneciente a la ‘Citizens' Alliance’, una organización antisindical y cuyos miembros solían realizar trabajos para la patronal empresarial, reventando huelga, manifestaciones e incluso cubriendo los puestos de aquellos trabajadores que se declaraban en huelga (los conocidos como ‘esquiroles’).

Se sabe que durante los meses en los que estuvo convocada la huelga de mineros de Calumet numerosas fueron las ocasiones en las que hubo enfrentamientos entre huelguistas y miembros de la Citizens' Alliance, saldándose dichas peleas con varios heridos y detenidos.

Pero lo sucedido en el Italian Hall, del 24 de diciembre de 1913, ha pasado a la Historia como una de las grandes tragedias ocurridas en Estados Unidos durante el primer cuarto del siglo XX.

Fue tal el impacto que causó en la sociedad, que incluso sirvió como base argumental en varios juicios posteriores en los que se juzgaba otros casos en los que alguien había provocado alguna tragedia por haber gritado falsamente ‘fuego’, acabando finalmente como una ley que se aplica en EEUU y que castiga con dureza a aquellos que lo hagan (aunque su ‘broma’ no tenga consecuencias nefastas).

Por último y como nota aclaratoria, cabe destacar que numerosos son los artículos que se han publicado sobre la ‘Tragedia del Italian Hall’ en el que indican que se trataba de una fiesta de Navidad de la comunidad italoamericana de Calumet, pero en realidad los presentes eran de diferentes nacionalidades, siendo mayoría quienes provenían del Norte o Este de Europa (sobre todo finlandeses, eslovenos y croatas).

Fuentes de consulta: somsinsieme / angelfire / mfhn / 1913massacre / genealogia.fi / restellistoria / mlive / Michigan Tech

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