Cuando Josep Tarradellas se quejó que Jordi Pujol le había impedido brindar por España

El 20 de marzo de 1980 se celebraron las primeras elecciones al Parlamento de Cataluña desde la llegada de la democracia. Las votaciones las ganó la coalición electoral Convergencia i Unió, liderada por Jordi Pujol. Necesitó de una segunda vuelta en el Parlament para conseguir la mayoría simple suficiente y ser investido como presidente, con el apoyo de Centristes de Catalunya-UCD y Esquerra Republicana de Catalunya.

Josep Tarradellas (izquierda) y Jordi Pujol (derecha) no mantuvieron una buena relación personal y política (imagen extraída del libro ‘Ja soc aquí’ de Josep Tarradellas – Ed. Planeta)
Josep Tarradellas (izquierda) y Jordi Pujol (derecha) no mantuvieron una buena relación personal y política (imagen extraída del libro ‘Ja soc aquí’ de Josep Tarradellas – Ed. Planeta)

Pujol reemplazaba en el cargo a Josep Tarradellas, un veterano político que había sido nombrado Presidente de la Generalitat en el exilio en 1954 y que fue oficializado tras su retorno a España en 1977, en los inicios de la transición democrática.

El acto oficial de toma de posesión de Jordi Pujol como nuevo presidente de la Generalitat de Catalunya tuvo lugar el 8 de mayo de 1980 y parece ser que hubo un pequeño desencuentro entre el president saliente y el entrante. Las consecuencias no se conocerían hasta un año después.

Josep Tarradellas, como presidente saliente, había sido invitado a realizar un brindis en tan solemne acto y la fórmula que el veterano político escogió para terminar su parlamento era con el grito de «Visca Catalunya i visca Espanya (¡Viva Cataluña y viva España!), parece ser que el propio Pujol le prohibió taxativamente cualquier proclama de elogio hacia España.

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Esta anécdota pasó prácticamente desapercibida y quedó en el olvido de todos, menos del propio Tarradellas. Este, un año más tarde (concretamente en marzo de 1981), quiso hacer público el desencuentro aprovechando que, un par de meses antes había saltado a la prensa cierta polémica en torno al Gobierno de la Generalitat y su política de inmersión lingüística, tras la publicación en el rotativo Diario 16 del conocido como «Manifiesto de los 2.300», un documento firmado por intelectuales, políticos y personalidades relevantes en el que se reclamaba a Pujol la igualdad de derechos lingüísticos en Cataluña hacia todos los castellanoparlantes.

Tarradellas, muy hábilmente, supo aprovechar aquel momento de crispación política y social que había en la prensa hacia Jordi Pujol y envió una carta personal a su amigo, el director de La Vanguardia, Horacio Sáenz Guerrero, en la que le explicaba, entre otras cosas, la polémica ocurrida durante el brindis en la toma de posesión de Pujol y cómo este le prohibió gritar un «Visca Espanya», además de criticar al presidente por su política partidista y por no haber buscado consenso en el asunto lingüístico.

El director del diario barcelonés, amigo de ambos políticos, decidió no publicar la mencionada carta en el rotativo que dirigía, al considerar que se trataba de correspondencia privada. Esta decisión no fue del agrado de Tarradellas, quien decidió filtrarla a otros medios. El 15 de abril, El Periódico de Cataluña (propiedad del Grupo Z), publicaba la carta del expresident y un día después, en vista al revuelo que ello había provocado, La Vanguardia decidió publicarla íntegramente, añadiendo en su inicio una pequeña explicación sobre por qué Sáenz Guerrero había decidido, en un principio, no hacerla pública.

Carta de Josep Tarradellas al director de La Vanguardia en 1981 (imagen vía Hemeroteca La Vanguardia)
Carta de Josep Tarradellas al director de La Vanguardia en 1981 (imagen vía Hemeroteca La Vanguardia)

Jordi Pujol prefirió no replicar públicamente a su antecesor, aunque desmintió que le prohibiese gritar el mencionado viva España y asegurando que él mismo, durante el acto de su toma de posesión, hizo un brindis «por Cataluña, por las comunidades autónomas y por España», algo que se corroboró también a través de La Vanguardia.

Esta anécdota forma parte de uno de los capítulos de mi último libro, recientemente publicado, «Eso no estaba en mi libro de historia de la política» (Editorial Almuzara) y que se convierte en mi cuarto trabajo como escritor. Se trata de un libro dedicado a las curiosidades, datos, personajes, anécdotas, historias e intrahistoria de la Historia de la política de todos los tiempos.

Portada del libro "Eso no estaba en mi libro de historia de la política" de Alfred López (editorial Almuzara)
Portada del libro "Eso no estaba en mi libro de historia de la política" de Alfred López (editorial Almuzara)

Fuentes de las imágenes: libro ‘Ja soc aquí’ de Josep Tarradellas – Ed. Planeta / Hemeroteca La Vanguardia

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