El nieto de Cousteau quiere construir una estación internacional submarina

El célebre submarinista, oceanógrafo y director Jacques Cousteau
El célebre submarinista, oceanógrafo y director Jacques Cousteau

El invento que abrió las puertas al descubrimiento de los océanos no fue el submarino, la campana o la escafandra, sino el regulador de buceo inventado, en plena Segunda Guerra Mundial, por dos franceses: Émile Gagnan y Jacques Cousteau. Ese sencillo artilugio que proporcionaba oxígeno de manera eficaz, ligera y segura fue la verdadera revolución, silenciosa y desapercibida, que consiguió poner los fondos submarinos al alcance de cualquiera. Resulta sorprendente lo poco que sabíamos de los océanos antes de la llegada del regulador. El ser humano se disponía a viajar al espacio mediante complejos sistemas de propulsión, cohetes y cápsulas espaciales, y sin embargo, apenas conocíamos cómo era la vida, la fauna y la flora, de nuestros propios mares.

Consiguió grabar las primeras imágenes submarinas, dirigió más de cien documentales en lugares inéditos en la historia, ganó la Palma de Oro en Cannes con una de sus cintas, escribió docenas de libros… con su típico gorro rojo y su barco Calypso, Jacques Cousteau se ha convertido, por derecho propio, en el máximo representante de la divulgación de los océanos.

La película dedicada a su vida, estrenada hace unos años, nos muestra su conocida faceta pública, pero también las complejidades y sueños rotos de su vida privada. A su imaginativa innovación en las películas hay que sumar su complicada relación familiar con su esposa y sus hijos. Su ambición y la magnitud de algunos de sus proyectos, junto con su mala mano para las finanzas, hicieron que siempre viviera al borde de la quiebra económica. Uno de los ejemplos más claros de esta innovación sin límite fue su apasionante proyecto Precontinent, una estación submarina donde vivir bajo el agua.

Infografía de la Precontinent 2 diseñada por Cousteau a principios de los '60
Infografía de la Precontinent 2 diseñada por Cousteau a principios de los '60

A principios de la década de los ’60, Jacques Cousteau aparecía en todas las televisiones del mundo afirmando que el futuro de la humanidad era el fondo de los mares. En plena era espacial, el francés hablaba del “Homo aquaticus”, una nueva manera de vivir en la que el hombre se adaptaría en un futuro, cubriendo todas sus necesidades directamente de los recursos naturales del océano. Los hombres del mañana serán aquanautas

Su empeño, como tantas veces antes, terminó por convertirse en realidad. En 1962, la primera prueba de “estación submarina” se construyó en el lecho marino, junto a las costas de Marsella, en Francia. Se bautizó como Precontinent 1, y durante quince días, dos buzos habitaron aquella pequeña cámara submarina consiguiendo que las ilusiones de Cousteau crecieran y crecieran. El siguiente paso sería la Precontinent 2, una estación completa, casi una pequeña aldea submarina. El lugar elegido fue el fondo del Mar Rojo, a unos 35 kilómetros de Port Sudan. Rodeados de bellos arrecifes, un equipo formado por ocho miembros vivió durante un mes entero bajo el mar. La estación Precontinent 2 constaba de varias instalaciones, ancladas al fondo marino, equipadas con camarotes, literas, zonas comunes con aseos, mobiliario, equipos técnicos e instrumental científico.

Estado actual de la estación submarina Precontinent 2
Estado actual de la estación submarina Precontinent 2

Varios hangares sumergidos daban cobijo a un pequeño submarino, capaz de descender a trescientos metros de profundidad, herramientas y tanques con oxígeno que proporcionaban el aire necesario a esta incomparable iniciativa.

Hoy en día, las cápsulas y habitáculos de la Precontinent 2 están abandonadas, cubiertas de musgo y tan solo representan una curiosidad para los aficionados al submarinismo que acuden allí como turistas. Sin embargo, la saga de los Cousteau aún tiene mucho que decir sobre el fondo del mar y Fabien, fiel sucesor y nieto del gran capitán, quiere volver a realizar el sueño de los aquanautas de su abuelo en un nuevo proyecto de estación internacional submarina.

Diseño de la nueva estación internacional submarina PROTEUS ideada por Fabien Cousteau
Diseño de la nueva estación internacional submarina PROTEUS ideada por Fabien Cousteau

Fabien Cousteau ha seguido, casi literalmente, los pasos de su abuelo. Se define como aquanauta, conservador y protector de los océanos, director de documentales submarinos para infinidad de cadenas de televisión y su afán por construir una base, permanente y habitada, bajo el agua ya cuenta con experiencias previas favorables. En 2014, Fabien batió el récord mundial de permanencia bajo el agua en su Misión 31, una expedición que pasó precisamente 31 días en el laboratorio submarino Aquarius, instalado en los Cayos de Florida. Batir esta marca fue también un homenaje al Cousteau original que, en 1963, pasó 30 días en la Precontinent 2.

Hace tan solo unos días, Fabien presentó su estación PROTEUS, en honor al dios del mar griego, y su intención es construirla a veinte metros bajo las costas de Curazao, en el fondo marino de una zona marítima especialmente rica por su biodiversidad.

Actualmente tan solo existe un puñado de habitáculos submarinos activos en todo el mundo, tres en Estados Unidos y uno en Rumanía. La idea de la nueva PROTEUS nos devuelve a la ambición propia de los Cousteau, podrá alojar hasta a doce ocupantes y será una estación con tecnologías de última generación que permitirán una mayor investigación científica de nuestros mares, aún hoy los grandes desconocidos.

Más historias interesantes sobre océanos en Yahoo: