Coronavirus en la Argentina. Círculos en el pasto y senderos, las alternativas para el distanciamiento social en los parques porteños

La pandemia modificó costumbres, rutinas, relaciones. En cada ciudad por donde pasó el Covid-19 ya nada es como antes, al menos, hasta que se desarrolle una cura para la enfermedad que cambió al mundo. Buenos Aires no está fuera de esa nueva dinámica y en su salida progresiva del confinamiento más estricto se plantea modificaciones en su vida urbana, por ejemplo, en la distribución del espacio público y el uso de los parques y las plazas.

Círculos en el pasto que delimiten una superficie acotada, senderos, peatonalización de las calles perimetrales a los espacios verdes y otras intervenciones son parte del protocolo que se está elaborando para cuando se autorice la apertura de los parques que están cerrados desde que comenzó la cuarentena. Con estas medidas se espera garantizar el distanciamiento social para prevenir los contagios una vez que la flexibilización permita el uso de estos lugares.

Por qué reabrirán algunas actividades en la ciudad en pleno pico de la pandemia

Hasta el momento los parques y plazas con cerco perimetral permanecen cerrados como los parques Sarmiento o Centenario, y aquellos sitios que no tienen rejas cuentan con cintas para impedir el acceso de la gente, como en Barrancas de Belgrano o el Parque Las Heras. Otros espacios permanecen abiertos, como los Bosques de Palermo donde la gente suele realizar las salidas recreativas con niños durante el fin de semana. La Reserva Ecológica de Costanera Sur y Agronomía, otros pulmones verdes porteños, también están cerrados desde marzo.

La reapertura de los espacios será progresiva en la próxima etapa que comenzará el sábado, aunque fuentes oficiales descartan que se produzca de forma inmediata. La técnica que se utilizará se implementará primero en plazas tradicionales, como San Martín y De los Dos Congresos (y quizás se amplíe a la superficie verde del Paseo del Bajo), para luego extenderse a las otras plazas y parques en todos los barrios.

Según pudo saber LA NACION, se están evaluando diferentes modelos usados en todo el mundo, pero lo más aplicable sería el utilizado en San Francisco, Estados Unidos, y en Rosario, con círculos pintados en el pasto para delimitar la superficie que podría utilizar un grupo reducido de personas. Otras alternativas como las burbujas usadas para practicar yoga en Canadá, son más inalcanzables.

En la ciudad, vuelve el running y ampliarán a toda la semana las salidas con niños

"No está del todo definido cómo y cuándo abrir los parques porque hay distintos niveles de discusión. Se debe avanzar en sintonía con la Provincia de Buenos Aires y teniendo en cuenta la dimensión sanitaria", explicaron desde el Gobierno. Es que la apertura de los espacios verdes, al igual que las otras medidas que tendrán vigor desde la semana próxima, están atadas a lo que ocurra con la enfermedad.

Con una curva de contagios estable en la ciudad, como lo contó el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, en el programa Mesa Chica de LN+, y un número R (índice de contagiosidad) de 1,02 que lo acerca al valor pretendido por debajo de uno, que marcaría una progresión de contagios en descenso, indican un escenario optimista para avanzar en las flexibilizaciones. Si los parámetros monitoreados toman una dirección opuesta, la reapertura podría verse suspendida.

En San Francisco pintan círculos en el suelo para el distanciamiento social

Con la mirada puesta en esos datos el Gobierno espera levantar la veda para que vuelva la actividad física en la ciudad bajo las mismas condiciones vigentes hasta el 1° de julio, cuando se endureció la cuarentena. De la misma forma se pretende ampliar a todos los días de la semana las salidas recreativas de los niños que hoy solo se pueden realizar los sábados y domingos.

La intervención del espacio público, como ocurrió hace algunas semanas con la ampliación de las veredas en los centros comerciales a cielo abierto más transitados, contempla la peatonalización de las calles cercanas a parques y plazas para generar mayor superficie para el transeúnte.

Más sitios de juegos para niños en esas calles peatonalizadas, modificaciones de la escena urbana para que los restaurantes tengan espacios para colocar mesas en las veredas, un proyecto de ciclovías provisorias y otras medidas están siendo analizadas para que la ciudad se traslada a la calle, con mayor cantidad de actividades al aire libre donde el virus está más neutralizado.