Copa Libertadores. De Malasia a Cochabamba: Patito Rodríguez, el juvenil de Independiente que se convirtió en un trotamundos de la pelota

En todas las épocas de su historia el fútbol argentino siempre tuvo apariciones resonantes entre sus promesas. Muchas veces estos futbolistas terminan triunfando en Europa, pero antes de eso tienen su momento de gloria en el país, lo que es les permite emigrar. Es cierto que algunos de esos jóvenes no siempre se convierten en estrellas y sus carreras se ven envueltas por giros inesperados.

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Uno de los futbolistas argentinos que pasó por una situación con algunos de estos condimentos es el "Patito" Patricio Julián Rodríguez que, luego de una inusual trayectoria, en la actualidad viste la casaca número 2 de Jorge Wilstermann, de Bolivia, y este jueves fue la gran figura de su equipo en el triunfo sobre Peñarol de Montevideo por 3 a 1 en un partido correspondiente a la ronda de grupos de la Copa Libertadores.

El resumen del triunfo de Jorge Wilstermann con los dos tantos de Rodríguez

El Patito, además de sobresalir en cuanto al juego, fue autor de dos goles y no contra cualquier rival, sino contra un gigante de América como es el equipo uruguayo, uno de lo símbolos que tiene la competencia. Además, dejó a su equipo en la segunda colocación del Grupo C por detrás del líder, Athletico Paranaense.

La particular carrera de aquella promesa que hoy viste la camiseta del conjunto de Cochabamba se desarrolló como la de un trotamundos de la pelota. Todo comenzó en la primera de Independiente, donde incluso vistió la icónica número 10 del equipo de Avellaneda. A comienzos del año 2008, Américo Gallego, entrenador del rojo en aquel momento, lo puso en la cancha en un torneo de verano. Un par de apariciones deslumbrantes de ese chico de 17 años generaron ilusiones en todos los hinchas del Rojo.

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En Independiente fue parte del equipo campeón de la Sudamericana 2010 y en el recuerdo de todos los hinchas quedará un golazo en un clásico frente a Racing. Todos los que lo vieron alguna vez en una cancha esperaban mucho más de él, aunque ese salto de nivel no estuvo a la altura de semejante expectativa. En 2012 fue transferido a Santos, donde compartió equipo con Neymar.

Aquel gol a Racing

Luego de dos años, en el fútbol de Brasil regresó a la Argentina, esta vez para jugar en Estudiantes. A partir de allí y desde 2015, comenzó su recorrido por el primer destino exótico para lo que es el fútbol: Malasia. Allí, jugó en Johor Darul Takzim, equipo con el que pudo ser campeón de la liga de ese país de Asia.

Quizá el mejor momento de su carrera le llegó en 2016. Ese año arribó al fútbol de Grecia, más precisamente al AEK de Atenas. En el equipo helénico tuvo la enorme posibilidad de disputar la Champions League y la Europa League, incluso pudo consagrarse campeón de la Superliga griega en 2018. Tras dos temporadas en Grecia, este volante de 30 años viajó hacia Oceanía para ponerse la camiseta de Newcastle Jets, de Australia, donde sólo jugó seis meses.

Su última incursión antes de ponerse la camiseta de Wilstermann fue en Moreirense, de Portugal, pero la seducción de poder jugar la Copa Libertadores está por encima de todo lo que puede darle la atracción de Europa. Aunque a sus 30 años le queda carrera por delante, le puso una pausa a su recorrido por el mundo detrás de la pelota y eligió Sudamérica, un vidriera importante en el fútbol mundial.