Copa América. ¿Guido Rodríguez o Paredes? ¿O los dos juntos? Una buena tesis por resolver para la diplomatura de director técnico de Lionel Scaloni

Guido Rodríguez festeja su gol de cabeza, el del triunfo 1-0 de la Argentina ante Uruguay
EVARISTO SA

Del significado del triunfo en el clásico rioplatense por la Copa América dejó constancia Lionel Messi en su posteo en Instagram, en una imagen en la que aparece sumergido en una bañera del vestuario del estadio Mané Garrincha, rodeado por cuatro compañeros. Tras la inflexión “Vamos carajo!!!”, el capitán y figura del 1-0 a Uruguay da a entender que la victoria era impostergable: “era importante ganar hoy”; también le asigna propiedades balsámicas: “esto nos va a dar tranquilidad para lo que se viene”, y advierte que ese futuro “va a seguir siendo duro”. Messi hizo una lectura de líder, función que había ejercido sin distracciones durante los 90 minutos.

En un triunfo que no fue uno más, cumplió un papel relevante un futbolista que en el plan original llegaba a la Copa América como una pieza complementaria: Guido Rodríguez. No porque se desconfiase de sus condiciones, sino porque para el puesto de volante central Lionel Scaloni hizo de Leandro Paredes una de las banderas de su ciclo. Tal es su predilección por el jugador de Paris Saint Germain, que hasta esta ausencia frente a Uruguay, causada por un golpe intercostal, había sido titular en 26 de los 28 encuentros, y en los dos restantes, en los primeros amistosos del segundo semestre de 2018, había ingresado en los segundos tiempos, por Maxi Meza (ante Colombia) y por Santiago Ascacibar (frente a México). Scaloni se muestra como un entrenador proclive al recambio, pero a Paredes le dio una entidad de intocable que sólo tiene Messi.

Aunque ocupen la misma demarcación, no hay dos futbolistas iguales. Esa diferencia se acentúa en la comparación Paredes-Rodríguez. Mientras el ex Boca es un mediocampista ofensivo reconvertido en Nº 5, el jugador de Betis se formó en ese puesto desde las inferiores de River.

Ambos son ejemplo de la evolución y de las exigencias crecientes que el fútbol moderno les demanda a los encargados de esa función. Cada uno debió completar el curso de especialización que requiere el puesto. Paredes necesitó sumar capacidad de quite, recuperación, atención para los relevos y orden posicional para que el equipo no se quiebre ni lo tomen descompensado. A todo ese arsenal defensivo que trae como formación de base, Rodríguez le agregó ductilidad técnica, buen pase y lectura del juego. El antiguo N° 5, rústico, solo abocado a morder la posesión rival y de escasos recursos con la pelota en los pies, va quedando en la orilla del fútbol moderno de elite.

Guido Rodríguez hizo el gol del triunfo ante Uruguay

El puesto fue adquiriendo cada vez más importancia en el funcionamiento de un equipo. A veces, la identidad futbolística de ese equipo se empieza a desprender del perfil del mediocentro. Néstor Gorosito suele decir: “Ya no hay números 5 plenamente recuperadores, como Serna, Giunta o Gallego. Cuando un técnico propone jugar, necesita zagueros o un volante central que sepa con la pelota”.

Al optar siempre por Paredes, Scaloni manda un mensaje de que pretende el control de la pelota, aunque en varios pasajes de los partidos el seleccionado cede la iniciativa y se defiende más desde el repliegue que con la tenencia del balón. En esos tramos es cuando Paredes resigna influencia.

Antes de ser titular ante Uruguay, los últimos minutos de Guido Rodríguez en el seleccionado fueron durante la media hora final del triunfo en La Paz ante Bolivia por las eliminatorias, cuando reemplazó justamente a Paredes. Había que asegurar tres puntos vitales. El entrenador de Pujato conoce a Rodríguez desde que era ayudante de Jorge Sampaoli, que lo incluyó en una de sus primeras convocatorias.

Aunque el gol no está entre sus prioridades, el volante de Betis fue el responsable del 1-0 con un cabezazo tras ganarle en el salto a Rodrigo Bentancur. Siendo eso importante, no dejó de ser igual de valioso lo inherente a su misión específica. Dio equilibrio defensivo, liberó a los interiores –Lo Celso y De Paul, que rompió líneas con la espalda más cuidada-, hizo coberturas hacia los costados y despejó un contraataque uruguayo en el área como si fuera un zaguero. Según la cuenta Sudanalytics se impuso en siete de diez duelos, tuvo un 88,5% de acierto en los pases, completó cuatro despejes, tres entradas y cuatro recuperaciones.

Guido Rodríguez se posiciona para controla la pelota ante Edinson Cavani
Eraldo Peres


Guido Rodríguez se posiciona para controla la pelota ante Edinson Cavani (Eraldo Peres/)

Con 27 años, trasladó al seleccionado sus buenas estadísticas en la Liga de España, donde completó una temporada como el jugador con más duelos defensivos ganados (195) y quedó segundo en acciones defensivas exitosas (412). Para Manuel Pellegrini es imprescindible; presente en 35 de las 38 fechas de la liga, su rendimiento despertó el interés de Arsenal de Inglaterra.

Roberto Sensini, en declaraciones a Puro Fútbol, consideró que “la entrada de Rodríguez fue clave para la proyección de los laterales (Molina y Acuña)”. Para Jorge Ribolzi, el Nº 18 “es más agresivo y recuperador” que Paredes.

Scaloni debe tomar decisiones sobre este nuevo escenario. El partido del lunes ante Paraguay no es el más trascedente de lo que resta. Cuando se defina el futuro de la Argentina en la copa, ¿Scaloni será dogmático y mantendrá a Paredes, o se mostrará pragmático e incluirá a Rodríguez? ¿O los dos juntos, con Paredes de interior? Una buena tesis a resolver para la diplomatura de técnico de Scaloni.

Lionel Scaloni da indicaciones durante el partido ante Uruguay
NELSON ALMEIDA


Lionel Scaloni da indicaciones durante el partido ante Uruguay (NELSON ALMEIDA/)