Copa América. Lionel Scaloni, con la sangre en el ojo: en Brasil, quiere vengarse de los 8 tipos de negro

El 2 de julio de 2019, en el Mineirao, la Argentina perdió 2-0 con Brasil, por la Copa América y Scaloni estalló contra el arbitraje del ecuatoriano Roddy Zambrano
FABIAN MARELLI_ENVIADO ESPECIAL

Nunca se olvidará Lionel Scaloni del gol que le convirtió a Brasil en el Mundial Sub 20 de Malasia 1997. Desborde por la derecha y furioso derechazo para sacar del torneo al ‘Scratch’ en los cuartos de final. Como entrenador, en su pequeña carrera, también ya se regaló una victoria, y no es cualquier victoria, porque desde entonces el conjunto de Tite no volvió a perder: 1-0 el 15 de noviembre de 2019, un petroamistoso en Ryad, con gol de Lionel Messi después del rebote que dio el arquero Alisson tras atajarle un penal. ¿El último entrenador que le ganó a Brasil? Sí, Scaloni.

Las protestas de Scaloni, que todavía no supera aquella semifinal, con Brasil; sigue convencido de que sucedió algo extraño en Belo Horizonte hace dos años
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Las protestas de Scaloni, que todavía no supera aquella semifinal, con Brasil; sigue convencido de que sucedió algo extraño en Belo Horizonte hace dos años (FABIAN MARELLI_ENVIADO ESPECIAL/)

Pero nada borra la cicatriz. Por ahora, claro. A Scaloni le arde la derrota en las semifinales de la Copa pasada. Dos años después, no lo puede digerir. Se cuida de no extralimitarse, pero está convencido de que pasó algo extraño aquella noche en el Mineirao. La noche del 0-2, la noche de presuntos penales sobre Agüero y Otamendi que el VAR se descuidó de revisar. Las vueltas del fútbol, otra vez cara a cara con Brasil. No será en Belo Horizonte, sino en el Maracaná, una de las catedrales de América del Sur. El premio ya no se tratará del pasaje a la final, sino el reinado continental. ¿Y si hay algo reparador en el destino?

¿Quién será el árbitro de la final del sábado entre la Argentina y Brasil?

Íntimamente persiste el dolor porque Scaloni sigue convencido de que perjudicaron a su equipo. Si el polémico clásico se jugó el 2 de julio de 2019, tres días después, al técnico ni le interesaba disimular su malestar: “Me pasó algo muy curioso. Después de un partido, en la primera reacción en caliente, siempre pensás que te sacaron algo, pero al otro día, más frío, te tranquilizás un poco y las cosas van cambiado. En este aspecto fue totalmente diferente: cuanto más pasa el tiempo, más nos damos cuenta que nos sacaron algo. Conseguimos que estos pibes se pongan la camiseta y compitan contra Brasil, contra 70 mil hinchas y contra cuatro u ocho tipos de negro; para nosotros eso ya es un triunfo”, denunció en la antesala del partido por el tercer puesto que la Argentina le iba a ganar a Chile. Se excedió, sin dudas. También a él le hubiese correspondido una sanción por parte de la Conmebol. El expediente disciplinario y las penas fueron para Lionel Messi, que se excedió mucho más: “No nos dejaron estar en la final. Creo que nosotros no tenemos que ser parte de esa corrupción. De la falta de respeto que se nos hizo durante esta Copa...”, fueron algunos de sus dardos.

En la noche del sábado, muy lejos del estadio Mineirao donde todos se indignaron, otra vez estarán Messi y Scaloni de frente a Brasil. Por los puntos, lo que vale. En amistosos, el entrenador ya ganó y perdió, ambos 1-0: el mencionado de 2019, y un año antes, en octubre de 2018, bajo su ala de interino, cayó en el minuto final, en el que sería el último juego de ‘Chiquito’ Romero en la selección. En el encuentro de 2018 estuvo Neymar y faltó Messi; en el del 2019 se invirtieron. El duelo de la Copa América anterior se lo perdió el crack brasileño, como todo el torneo, por una rotura de ligamentos del tobillo en la antesala de la competencia. Es decir, bajo la administración Scaloni, ser tratará del primer Messi vs. Neymar.

La primera vez que Scaloni y Tite se enfrentaron: fue en un amistoso en octubre del año pasado, en Arabia Saudita, donde Brasil se impuso por 1-0
La primera vez que Scaloni y Tite se enfrentaron: fue en un amistoso en octubre del año pasado, en Arabia Saudita, donde Brasil se impuso por 1-0


Scaloni y Tite volverán a enfrentarse, será por cuarta vez: dos victorias del brasileño y un triunfo para el argentino, en Ryad, en un amistoso en noviembre de 2019

“Lo que generan estos jugadores es algo increíble, tanto para sus compañeros como para el rival. Siempre es mejor que estén los mejores para el espectáculo. Messi es un jugador que genera en los rivales lo que todos sabemos que genera. Es el mejor del mundo. Cuando se enfrenta a un jugador así, tanto la prensa como el entrenador rival están pensando cómo contrarrestar las jugadas de Leo. Y si está Neymar, pasa lo mismo con nosotros”, ha comentado el entrenador.

Antes de comenzar la serie de partidos por las eliminatorias, y luego el camino en la Copa América, a finales de mayo LA NACION le realizó una entrevista a Scaloni. Por Zoom, como imponen los actuales protocolos. El DT ya estaba encerrado en la burbuja, ya dormía en uno de los 27 motorhomes que estaban estacionados en el predio de Ezeiza. En el abanico de temas, apareció el recuerdo de aquella endiablada noche en el Mineirao. Mecánicas de trabajo al margen, esas respuestas no se publicaron. Siempre queda mucho material afuera en una entrevista. Hoy, retoma interés. Como si aquellas palabras hubiesen esperado su momento.

–¿Cómo evalúas, a la distancia, tus enérgicas reacciones y tus declaraciones tras perder con Brasil en la Copa América pasada?

–Cuando el resultado está puesto, lógicamente lo mejor es irte a tu casa. Nunca hablé de errores adrede, fueron errores humanos, pero es evidente que se equivocaron. Y no hay manera de no decirlo. Fue una equivocación y grande. Pero era tan grande la frustración, teníamos la sensación de haber sido superiores, que el dolor fue mayor. Cuando lo pensás en frío, decís: ‘Ya está, ¿para qué?, si ya está puesto el resultado’. Pero te aseguro que es muy difícil, muy difícil, cuando sentís que merecías haber pasado.

–¿Podrías garantizar que no lo volverás a hacer?

–¿Si lo volvería a hacer? No lo sé. En frío es una cosa, pero ahí, en caliente… El entrenador tendría que haberse callado la boca y felicitar al rival, hubiese sido lo más fácil, pero del dicho al hecho… hay un trecho.

Scaloni tiene la sangre en el ojo.

Lionel Messi y Neymar, las caras de una final que se acerca y enciende sensaciones y polémicas
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Lionel Messi y Neymar, las caras de una final que se acerca y enciende sensaciones y polémicas (Collage/)