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Copa América: las cuatro incógnitas que el propio Scaloni se inventó en la selección argentina

El entrenador de Argentina, Lionel Scaloni, prepara el equipo para el partido del sábado.
AP Photo / Bruna Prado

“En esta selección hay un solo jugador con la titularidad asegurada, el resto se la tiene que ganar. Ya sabemos todos quién es.” No hizo falta que Lionel Scaloni mencionara a su tocayo, en su penúltima conferencia de prensa, para que el aire se completara con el apellido Messi. Ni que abundara sobre un concepto que, más allá de contratiempos, lesiones o molestias, forma parte de su hoja de ruta: la selección argentina es un colectivo que dejó de tener nombres escritos en piedra. La excepción, ya marcada, antecede a un dato demoledor: salvo los arqueros Juan Musso y Agustín Marchesín, los otros 26 jugadores de la nómina ya participaron en esta Copa América.

A esta altura, descifrar quiénes afrontarán el partido más importante de lo que va de la competencia es poco más que un juego. Scaloni no da pistas certeras al respecto. Mejor dicho, parece entretenerse con los enigmas.

¿Molina o Montiel?

Cuando soñaba con su primera citación, Nahuel Molina le mostraba a LA NACION sus ganas, pero también su decisión: “Me encantaría, claro, sueño con ese momento. Pero si me llamaran, lo disfrutaría un ratito nada más. Después, me enfocaría en competir”, abría su pensamiento en mayo, en la vigilia de esa convocatoria que finalmente llegó. Y el muchacho de 23 años cumplió con su palabra. Llegó, compitió y se instaló, al punto de que la titularidad de Gonzalo Montiel entró en discusión.

Una pirueta de Nahuel Molina, que se metió con determinación en la selección.
EVARISTO SA


Una pirueta de Nahuel Molina, que se metió con determinación en la selección. (EVARISTO SA/)

Molina, surgido en Boca, comparte con el lateral de River una virtud: su fuerte es el ataque, más que la defensa. Pero un año en el fútbol italiano le dieron nuevas herramientas tácticas, sobre todo en el retroceso: el fútbol es un viaje de ida y vuelta, se juegue en la posición que sea. Titular ante Uruguay y Paraguay, contra Bolivia dejó el puesto en manos de su antiguo dueño. A Montiel lo perjudicó el coronavirus: su contagio en mayo hizo que su recuperación fuera más lenta que la de otros casos, según confían desde Ezeiza. Por eso, en los seis partidos que encadenó la selección en junio (entre eliminatorias y la Copa) fue titular apenas en dos. Para el sábado, el candidato a ser el lateral derecho cuando canten los himnos es el cordobés.

¿Tagliafico o Acuña?

“Debido a la carga de partidos los rotamos, y nos dejan tranquilos. Es evidente que uno es un jugador más ofensivo y el otro que nos da más equilibrio, pero los apreciamos”. La lupa de Scaloni mira a la posición con más competencia de todas: el lateral izquierdo. A esta altura, la única certeza es que ninguno de los dos puede sentirse dueño del puesto. Si en la Copa América anterior Marcos Acuña fue el jugador “número 12” del equipo, ahora se puso a la misma altura de Nicolás Tagliafico. Y la razón hay que buscarla en Europa: si en Sporting Lisboa (donde usaba la camiseta 9) alternaba entre la defensa y el medio campo, su llegada a Sevilla lo instaló definitivamente como lateral. Se asentó allí, y Scaloni tradujo ese dato a la selección: dejó de usarlo como volante y lo considera como defensor.

Tagliafico anticipa a Alexis Sánchez: el defensor pugna por la titularidad.
AGUSTIN MARCARIAN


Tagliafico anticipa a Alexis Sánchez: el defensor pugna por la titularidad. (AGUSTIN MARCARIAN/)

Es el “ofensivo” de la definición anterior, mientras que el “equilibrio” lo aporta Tagliafico, primer capitán de este ciclo, cuando Messi todavía masticaba el desconsuelo del pésimo Mundial de Rusia que tuvieron él y la selección. El futbolista de Ajax tiene más posibilidades de saltar a la cancha en Goiania, el sábado.

¿Leandro Paredes o Guido Rodríguez?

El experimento duró 90 minutos: los del 1-0 a Paraguay, los peores de Argentina en la Copa América. Esa noche, en Brasilia, Scaloni quiso arreglar las ventajas que había dado Paredes ante Chile, en el debut, haciéndolo jugar junto a quien había sido el 5 (y autor del gol del triunfo) en el partido siguiente, ante Uruguay. Pero la conclusión fue clara al interior del cuerpo técnico: alineados, más que sumar, restan.

¿Cómo leer el cambio del lunes, ante Bolivia, cuando a los 71 minutos quitó a Rodríguez y colocó a Paredes? ¿Fue un movimiento para hacer descansar al 5 que será titular ante Ecuador? ¿O darle unos minutos al dueño del puesto? Es apenas una de las preguntas que quedaron flotando.

“Me gusta jugar solo”, dijo hace algunos años Paredes, un titular de la primera hora de Scaloni. “Hay que aprovechar las oportunidades”, sonrió Rodríguez luego del triunfo ante Bolivia. Está claro: el de Betis se siente cómodo allí donde empezó a jugar en las juveniles de River, mientras paralelamente Paredes crecía como enganche en Boca. Rodríguez mejora a los defensores centrales, Paredes a los que tiene más adelante en la cancha. Las características de ambos reclaman que no haya “doble 5”, aunque eso no implica que no puedan compartir el espacio. ¿Cómo? Con Rodríguez de volante central y Paredes de interior, el puesto que ocupa mayormente en PSG. Para que eso se dé, entonces habría que quitar de la pizarra ¿a De Paul, otro que tuvo descanso el lunes? No, será titular. En tal caso, debería salir Lo Celso. ¿Es posible? Si está físicamente bien, el volante de Tottenham tiene en su zurda el pase que pocos portan: el que encuentra a Messi y abre caminos. ¿Entonces? Las pruebas de los últimos entrenamientos armarán el rompecabezas.

¿Nicolás González o Di María? ¿O Papu Gómez?

Uno llega allí donde el otro transita sus últimos años. La figura se replica en la cancha: Nicolás González (23 años) se ganó el puesto con la misma velocidad que desarrolla al jugar, mientras Di María (33), retrasado en la consideración del DT, lucha por ganarse minutos como los que tuvo ante Paraguay -la única vez que fue titular en esta Copa-. El nuevo jugador de Fiorentina ofrece verticalidad y exuberancia física, además de gol (tiene dos en solo 8 partidos jugados). En esta Copa jugó como titular los dos primeros partidos y descansó los siguientes, aunque su nombre aparece en primera línea para el sábado.

¿Qué podría cambiar esa perspectiva? El furioso presente de Papu Gómez. Al volante de Sevilla le costó horrores conseguir una oportunidad con Scaloni, y cuando le llegó, se abrazó fuerte. Sus golazos ante Paraguay y Bolivia coincidieron con sus únicas titularidades desde que es citado por este entrenador: antes solo había jugado un minuto ante Perú, en noviembre. Papu es versátil: puede jugar por afuera y también por adentro, como ocurre en ocasiones en su club. También tiene confianza: a sus 33 años tiene la templanza suficiente para no elegir siempre a Messi como descarga, una virtud que no cualquiera exhibe. Si Scaloni decide incluirlo para aprovechar su envión, podría utilizarlo por González (como extremo) y hasta por Lo Celso (en el medio).

“La base del equipo, 7 u 8 jugadores, siempre han repetido. Pero todas las selecciones tienen 3 o 4 que van rotando. Es la competencia sana que tiene este deporte.”. Lo firma Scaloni. El que hizo que lo transitorio sea lo único fijo en esta aventura de la selección por Brasil.

Scaloni charla con De Paul en el entrenamiento de la selección. El volante vuelve al equipo.
Prensa AFA


Scaloni charla con De Paul en el entrenamiento de la selección. El volante vuelve al equipo. (Prensa AFA /)