Contador, el adiós del hombre espectáculo

El corredor madrileño del equipo ciclista Trek Alberto Contador alza la bandera de España durante la última etapa de La Vuelta a España./ Foto: EFE
El corredor madrileño del equipo ciclista Trek Alberto Contador alza la bandera de España durante la última etapa de La Vuelta a España./ Foto: EFE

Mañana martes 12 de septiembre, la Plaza de la Constitución de Pinto (Provincia de Madrid) recibirá a Alberto Contador Velasco, para rendir un homenaje al “Pistolero”, quien durante 17 años los representó como ciclista. El líder del Trek-Segafredo terminó el pasado domingo su última competencia como profesional, la reciente Vuelta a España, en la que finalmente ganó una etapa y ocupó el quinto puesto, a 3 minutos 18 segundos del campeón, Chris Froome.

Muchas de las personas que se reunirán en la Villa de Pinto, a 20 kilómetros al sur de Madrid, llegarán para festejar no solo con el ya jubilado ciclista, sino también para honrar el excepcional palmarés conseguido por el deportista, kilómetro a kilómetro. Sinónimo de espectáculo, desde que se hizo corredor profesional, a la edad de 20 años (2002), en el equipo Once-Eroski.

Contador comenzó en el deporte de las bielas, después de haberse probado en el fútbol y el atletismo, contagiado por su hermano Fran, el mayor de cuatro hijos del matrimonio de Francisco y Francisca. Su primer triunfo como profesional lo logró en una contrarreloj individual de 19 kilómetros, en la Vuelta a Polonia de 2003. Apuntaba maneras.

Además de conocer el rostro de la victoria, muy temprano, en su carrera también se dio cuenta de la otra cara del ciclismo: el sufrimiento. En 2004, con el maillot del Liberty Seguros-Würth, corriendo la primera etapa de la Vuelta a Asturias, tuvo una caída, tras padecer fuertes convulsiones. En el hospital donde fue tratado le diagnosticaron un aneurisma cerebral. Una operación a tiempo salvó su vida.

Alberto Contador, vistiendo el maillot de su último equipo profesional: Trek-Segafredo. / Foto: EFE
Alberto Contador, vistiendo el maillot de su último equipo profesional: Trek-Segafredo. / Foto: EFE

Para 2005, Contador regresó y ganó la etapa reina del Tour Down Under, en Australia. De ahí en adelante su carrera fue en ascenso. En el 2007, con el Discovery Channel, obtuvo el primer lugar en la Paris-Niza, la Vuelta a Castilla-León y el Tour de Francia. La promesa ya era realidad.

Su confirmación como ciclista de elite se dio en la temporada 2008. Con el maillot del Astana logró triunfar en la Vuelta al País Vasco, la Vuelta a Castilla y León, el Giro de Italia y la Vuelta a España. Con estos dos títulos, se convirtió en el quinto corredor en la historia en ganar las tres grandes. Por delante de él estaban: Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Felice Gimondi y Bernard Hinault (El sexto fue Vincenzo Nibali).

Con voluntad, rodeado de grandes gregarios, atacando en la montaña, siendo aguerrido en las etapas a contrarreloj y demostrando una mentalidad muy fuerte, Contador se hizo a su segundo Tour de Francia en 2009. Derrotando al enemigo en casa. Ese año fue el regreso de Lance Armstrong, con el Astana, que buscaba su octavo Tour. Pero el de Pinto fue superior.

Su trayectoria también se vio envuelta en una polémica sanción por dopaje. En febrero de 2012, el Tribunal de Arbitraje Deportivo lo castigó de manera retroactiva con dos años de sanción, por un positivo (clembuterol) en el Tour de Francia de 2010. Fue despojado de ese título y del Giro de Italia de 2011.

Alberto Contador en su vuelta por la ciudad de Madrid durante la última etapa de la Vuelta a España. / Foto: EFE
Alberto Contador en su vuelta por la ciudad de Madrid durante la última etapa de la Vuelta a España. / Foto: EFE

El director deportivo Bjarne Riis fue el impulsor de su regreso en el Saxo Bank. Bajo la dirección del danés ganaría otras dos Vuelta a España y llegaría su mediático paso al Tinkoff del ruso Oleg Tinkov, con quien ganaría el Giro de Italia de 2015. Después la relación fue a peor y el millonario ruso lo hizo blanco de todas sus críticas.

Los dos últimos años de su carrera, Alberto Contador corrió con el Trek-Segafredo. Su ilusión y meta fue ganar otro Tour de Francia. Objetivo que no consiguió. Esa sensación de derrota logró sacársela de encima cruzando primero en la penúltima etapa de la reciente Vuelta a España. Contador llegó primero al mítico puerto del Angliru y toda España se rindió a sus pies. Su ex compañero en el Tinkoff, Iván Basso, tras verlo triunfar resumió todo ese sentir y dijo: “No hacen faltan palabras, cuando habla la historia”. Adiós al hombre espectáculo sobre la bicicleta. Todavía hay tiempo de llegar a Pinto para decirle “gracias”.

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