Los cabilderos, los contribuyentes y los recaudadores detrás de los 157 millones de dólares de la campaña de Hillary Clinton

Durante la campaña electoral, Hillary Clinton ha mencionado en repetidas ocasiones que hará frente a los grandes bancos, las compañías farmacéuticas y otros intereses privados. “La democracia no puede ser solo para los multimillonarios y los dueños de las corporaciones”, proclamó.

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Sin embargo, cuando ha llegado la hora de explicar su relación con Wall Street se ha visto envuelta en una situación embarazosa: el miércoles por la noche le comentó a Anderson Cooper de CNN que aceptó 675.000 dólares de un banco de inversión por honorarios de discurso porque “eso fue lo que nos ofrecieron” pues las empresas financieras no están brindando “mucho de su dinero ahora”. Según revelan los nuevos informes de la campaña que han sido presentados esta semana, la campaña de Clinton ha sido impulsada con los millones de una muy buena red de cabilderos de Washington, recaudadores de Wall Street y contribuyentes multimillonarios.

He aquí una guía de Yahoo News sobre algunos de los principales actores de la campaña de 157 millones de dólares de Clinton:

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Elmendorf, un operador político muy avezado que fue jefe de gabinete de Dick Gephardt, el líder de la mayoría demócrata, ahora dirige Subject Matter, una firma democrática de cabildeo para los intereses corporativos que recaudó más de 10 millones de dólares en honorarios el año pasado. Entre sus principales clientes se encuentran: los bancos de Wall Street (Goldman Sachs y Citigroup), la industria de los casinos (la Asociación Americana de Juego), las empresas de telecomunicaciones (Verizon y Time Warner), las compañías de tecnología (Facebook y Microsoft), la industria agraria (Monsanto) y la NFL.

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El gran cabildero hermano de John Podesta, presidente de la campaña de Clinton, dirige el Grupo Podesta, una poderosa firma que representa a los contratistas de defensa (Lockheed Martin, General Dynamics y Bechtel), las farmacéuticas y los seguros de salud (Merck y Blue Cross-Blue Shield) y la banca y las firmas de capital privado (Wells Fargo, Credit Suisse Group y KKR). Podesta ha utilizado su mansión en Washington, decorada con piezas de arte moderno muy costosas, para ofrecer un evento de recaudación de fondos para la campaña de Clinton, en el que él y su hermano ofrecieron lo mejor de la cocina italiana. También fue el anfitrión de la presentación del libro sobre Clinton de David Brock, su hombre de ataque, un evento que organizó con la colaboración del abogado de la campaña de Clinton, Marc Elias, y el colega de correo electrónico de la ex secretaria de Estado, Sidney Blumenthal. Otra rama de la cartera de Podesta incluye a algunos gobiernos extranjeros, como Arabia Saudita, Azerbaiyán, Birmania y las Maldivas, acusados ​​por el Departamento de Estado de violar los derechos humanos. La firma también cuenta con un nuevo socio senior que trabaja en la cuenta árabe de 1.68 millones de dólares anuales, David Adams, ex secretario adjunto para asuntos legislativos que fungió mientras Clinton era secretaria de Estado.

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La elegante ex esposa de Tony Podesta, que se enfrentó a él durante el divorcio por una obra de arte muy costosa de su casa, ahora dirige su propia empresa de la competencia: Heather Podesta & Partners. El año pasado recaudó 7.5 millones de dólares representando a MacAndrews y Forbes, la empresa de inversión de Wall Street que es propiedad del multimillonario Ronald Perelman. También ha representado a compañías como Marathon Oil, la empresa Cigna y a National Pork Producers Council, entre otros. Sin embargo, ha sido uno de sus nuevos clientes quien la ha colocado entre los cabilderos más influyentes del Congreso: la National Cannabis Industry Association.

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Sullivan fue el ex director de finanzas DNC que primero llamó la atención sobre John Huang, el recaudador de fondos condenado por cometer violaciones financieras durante la campaña de reelección de Bill Clinton, en 1996. Sullivan, el recaudador cabildero m��s prolífico de Clinton, ahora es socio de Capitol Counsel, que se especializa en la protección de la reducción de impuestos para el capital privado y las empresas de inversión de bienes raíces como Blackstone, Beacon Capitol Partners y la National Association of Real Estate Investment Trusts. Otro de sus mayores clientes es la PhRMA, el arma de cabildeo de la industria farmacéutica y dos de sus miembros principales son Roche Holdings y Amgen. Recientemente Sullivan dejó a uno de sus clientes, una empresa que monitorea electrónicamente a los internos en prisión, después de que Clinton asegurara en una reunión con un grupo de justicia racial que no tomaría el dinero de los lobistas de las compañías de prisiones privadas. El socio de Sullivan en su compañía de cabildeo, David Jones, otro recaudador demócrata de fondos, ha sumado otros 386.000 dólares.

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Cuando el ex senador demócrata de Indiana anunció su retiro en 2010, lamentó el impacto “corrosivo” que ejerce el dinero sobre la política. Sin embargo, desde entonces, Bayh ha convertido a K Street en una especie de “asesor estratégico” para los clientes de negocios de McGuire Woods, los jurídicos, los cabilderos y los grandes recaudadores de fondos que representa a compañías como Exxon Mobil, Duke Energy y la National Association of Manufacturers, entre otros. Bayh, que organizó una recaudación de fondos para Clinton en la oficina de McGuireWoods la primavera pasada, también funge como asesor estratégico en Apollo Management, la firma de capital privado de Wall Street que le pagó a Clinton 225.000 dólares por un discurso después que salió de su cargo. Dos de los colegas de McGuireWoods, Andrew Smith y el ex gobernador de Carolina del Sur, Jim Hodges, también son recaudadores que han llevado 240.000 dólares a la campaña de Clinton mientras cabildean para clientes como Smithfield Foods, ahora propiedad del Grupo Shuanghui con base en China, y Dandong Port Group, una firma de importación de granos y transporte por puerto registrada en Hong Kong que es propiedad del reservado multimillonario chino Wenliang Wang, quien ha donado 2 millones de dólares a la Fundación Clinton.

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Después de fungir como secretario de estado sustituto de Hillary Clinton, Nides regresó por la puerta grande de Wall Street para convertirse en vicepresidente de Morgan Stanley. El mayor recaudador de Clinton ha ayudado a recolectar 205.198 dólares de parte de los ejecutivos y los empleados del banco de inversión, incluyendo donaciones del jefe de la oficina de operaciones de la firma, del jefe de renta fija y de gestión de patrimonio, de dos directores generales y cuatro miembros de su consejo de administración. Morgan Stanley, que el año pasado se comprometió a pagar una multa de 2.6 millones de dólares para resolver las demandas del gobierno estadounidense por su papel en la crisis financiera de 2008, ha donado 250.000 dólares a la Fundación Clinton. También le pagó a Hillary 225.000 dólares por un discurso en 2013, dos meses y medio lejos después de que dejara el cargo como secretaria de Estado.

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Se trata del presidente de Goldman Sachs, el coloso de Wall Street, que el mes pasado acordó pagar una multa de 5.1 millones de dólares para resolver una investigación del Departamento de Justicia por su papel en la comercialización de bonos hipotecarios de alto riesgo durante el período previo a la crisis financiera de 2008. Entre los ejecutivos de Goldman que ayudaron a la firma de Blankfein a beneficiarse de la crisis se encuentra Donald Mullen, el ex jefe de su departamento de crédito, que el año pasado donó 1 millón de dólares a la súper-PAC de Clinton, Priorities USA Action. “Parece que vamos a hacer mucho dinero”, escribió Mullen en un correo electrónico en otoño de 2007, después de conocer que el mercado hipotecario de alto riesgo estaba a punto de colisionar, de acuerdo con un informe del Senado de 2011. La firma también ha sido la mayor fuente de fondos para la carrera de discursos post-gobierno de Hillary Clinton, pagando 625.000 dólares por tres discursos desde que dejó el cargo de secretaria de Estado, en 2012. Hasta ahora Blankfein se ha quedado al margen de la carrera de 2016. “No quiero ayudar o perjudicar a nadie ofreciéndoles un respaldo”, comentó en una entrevista televisiva esta semana. Pero su esposa, Laura, le dio el máximo legal de 2.700 dólares a Clinton, y Blankfein, comentó en su entrevista esta semana, que la candidatura de Sanders puede “ser peligrosa”. La relación de Goldman Sachs con Clinton ha sido tanto personal como en el plano político: los ejecutivos y los empleados de Goldman han contribuido con 750.000 dólares a las campañas políticas de Clinton, incluyendo 100.616 dólares para la carrera de este año. La propia empresa ha donado al menos 250,000 dólares para la Fundación Clinton y le ha pagado 1.2 millones de dólares a Bill Clinton por discursos del 2001. Blankfein, quien se considera un amigo de Hillary Clinton, le ha dado una mano financiera para ayudar a la familia Clinton: él, junto con otros dos ex ejecutivos de Goldman, es uno de los inversores de Eaglevale Partners, el fondo de cobertura fundado en 2011 por Marc Mezvinsky, esposo de Chelsea Clinton y yerno de la ex secretaria.

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Lasry, un multimillonario clave de los fondos de cobertura, copropietario de Milwaukee Bucs y ávido jugador de póquer de altas apuestas (apuestas de 20,000 por mano) se encuentra entre los más firmes partidarios de Clinton en Wall Street. De hecho, mantiene estrechos vínculos personales con su familia. Ha donado entre 100.000 y 250.000 dólares a la Fundación Clinton, ha contratado a Chelsea Clinton en su fondo de cobertura Avenue Capital, ha invertido (junto a Blankfein) en el fondo del yerno Mezvinsky y puso el avión de su empresa a disposición de Clinton mientras que era senadora. Cuando Clinton lanzó su campaña el año pasado, Lasry organizó uno de los primeros eventos para recaudar fondos y le envió un mensaje por correo electrónico en el que decía “mostrar mucho amor para intentar recaudar 270”, refiriéndose a 270.000 dólares.

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El ex periodista de derecha ahora dirige una red entrelazada de organizaciones no lucrativas pro-Clinton y súper-PAC que es informalmente conocida como “Brocktopus”. Una de las armas de Brock es Correct the Record, un súper-PAC que ha acumulado 3.4 millones de dólares provenientes de contribuyentes ricos y que ha proclamado abiertamente su intención de cooperar con la campaña de Clinton, un arreglo que según algunos expertos puede violar la ley de financiamiento de campañas. La campaña de Clinton ha iniciado dos pagos al súper-PAC de Brock por un total de 281.000 dólares para “investigación”. La súper-PAC de Brock, que recibió en diciembre pasado un ingreso de 1 millón de dólares proveniente de algunos aliados de la súper-PAC pro-Clinton, Priorities USA Action, fue la primera en plantearse algunas preguntas sobre los registros médicos de Bernie Sanders. Correct the Record también fue recientemente marginada por ofrecer información “fuera del registro” sobre Sanders a un periódico de Vermont. La relación de Brock con el mundo de Clinton es muy estrecha y en diferentes esferas: en septiembre pasado cuando él celebró la presentación del volumen del libro, “Kill the Messenger”, en la casa del recaudador de Clinton ,Tony Podesta, (véase el K Street Army) los co-anfitriones fueron Marc Elias, el abogado jefe de la campaña de Clinton, quien también funge como abogado para Correct the Record, sus aliados demócratas de la súper-PAC y Sidney Blumenthal, el colega de correo electrónico más prolífico de Clinton, que estaba siendo pagado por otro equipo de Brock, Media Matters y la Fundación Clinton.

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El inversor multimillonario de fondos de cobertura de origen húngaro ha sido uno de los principales contribuyentes a la causa demócrata durante años, pero recientemente ha intensificado su juego con Clinton. Nuevos informes desvelan que hizo un cheque por 6 millones de dólares en diciembre pasado para Priorities USA Action, el principal centro de patrocino súper-PAC de su candidatura. Antes había emitido otro cheque por 1 millón de dólares a Priorities, así como otro millón de dólares para American Bridge 21st Century, un aliado súper-PAC dirigido por David Brock (véase más arriba). Otros contribuyentes de millones de dólares a American Bridge 21st Century han sido: magnates de Hollywood como Steven Spielberg y Jeffrey Katzenberg, grandes empresarios de Wall Street, como Donald Mullen (un antiguo ejecutivo de Goldman Sachs) y Donald Sussman y el inversor Haim Saban (véase más adelante).

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Saban, quien fue una vez guitarrista de bajo en una banda de rock israelí y ahora es un magnate multimillonario que radica en los Ángeles, conocido por crear los Mighty Morphin Power Rangers, puede ser uno de los más generosos y comprometidos contribuyentes de Clinton: el año pasado comentó que iba a gastar “lo que fuese necesario” para que fuera elegida presidenta. Pero Saban, que ha donado 10 millones de dólares a la Fundación Clinton y cuya esposa es miembro de su consejo, también podría ayudar a su candidatura de otra manera: Él es el propietario principal y gerente de Univisión, la mayor empresa de medios de comunicación en español del país.

Dennis Cheng es el jefe reservado de la operación de recaudación de fondos de Clinton, el director financiero nacional que apenas se presenta en público y que se niega a hablar con los periodistas. Cheng se unió a la campaña después de servir durante cuatro años como jefe de recaudación de fondos para la Fundación Clinton, para la que recogió cientos de millones de dólares de los contribuyentes en el extranjero, lo cual generó un intenso escrutinio de los medios y diversas acusaciones de conflicto de intereses para Clinton. La relación de Cheng y Clinton parece que va a retomarse: él comenzó como interno durante su carrera en el Senado en 2000 y fue escalando gradualmente hasta convertirse en su director financiero mientras que ella estaba en el Senado. Luego, se movió con ella al Departamento de Estado como jefe adjunto de protocolo.

  • * Bundlers ofrece “dinero en efectivo” para la campaña de Clinton a través de cheques individuales que, debido a la ley federal, se limitan a 2.700 dólares cada uno. No obstante, las súper-PACs están autorizadas a recaudar sumas de dinero por concepto de donaciones en cantidades ilimitadas.

  • ** En total se trata de 2.5 millones de dólares donados por su esposa, Cheryl Saban.

Fuente de los números: Federal Election Commission y el Center for Responsive Politics.

Michael Isikoff
Jefe de investigación y corresponsal