“Peor que la mafia calabresa”… la salida crítica de Vox de un concejal andaluz

José Manuel Martínez Ayala era, hasta este jueves por la mañana, concejal por Vox en el Ayuntamiento de Sanlúcar, en Cádiz. ‘Era’ porque ha tramitado su baja del partido y explicado ante el pleno del Consistorio gaditano todas y cada una de las razones que le han llevado a abandonar un partido al que acusa de ser un “chiringuito”, “una estafa” y con el único interés de hacer caja, como puede verse y escucharse en el discurso compartido por varios internautas en redes sociales.

Parte del sector crítico contra Santiago Abascal, como señalan en la Cadena Ser, Martínez Ayala ha querido dejar claras cuáles son sus motivaciones y los desengaños sufridos. Deja el partido de ultraderecha, pero no renuncia a su acta de concejal porque quiere, dice, llevar a cabo todas esas iniciativas en beneficio de los habitantes de la localidad que antes no pudo ni siquiera plantear porque no le dejaba el partido.

“Peor que la mafia calabresa. En Vox no hay voz. El afiliado es un número de cuotas, un número de cuenta bancaria y un activo a rentabilizar. Eso sí, sin que pueda opinar al respecto”, comienza el vídeo de la alocución del ya ex de VOX en Sanlúcar. En su intervención, de unos diez minutos, acusa a la formación con la que logró el acta de ser muy buena en marketing para vender un programa político y unas ideas como parte de una “maquinaria” que “es un fraude”.

Crítica el edil que, pese a que los líderes de su expartido han cargado en innumerables ocasiones contra lo que llaman ‘chiringuitos’, al final ellos mismo se han convertido en uno. “El mayor chiringuito que existe actualmente es Vox, negocio puro, aprovechando la necesidad del mensaje”, sentencia.

A sus líderes, en Madrid, les echa en cara que “el partido que venía a luchar sin complejos, me ha estafado al igual que a miles de afiliados y votantes”. En varias ocasiones de su intervención pide disculpas por las palabras “gruesas” que, justifica, son parte de su dialéctica y carácter. Dice que se va, pero que ni es el primero ni será el último afiliado en hacerlo y vaticina que habrá muchas más bajas porque Vox es “una estafa”.

La gota que parece haber colmado su paciencia ha sido un proceso de primarias que define como “bochornoso” y en el que “la democracia interna, transparencia y legalidad han sido tocadas de muerte”.

Habla de la organización del partido liderado por Abascal como de una estructura piramidal muy rentable y carga contra el hecho de que se “llenen la boca” hablando de que han creado una fundación y un sindicato que, añade, su única finalidad es “trincar” porque “su afán recaudatorio no tiene límites”.

Sobre las consecuencias que puedan tener para su persona tanto sus palabras como su marcha, asegura que, viendo lo sucedido a otros compañeros, no descarta que se produzcan “mentiras” y “amenazas”, pero que no le “va a temblar el pulso” y tomará medidas legales para combatirlas.

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