Con técnico nuevo en el TRI, no hay entrevistas

Las reglas cambian cuando hay un nuevo estratega o director en todo tipo de industria y en el fútbol mexicano no es la excepcion.

La nota la dieron Diego Lainez y Andrés Guardado cuando llegaron a San Diego para incorporarse a la concentración de la selección Mexicana que sostendrá dos encuentros amistosos en Estados Unidos.

Al momento de llegar al área donde recogerían su equipaje, un grupo de reporteros se acercó al joven ex americanista y comenzó a cuestionarle sobre su participación en el Tricolor mayor. La reacción de Guardado fue tardía y rayó en lo ridículo al llevárselo del brazo y regañar a los medios. “Qué vivos, agarran al morro”, vociferó Andrés hacia el grupo de reporteros.

¿Hay una regla para no hablar con la prensa? Al parecer sí y más si hay una enorme cantidad de preguntas sobre la nueva dirección técnica al mando de Gerardo Martino.

Lainez tuvo la fortuna de viajar con un experimentado jugador, obviamente por ser parte del mismo equipo en España, quizá hubiese sido otra historia si viajara solo o la oficina de comunicación de selecciones nacionales de la Federación Mexicana de Fútbol le hubiera dicho al joven que no podía hablar con la prensa.

¿De qué podría hablar? Es un hecho que llama la atención la participación de Diego en el Tri y seguramente sus respuestas serían las mismas que cualquier novel diría emocionado por ser parte de su selección: “me siento motivado”, “es una gran oportunidad”, “daré más del 100 por ciento”, “es un honor para mi” y cientos de etcéteras.

Gerardo Martino desconoce o desconocía el fútbol mexicano antes de ser llamado por la FMF, así lo evidenció en su primer entrenamiento en donde tenía que leer la lista de jugadores para poderlos llamar por su nombre. Era ridículo, como si hablara otro idioma.

Su gira por casi todos los estadios y estados del país en apenas dos jornadas de la Liga MX era noticia, tenía la urgencia de ver jugadores, de analizar la reacción de la gente, de envolverse en un fútbol que no le es familiar, que es como una historia de ficción, a una dimensión a la que llegó a través de un salto cuántico. Dirigir a Argentina o a un equipo de la MLS dista mucho de una selección como la mexicana.

La instrucción dada a los seleccionados para guardar silencio fue buena, así no ‘quemarían’ al técnico al cual también desconocen y más si juegan en Europa. Seguro no han cruzado más de cinco palabras con él, quizá se enteraron por un comunicado o una breve llamada desde México para saber que eran convocados.

El inicio de esta nueva era de Martino está envuelta de situaciones cómicas y ridículas, a la espera que venga un técnico con experiencia (que comprobada la tiene Martino), que sepa cómo mantener el orden y la disciplina de un grupo de jugadores consentidos (eso queremos verlo) y que conozca el fútbol mexicano (mucho trabajo para Martino).

Y así, veremos estos compromisos amistosos antes de la primer prueba, la más próxima y grande para el técnico argentino, la Copa América.

A ver si ahora el cambio de oro por cuentas de vidrio por parte de la Federación Mexicana de Fútbol, sí valdrá la pena.

Dato: la selección mexicana no ha ganado ningún partido desde su eliminación de Rusia 2018, sin contar las estrepitosas caídas ante Suecia y Brasil en esta justa. ¿Con Martino llegará la ansiada victoria?