Qué vivienda me puedo comprar con 100,000 dólares en Ciudad de México

Por I. Martínez

CIUDAD DE MÉXICO- “Es imposible comprar departamento” es una de las frases comunes entre los llamados millennials de la Ciudad de México.

Los precios, los salarios en el país y las condiciones laborales son una mala combinación para quienes desean adquirir una vivienda en la capital mexicana.

Precios

Respecto al costo de adquirir una vivienda, hay que decir que un departamento usado de dos recámaras pequeñas, en una zona céntrica, es decir, cerca de las principales zonas laborales, es muy probable que cueste arriba de 1.5 millones de pesos (más de 78,000 dólares).

De hecho, los precios promedio de las viviendas en la ciudad están entre 1.5 y 1.6 millones de pesos, según datos del sitio especializado Propiedades.com.

Ya si se quiere tener el ‘lujo’ de una zona considerada ‘segura’ –en una capital donde al día se registran en promedio 4 homicidios dolosos o 43 robos a transeúnte con violencia- el precio subirá.

Y si alguien puede además darse el lujo de tener mayor espacio en su vivienda, pensando quizá en más de 85 metros cuadrados, pues ya se estará hablando de más de 2.5 millones de pesos (más de 130 mil dólares).

Sueldos y acceso a las hipotecas

En cuanto a los sueldos, el 52 por ciento de la población económicamente activa de México percibe entre uno y dos salarios mínimos al día, es decir entre 3 mil 80 y 6 mil 160 pesos mensuales (equivalentes a entre 160 y 320 dólares), según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Sólo el 3 por ciento obtiene más de 5 salarios mínimos al día, según la oficina de estadísticas del país.

Para adquirir un crédito hipotecario con un banco, para una vivienda de unos 2 millones de pesos donde se financie el 90 por ciento de la propiedad, se pedirán mensualidades de entre 16 y 17 mil pesos (entre 830 y 885 dólares), con ingresos salariales comprobables superiores a los 35 mil pesos (1,820 dólares). Cifras imposibles para buena parte de la población en la capital.

Para hacerse una idea de la situación del mercado laboral mexicano hay que hablar del llamado ‘outsourcing’, que básicamente es que una empresa le paga a otra para que gestione su plantilla laboral, desde la contratación hasta el pago de nómina y prestaciones. Este servicio es legal en México, pero aprovechando vacíos en la ley y una casi nula verificación por parte de las autoridades, ha precarizado las condiciones de trabajo de millones de personas.

¿Cómo? Las empresas contratan personal vía ‘outsourcing’. Estas firmas registran al trabajador ante el Instituto Mexicano del Seguro Social con el salario mínimo, y el resto que hayan acordado para tener sus servicios se lo dan como honorarios. Al estar registrado con el salario mínimo, su cotización a efectos de un préstamo hipotecario por parte del estatal Instituto Nacional de Fomento a la Vivienda (Infonavit) limita lo que el organismo puede prestarle.

Ayuda a la adquisición de una vivienda

Para facilitar el acceso a la vivienda, existe en México el Infonavit, organismo que presta hasta 1.79 millones de pesos (unos 93,480 dólares) a un trabajador en un plazo que puede ser de hasta 30 años. Las mensualidades, así como el monto que financia dependen del salario del trabajador. Este organismo también otorga un tipo de crédito llamado Cofinavit, que es un financiamiento entre el instituto y un banco, pero en este caso el organismo estatal presta hasta 462 mil pesos (poco más de 24,000 dólares).

“El flujo de salarios y las prestaciones adquiridas por los empleados y trabajadores durante su ciclo productivo siempre han sido la base para incrementar su capacidad hipotecaria, lo que potencia la viabilidad de cierre de una nueva vivienda. Hoy los salarios están contenidos, donde el salario real o poder adquisitivo tienen un menor poder de compra. Esto limita las adquisiciones e inversiones residenciales”, dice Leonardo González, analista Real Estate en Propiedades.com.

Cambios en el mercado

En los últimos años, explica el analista, la Ciudad de México ha evolucionado hacia un modelo vertical de edificación. “Esto ha orientado a los consumidores a comprar casas más pequeñas y funcionales que aquellas que habitualmente se adquirían hace 20 0 30 años”.

Y también en los meses recientes la capital se ha vuelto ‘selectiva’. Es decir, se mantienen quienes logran conseguir un empleo con un salario suficiente para las necesidades básicas, entre ellas pagar una renta. O bien, quienes gracias a su remuneración, ahorros o herencias pueden comprar una vivienda. Quienes no, optan por vivir en las periferias, aunque ir al trabajo implique destinar al menos 3 horas al día, o bien emigrar definitivamente.

Las ubicaciones que han registrado un mayor aumento en la demanda para comprar son las centrales “que ofrecen servicios locales residenciales de alta calidad y muestran menores índices delictivos, invirtiendo en mejor infraestructura de seguridad”, agregó González.

Si una persona tuviera 100 mil dólares (aproximadamente 1.9 millones de pesos) para adquirir una propiedad en una de estas zonas tiene opciones como la siguiente:

- Departamento de 65 metros cuadrados en la colonia Escandón

Esta colonia es considerada como emergente, por los desarrollos que tiene y por la demanda que ha generado.

El departamento tiene dos recámaras, un baño, cocina y sala-comedor. Está en un edificio con 50 años de construcción. Su costo es de 1.97 millones de pesos (unos 103 mil dólares).

La zona tiene cerca igualmente mercados, escuelas, iglesia, y tiene entre sus ‘plus’ el estar cerca del Viaducto, una de las vías más importantes de la Ciudad que conecta el poniente con el oriente, y lleva, por ejemplo, al aeropuerto. Además está cerca de la Condesa, una de las áreas más ‘trendy’ y con mucha variedad en cuanto a restaurantes y bares.

Se considera zona segura.

Si se tuviera la misma cantidad de dinero, y se quisiera sacrificar un poco en el tema de algo céntrico se podría comprar algo con menor antigüedad como el siguiente ejemplo:

- Departamento de 57 metros cuadrados en Azcapotzalco

Esta propiedad tiene dos recámaras, un baño y un lugar de estacionamiento. Se encuentra en el cuarto piso de un edificio sin elevador con 10 años de antigüedad y con vigilancia.

Tiene un costo de 1.96 millones de pesos (poco más de 102 mil dólares).

La zona tiene entre sus ventajas que está relativamente cerca de estaciones del metro, y con avenidas que, si bien, no son principales, sí conectan con algunas de estas.

Entre sus desventajas está que la colonia se puede considerar insegura.

Vivienda nueva, mucho más cara

Si, en cambio, se buscara una vivienda nueva, hay que decir que este sector es el que más crece en cuanto a los precios.

Datos de la empresa especializada en consultoría e investigación inmobiliaria Softec muestran que al cierre de 2018 el precio promedio de una vivienda nueva era de 5.57 millones de pesos (poco más de 290 mil dólares), y para mediados de 2019 era de 6.1 millones (318 mil dólares), un aumento de casi 10 por ciento.

Si no se tienen esas cantidades, y sólo 100 mil dólares se podría adquirir un departamento como el siguiente:

- Departamento nuevo de 56 metros cuadrados en la colonia Santa María la Ribera

Esta propiedad tiene dos recámaras, un baño, y además se encuentra en un edificio que cuenta con elevadores y vigilancia las 24 horas. En estos casos habría que contemplar un pago mensual de mantenimiento, que no se precisa pero que se podría estimar entre 1,000 – 1,500 pesos (52-78 dólares).

El costo del departamento es de unos 2 millones de pesos (poco más de 104 mil dólares).

La colonia es una de las más tradicionales de la ciudad, y cuenta entre sus ventajas la conectividad, sobre todo a través del transporte público. Se encuentra cerca del centro de la ciudad y de Insurgentes, una importante vía de comunicación que cruza la capital norte-sur.

Sin embargo, la zona no es considerada de las más seguras.