Yahoo Noticias Chris Froome: en el ojo del huracán ciclista
¿Cómo no dudar de Chris Froome? ¿Cómo no pensar que detrás del triunfo reciente del líder del Team Sky en el Giro de Italia haya algo más que un gran deportista, buena alimentación, estrategia de alto nivel, el mejor material ciclista y mucho Big Data?
Como aficionados, y por su más reciente pasado, tenemos derecho a desconfiar del ciclista nacido en Kenia, crecido en Sudáfrica y residenciado en Mónaco. ¿No dice un informe del Parlamento británico que el “Team Sky aprovechó las autorizaciones terapéuticas para usar corticoides y mejorar el rendimiento de sus ciclistas cuando Bradley Wiggins ganó el Tour de Francia de 2012”? ¿Quién asegura que en el equipo no lo sigan haciendo?
Es difícil. Bernard Hinault, ganador de cinco Tours de Francia, tres Giros de Italia y dos Vueltas a España, ha puesto el grito en el cielo. “Froome dio positivo en la Vuelta y la muestra B lo ratificó. Debió ser suspendido y los organizadores de la carrera en Italia nunca debieron permitir que tomara la partida en Jerusalén”, dijo el exciclista al diario belga Het Laatse Nieuws. Froome sobrepasó el límite permitido de salbutamol, un broncodilatador, durante la Vuelta a España de 2017.
“A los italianos (Diego Ulissi y Alessandro Petacchi) se les sancionó de forma rápida y por lo mismo”, agregó el excampeón francés y comentó que el caso de Froome se ha dilatado en el tiempo porque el “Sky tiene mucho dinero”. La polémica está en alza y Froome en el ojo del huracán. Su magnífica victoria en el Giro de Italia está en entredicho, a pesar de las demostraciones que hizo en las etapas con llegadas en el Zoncolan y Bardonecchia.
Johan Bruyneel, exciclista y exdirector de Lance Armstrong, respondió de forma tajante a Hinault. “Sigues siendo el mismo ídolo de mi niñez pero sería prudente que cerraras tu boca. ¿Memoria corta, caballero?”. Claro, por sus antecedentes, Bruyneel –suspendido de por vida por el caso Armstrong- no puede ser el mejor defensor del ciclista de 33 años. Más leña al fuego.
No estaba tranquilo Mauro Vegni, director del Giro, cuando le entregó el trofeo Sense Fine a Froome, después de la última etapa en Roma, del pasado domingo. A pesar de haber pagado 2 millones de euros por su participación, Vegni sabe que ante cualquier resolución negativa de la UCI frente al caso, además de ser despojado del triunfo de la Vuelta, al ciclista británico le sería arrebatado el Giro y tendría una sanción de dos años. El mismo tiempo de forma retrospectiva en 2012 que fue sancionado Alberto Contador y por el que fue desposeído de la “Maglia Rosa” de 2011 a favor del desafortunado Michele Scarponi.
Algunos de los aficionados que vieron, en Roma, aparecer a Contador, con polo de color rosa, para felicitar al británico en el podio y entregarle el trofeo, no dejaron de mostrar su extrañeza frente al irónico momento. Un exciclista, vestido de rosa, que fue despojado del título por un caso de dopaje felicita a otro que quizás se vea envuelto en la misma situación dentro de unos meses. Rocambolesco.
Para eludir eso, semejante nivel de esperpento, el Tour de Francia, que comienza el 7 de julio, estudia establecer una moción de censura para evitar que el ganador de año pasado participe, de no estar aclarado su presunto caso de dopaje con salbutamol. “Froome no forma parte de la leyenda de este deporte. Es muy triste la imagen que se da del ciclismo. Es un escándalo y esto tiene que parar”, terminó diciendo Bernard Hinault.
También te puede interesar:
Del “Caso Festina” a la encrucijada del Team Sky en el Giro de Italia
¿Qué paso por la cabeza de Ayrton Senna la noche antes del fatal accidente en Imola?
